Todo parece indicar que tendremos, pese a los factores adversos, un proceso Constituyente. Es natural que la oposición ahora "se agarre de la brocha" pero es lamentable y patético que sectores que antes apoyaban a Chávez, tengan en su lógica la Constitución del 61; en ellos no operó una ruptura epistemológica de las tantas que han habido, que triste su destino cuando "cohabitan" ahora en el Inferno de Dante, con uniones antinatura entre conversos, traicioneros y apátridas.

Es fundamental lo ocurrido en Venezuela hoy, la Constituyente convocada y sus bases comiciales fueron de lo abstracto a lo concreto, directamente a los actores políticos con áreas, sectores sociales, intereses colectivos para garantizar la eficacia y correspondencia en las relaciones sociales y las plataformas programáticas. De acuerdo con lo difundido en documentos impresos y electrónicos, desde la plataforma económica, social y cultural, este aire de originaria expresión ha añadido un sentido de optimismo en la sociedad venezolana que discute, piensa y proyecta. Un cambio profundo debe operar en el sector cultural venezolano que necesitaba de una refundación, un instante provisorio, un llamado al origen que ha dado la presente Constituyente.

En cultura debe redefinirse su especificidad del presupuesto cultural, en relación con el presupuesto nacional. Se han dado saltos, crecimiento, mejorado su jerarquía funcional y conceptual, pero no su red social. El origen de los recursos financieros destinados a la cultura tendrían que estar en el orden del porcentaje indicado por la Unesco –2% del Presupuesto Nacional– por tratarse de criterios aceptados por la comunidad internacional. De la orientación, disciplina tributaria y contribuciones parafiscales tendrían que surgir los recursos económicos que puedan proporcionar el marco de desarrollo integral que el país merece, en consecuencia; ese presupuesto cultural tendría que calcularse con base en los recursos que el Estado recibe por concepto de la riqueza petrolera, la minería y el sector de telecomunicaciones.

Joaquín López Mujica
Esp. Política Exterior y Diplomacia Cultural

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