Para reflexionar sobre el agua y defenderla
- Opinión
Comentario sobre el libro El Congreso por el Agua, de Roy Abanto Cachy
El jueves 22 de setiembre por la noche tuvo lugar, en el Salón Consistorial de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, la ceremonia de presentación del hermoso libro El Congreso por el Agua, del profesor Danny Roy Abanto Cachy, actual Director de la Institución Educativa Javier Prado del Centro Poblado Polloc, publicado por la Editorial Crear’t.
El libro narra las incidencias de un congreso que se realiza alrededor de la mundialmente famosa laguna El Perol o Lucmacocha, ubicada a casi 4,000 metros de altitud, en la ecorregión Jalca de la Provincia de Celendín y Departamento de Cajamarca. Pero los protagonistas no son seres humanos, sino más de 5,000 especies de animales de diversas clases: aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces, crustáceos e insectos, procedentes no sólo de las alturas andinas de la Jalca sino prácticamente de todas las ecorregiones y zonas de vida del Perú, incluso del mar, de la Costa y de la Selva; algunos han acudido hasta de Norteamérica. A la congregación, muchos han llegado volando, otros, nadando; otros corriendo, saltando, caminando o cojeando, y otros, arrastrándose o reptando.
El punto central de la agenda del congreso es analizar y tomar acuerdos con respecto a si hacer minería en esa zona altoandina es beneficioso o perjudicial para los animales, pues éstos se habían enterado que una empresa minera, representada por el hombre, se empecinaba en extraer el oro existente en esas alturas. Además, hay otros puntos de agenda que son expuestos y analizados desde las vivencias y el entendimiento de estos seres vivos, como la contaminación de los ríos, la sobrepesca en el mar, el deshielo de las cordilleras.
La gran mayoría de los animales va expresando su preocupación por los terribles daños ocasionados por las actividades del hombre. Por ejemplo el guanay, un ave guanera, manifiesta:
“Los ríos que ingresan a nuestras aguas marinas contienen una serie de residuos sólidos, tales como latas, llantas, botellas de plástico, animales muertos, pinturas desechadas, frascos de plaguicidas diluidos, aguas servidas e inclusive baterías de artefactos portátiles con gran carga de metales pesados. Existe un hedor insoportable, producto de las actividades agrícolas, industriales, sépticas, extractivas metálicas y no metálicas. El mar recibe todo tipo de desperdicios. Es lastimoso ver cómo las tortugas, los piqueros y los lobos marinos perecen atrapados por buscar alimento en montones de basura flotante, una falsa isla del tesoro llena de escoria, formada por millones de toneladas de residuos que cada año arroja el hombre al mar. Nuestra gran Mamacocha, origen de nuestra vida, fenece”.
Sin embargo, otros animales muestran total despreocupación con respecto al agua, como por ejemplo la boa constrictora de la Costa, conocida como macanche, quien dice:
“A nosotras no nos incumbe opinar, vivimos en tierra firme, en zonas semiáridas y bosques de algarrobos, no necesitamos agua, nuestra piel se regenera con el tiempo y no necesitamos ni siquiera bañarnos”.
Esta opinión es contradicha por las lagartijas de la Sierra, quienes hablan de la importancia que tiene el agua; su punto de vista es reforzado por la lagartija de cabeza azulada o cañán, quien corrobora y reafirma la opinión de sus parientes diciendo:
“Es muy cierto, aunque seamos reptiles, sí necesitamos el agua; si no fuera por el agua los algarrobos no nacerían en el desierto, y sin los algarrobos tampoco existiéramos, porque nos alimentamos y disfrutamos de sus hojas tiernas, e insectos que pululan por sus troncos y ramas. Este rey del desierto absorbe con sus profundas raíces el agua del subsuelo procedente de las partes más altas de los Andes; su existencia da vida a miles de especies como las aves, que hacen sus nidos en las copas más altas. Y qué decir de los demás árboles que pueblan las regiones Andina y Amazónica; no solo nos brindan sombra, medicina, agua y alimento, sino lo más importante, oxígeno. Por ello se dice que los árboles son los pulmones de miles de millones de nosotros, los animales que poblamos la faz de la tierra”.
Así continúan debatiendo los animales la problemática en torno al agua. Algunos, aunque muy conscientes de lo que supondría un proyecto minero en cabeceras de cuenca, son, sin embargo, conformistas y resignados a lo peor, como el cocodrilo de Tumbes, quien habla así:
“Considero que todos acá saben la importancia del agua para nuestras vidas; pero de qué nos vale saber tanto si el agua dulce tarde o temprano se contaminará más de lo que está; caerán lluvias ácidas y nada quedará de vida en los ríos; las fábricas y las industrias petroquímicas con sus chimeneas y los vehículos motorizados envueltos en humo han alterado la atmósfera con elevadas concentraciones de CO2, SO2, Pb y smog, y si se da la explotación minera en esta zona altoandina, aumentará aún más la emisión de gases, por el combustible y la energía eléctrica requerida para movilizar la maquinaria; además, la cobertura vegetal se perderá al detonar la dinamita, llevando consigo las lagunas que están en el área donde se extraerá el mineral. El pajonal, roquedal, puyal, matorral, bofedal, vegetación ribereña y de orilla o alrededor de la laguna se esfumará con tantos nombres científicos. El daño es inminente e irreversible; sin embargo no hay que alarmarse tanto, puesto que son simples plantas, y las lagunas ni siquiera son grandes lagos. De qué nos vale recordarles todo ello, mejor dejémoslo. Lo que tiene que ocurrir, ocurrirá”.
El cóndor andino, quien preside la reunión, exclama y explica a los miles de asistentes, en cierto momento del congreso:
“¡Encantados y cegados están los hombres! El hombre, para extraer el mineral, primeramente debe eliminar la laguna El Perol, desaguándola, para luego realizar allí mismo el tajo a cielo abierto denominado con el mismo nombre, tajo Perol, que se agrandará según la codicia; un cráter lunar más”.
Al enterarse de esto, el colibrí gigante, el colibrí tirio y el colibrí de cola larga verde dicen:
“¿Y el agua de nuestra laguna?”
El cóndor andino contesta:
“Eso deberían preguntarse todos… El hombre ha informado valiéndose de la tecnología radial y televisiva, que las lagunas no son útiles, y contienen alta concentración de metales pesados, y gran cantidad de coliformes fecales que hacen inapropiado el consumo de agua.”
Al oír esto, muchas aves, “entre ellas un indio pishgo, un chirigüe, un cardenal, una turriche, una putilla, una monterita y un jilguero”, totalmente encrespados e indignados exclaman y protestan a la vez:
“¡Tanta barbaridad hablan de nuestras lagunas por justificar lo injustificable! ¿Acaso no saben que en estas lagunas existen las truchas arco iris que han sido sembradas? Además el hombre de la jalca bebe esta agua y nunca ha muerto al igual que nosotras. Si la extracción del mineral en estas alturas se concretiza, cientos de nosotras moriremos. Y seguro dirán que nuestra muerte fue porque no sabemos volar”.
Pero los patos migratorios, entre ellos el pato luna de ala azul, contradicen a las otras aves y muestran su total apoyo al proyecto minero, diciendo:
“Ustedes se escandalizan y hablan un lenguaje aterrador, propio de unos renegados extremistas que están en contra del progreso. ¿Acaso no saben que este proyecto minero triplicará el agua? Harán reservorios, y habrá más agua, eso nos convendría a todos, así que cuando migremos del invierno al verano visitando estas jalcas, disfrutaremos mucho más del agua para chapotear. Muchos de nosotros hemos visitado varios países, y hemos visto grandes inversiones de dinero que han permitido la construcción de grandes reservorios”.
Y así, en varios momentos en forma acalorada, prosiguen los debates de los animales en el Congreso por el
Agua, y es muy ilustrativo ver cómo cada familia y cada especie no se abstiene de expresar sus dudas, sus temores, sus experiencias, sus conocimientos o sus objeciones; y hay muchos animales que esgrimen sólidos fundamentos acerca de las implicancias y consecuencias que acarrearía la ejecución de un proyecto minero en la Jalca y en cabeceras de cuenca, por parte de una empresa representada por el hombre.
A lo largo de 58 páginas, y conforme cada animal va participando en los debates, aparece el dibujo de quien hace uso de la palabra, con su forma y colores reales y con sus respectivos nombre común y científico. El libro consta de 68 páginas, 66 de las cuales tienen ilustraciones a todo color, en las que hay 105 dibujos de los diferentes animales que van hablando en el Congreso.
En la ceremonia realizada en el Salón Consistorial de la Municipalidad de Cajamarca, la presentación del libro estuvo a cargo del prestigioso biólogo Nilton Deza Arroyo, quien resaltó la importancia del libro, como por ejemplo que los niños puedan aprender la fauna, cuyos dibujos y nombres científicos están contenidos en él. Nilton Deza destacó varios pasajes y apreciaciones de los animales, comparándolas con declaraciones de ciertos personajes y sucesos de la realidad socio-ambiental cajamarquina. También consideró que su autor, el profesor Danny Abanto Cachy, podría convertirse en una personalidad destacada de la literatura, como lo son José María Arguedas, César Vallejo o Ciro Alegría, que también salieron del Perú profundo.
A su turno, en la ceremonia de presentación, Danny Abanto Cachy, el autor de este cuento –en realidad una novela corta– consideró que el cuento es enriquecedor porque permitirá hacer múltiples análisis, dependiendo de cómo los educadores lo trabajen utilizando diversas herramientas y técnicas. Invitó a leerlo y a discutirlo, recomendando no conformarse con la opinión de uno u otro de los animales, sino procurando tener un pensamiento divergente, creativo y crítico de cómo el hombre se va relacionando con la Naturaleza, cómo se está usando el agua, con qué tecnologías se empleará el agua, y de los beneficios que se obtendrán de usar el agua para la alimentación y otras necesidades humanas y para el futuro de la Humanidad. Agradeció los elogios de Nilton Deza hacia su persona, pero señaló que no se considera un literato sino un educador y un observador de la naturaleza. Consideró que las actividades humanas, cualesquiera sean, deben hacerse con respeto a la normatividad ambiental y a los principios éticos, morales, pero lamentó que en el Perú la ley está tergiversada, deteriorada y hasta corrupta; advirtió que no puede haber ley con corrupción, pues si hay corrupción la ley no se cumplirá. Alertó que los ríos, la biodiversidad, el alimento y hasta la propia vida están en peligro, y que lo que está pasando con los seres que al hombre le parecen insignificantes son indicadores de que el planeta Tierra está muriendo, y que esa agonía se debe a que la bomba hidráulica que da energía, que es el mar (para evaporar y luego llover), se está deteriorando.
Como señaló el autor, el Congreso por el Agua no sólo es un tema del Perú sino un asunto mundial. Muy acertadamente afirmó que en la distribución del agua, desde las partes más altas hacia las partes medias y a las partes más bajas, esta sufre impactos no sólo para la flora y para la fauna sino también para el consumo de la gente; pero que estos y otros aspectos científicos no se profundizan en el libro, pues de lo contrario el libro se convertiría en un libro científico; sin embargo, consideró que un profesor universitario, ya fuera que enseñe abogacía, sociología, biología, antropología, ingeniería o medicina podría explicar a sus alumnos cosas tan básicas como es en sí el agua; “si nosotros no entendemos lo que nos da vida, muy difícil vamos a comprender la magnitud de la naturaleza humana”, enfatizó Danny Abanto.
Finalmente, agradeció al Fondo Editorial de la Municipalidad de Cajamarca, al alcalde provincial Manuel Becerra, al Subgerente de Educación y Turismo de la Municipalidad, a la organización Perú Vientos de Paz, por su apoyo para la publicación del libro; agradeció también al profesor Luis Cerna Cabrera por haber hecho la corrección de la sintaxis, de la ortografía y del uso de cierta terminología; y agradeció también a su hija, la niña Dayana Crystel Abanto Tirado, quien hizo la mayoría de dibujos, “por dedicar mucho tiempo de su tiempo por dibujar el tiempo y el espacio en el poco espacio que ella tiene”.
La ingeniera Alicia Quispe Mogollón, responsable de la Zonificación Ecológica Económica del Gobierno Regional de Cajamarca, tuvo a su cargo el brindis de honor. Ella resaltó las cualidades de Danny Abanto como investigador de la vida silvestre, y como ejemplo atestiguó que en su investigación de las aves en la cuenca del Jequetepeque (1), Danny tenía la paciencia de seguir y fotografiar todo el ciclo de vida de las especies, desde huevos hasta adultas.
El Congreso por el Agua es un gran libro que debería distribuirse entre los docentes de todos los centros educativos, a fin de que tanto los alumnos como los propios profesores comprendan mejor, de manera didáctica y amena, las interrelaciones de las especies en los ecosistemas y la función que desempeña el agua en el mantenimiento de la vida y en el funcionamiento de los ecosistemas y en la propia existencia de la humanidad y la sociedad. De manera más específica, este libro podría hacer comprender, a quienes todavía no lo entienden, por qué se deben proteger las cabeceras de cuenca y por qué no se deben desarrollar proyectos mineros allí.
Este libro es un aporte más de Cajamarca a la conciencia y educación ambiental del Perú y del mundo. Vaya un especial reconocimiento a su autor y también a la Municipalidad Provincial de Cajamarca por el apoyo que le ha dado.
Nota
(1) Danny Abanto Cachy también es autor del libro Manual sobe la Vida Silvestre de las Aves en el Valle Jequetepeque, publicado en Cajamarca por Martínez Compañón Editores, en 2011.
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