El Fondo Monetario Internacional (FMI) propone crear un incendio social en el país, aplicando impopulares medidas de ajuste fiscal. El organismo financiero pide al gobierno incrementar el IVA, no aumentar el salario mínimo, eliminar subsidios y aumentar la edad de jubilación.

Estas temerarias medidas provocarían un estallido social sin precedentes y significaría el acabose político para la izquierda gobernante. Por tanto, el Ejecutivo debe rechazarlas, como lo hace desde hace siete años.

El alto costo político llevaría al FMLN a perder las siguientes elecciones presidenciales y permitiría el retorno de la derecha oligárquica, lo cual serían un traumático retroceso para el país porque se reinstauraría el estilo de gobierno patrimonialista, corporativo y corrupto de ARENA.

En este espacio editorial expresamos un enérgico rechazo a las medidas que quiere imponer el FMI y reiteramos la propuesta de resolver el déficit fiscal mediante un combate eficiente de la evasión y elusión tributaria, la aprobación de una reforma fiscal donde “paguen más quienes tienen más”, la renegociación de la deuda pública, la aprobación de la reforma de pensiones y la recuperación de los dineros de la corrupción.

Esto no sólo resolvería el déficit fiscal, sino que permitiría evitar más endeudamiento estatal y multiplicar los fondos para financiar las políticas de seguridad pública, programas de protección social, planes de salud y educación, proyectos de saneamiento ambiental, iniciativas de reactivación productiva, obras de infraestructura y demás necesidades del país.

Todas las organizaciones progresistas, sectores democráticos y población honrada deben repudiar las nefastas recetas del FMI, instancia que -no conforme con haber implementado sus programas de ajuste estructural en la época de ARENA- ahora pretende profundizar el neoliberalismo y plagar al país con más pobreza, violencia, migración, deterioro ambiental, etc.

El déficit fiscal, excusa del FMI para imponer su ajuste, se resolvería persiguiendo a los empresarios evasores que no pagan al fisco 1,500 millones de dólares cada año y eliminando exenciones tributarias utilizadas para eludir impuestos. Gobierno y población decente deben cerrar filas ya en esta apuesta urgente.

Si no lo hacen, y el FMI se impone, viene un estallido social y el acabose político de la izquierda. Ojalá que esto no suceda.

Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS)

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