Ayer fueron finalmente aprobados los nuevos salarios mínimos. Con los votos de la representaciones gubernamental y sindical en el Consejo Nacional de Salario Mínimo (CNSM) se aprobaron 300 dólares para el comercio, industria y servicios; 295 para maquila textil y confección; 224 para industria agrícola, café y recolección de caña de azúcar; y 200 dólares para agricultura, cosecha de café y temporada de algodón, los cuales entrarán en vigencia el 1^o. de enero de 2017.

La propuesta fue elaborada por el gobierno y era respaldada por las organizaciones laborales progresistas, y su aprobación fue posible gracias al cambio de correlación al interior del CNSM logrado con la reciente elección de nuevos representantes de los/as trabajadores/as. Hasta hace pocos días, esto era imposible debido a la férrea oposición de los representantes empresariales y de los sindicales que se plegaban a la postura de sus patronos.

Los nuevos salarios mínimos aún son insuficientes, pero son mucho más dignos que los míseros propuestos por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP). Por tanto, su aprobación constituye un triunfo significativo de los/as trabajadores/as y un logro importante de la gestión del Ministerio de Trabajo: es digno de reconocer el esfuerzo y empeño de la ministra Sandra Guevara.

Ahora las organizaciones sindicales tienen que defender esta conquista, porque los personeros de la ANEP ya amenazaron con revertir la elección de los nuevos representantes sindicales en el CNSM y -por consiguiente- anular los nuevos salarios mínimos. Para esto, los empresarios han anunciado que recurrirán ante sus amigotes de la Sala Constitucional.

Por eso es necesario que los sindicatos -apoyados por las organizaciones populares, movimientos progresistas, sectores democráticos y la población decente- se movilicen de manera preventiva contra la Sala, para exigir a los magistrados que no se atrevan a admitir ninguna demanda de inconstitucionalidad o amparo orientado a revertir este logro de los/as trabajadores/as.

Los magistrados Belarmino Jaime, Rodolfo González, Florentín Meléndez y Sidney Blanco deben respetar el proceso legal y transparente de elección de los representantes laborales del CNSM y la justa aprobación de los nuevos salarios mínimos. Y para esto es necesario que las organizaciones laborales y sociales estén alertas.

Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS)