Desde que en el Consejo de Seguridad de la ONU, los esfuerzos diplomáticos combinados de Malasia, Nueva Zelanda y Venezuela tuvieran por resultado la aprobación de la Resolución donde se condena la usurpación de territorios palestinos para construir asentamientos israelíes, es notable que la muralla anglosajona que suele proteger a Israel se haya agrietado, con la abstención de los Estados Unidos y la participación activa de la Nueva Zelanda. El férreo control de Tel-Aviv sobre Washington se ablanda.

Otro cambio digno de la mayor atención es la ocupación por el Ejército Árabe Sirio de la totalidad de la estratégica ciudad de Aleppo, algo que todas las maniobras diplomáticas dilatorias del Sr Kerry no lograron impedir. Esa victoria del gobierno de Assad subrayó la importancia de tener el apoyo ruso en el Medio Oriente. Un claro indicio es que las negociaciones de paz ya no se realizan en Ginebra, la patria del puritanismo anglosajón, se negocia en Astana una capital del Mercado Común Euro-Asiático.

Otro acontecimiento de relieve es el entendimiento entre China y las Filipinas para explotar conjuntamente mediante acuerdos específicos el área del Mar de China al que ambos países aspiran.  Un hecho de mucha relevancia fueron las palabras del Presidente Duterte durante su visita oficial a bordo de modernos destructores de la marina rusa, donde no sólo mencionó que eran bienvenidas sino que dejó entrever que pudieran tener bases de aprovisionamiento permanente y la posibilidad de entrenamiento y maniobras comunes. Esa misma posibilidad parece que se conversa con la Marina China.

Qué lejanos parecen los días en que, entre las reparticiones de galletas en la Plaza Maidan de Kiev, la Sra. Victoria Nulan soñaba con entregar a la marina norteamericana la base que la marina rusa tiene desde hace siglos en Sebastopol, Crimea. Ahora lo que se perfila es una presencia rusa en Subic Bay, la principal base que tuvo la marina norteamericana en Filipinas. A estos indicios, se suma el hecho de que la Administración Trump acaba de declarar muerto el TTP y más creo que sea para salvar la cara, porque ya era claro que ni Vietnam ni Filipinas lo ratificarían.

Ya estamos en el Mundo Multipolar

- Umberto Mazzei

Bourg en Bresse, Enero 2017