Sirva esta breve biografía de este gigante de la Historia de nuestra patria, para recordar y darle merecido homenaje a Benito Pablo Juárez García, nacido en San Pablo Guelatao, Oaxaca, en el año de 1806 hijo de Marcelino Juárez y Brígida García; fenecido en la Ciudad de México en el año de 1872.

Debemos tener presente la procedencia de este insigne mexicano digno representante de nuestros pueblos originarios de la variedad rica y diversa del estado de Oaxaca: siendo niño y adolecente hablaba solamente la lengua materna –el zapoteco-, pues procedía de la cultura zapoteca ubicada al sur del valle de Oaxaca (Istmo de Tehuantepec), la orfebrería era especialidad de este pueblo, es decir hábiles en el arte de hacer objetos de barro, oro, plata y otras piedras preciosas. Juárez -al quedar huérfano- emigra muy joven a la ciudad de Oaxaca, donde -de acuerdo a las posibilidades- entró de lleno al estudio, aprendiendo el idioma español o castellano; México pasaba por momentos económicos y políticos muy difíciles, debido a que la riqueza y las tierras las poseía o concentraba el Alto Clero, es decir, los altos clérigos de la Iglesia Católica; esto provocó a que Juárez y un grupo importante de hombres de cultura, morales y políticos como Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez, Melchor Ocampo, Guillermo Prieto, Sebastián Lerdo de Tejada y muchos más, decidieran tomar amplias responsabilidades con el fin u objetivo de la Restauración de la República; Juárez llegó a ocupar varios puestos políticos tanto en su estado natal como en México; siendo aún muy joven se tituló de Licenciado en Derecho, egresado del Instituto de Ciencias y en el año de 1831 fue Regidor del Ayuntamiento del estado de Oaxaca, año después, Diputado al Congreso local, en 1846 fue Diputado al Congreso de la Unión, tiempo después, Gobernador del estado de Oaxaca (1847-1852), más adelante llegó a ser Presidente de la Suprema Corte de Justicia y poco tiempo después el máximo cargo de Presidente de la República, así lo disponía la Constitución de aquél entonces.

Como se dijo, la República pasaba su peor momento, se enfrentaban ferozmente dos grupos políticos irreconciliables -los liberales y conservadores-, Juárez siendo liberal luchó decididamente para consolidar nuestra pobre República, amenazada por la oligarquía local y el Alto Clero Político, pero, el mayor peligro venía del exterior, es decir, del imperialismo europeo y el de EE.UU. Benito Juárez se opuso tajantemente a la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo (1847), producto de la invasión del ejército de EE.UU y se dio el funesto despojó de más de la mitad del territorio de nuestro país.

Juárez siendo Presidente de la República y su gabinete resistieron la Guerra de Reforma (1858-1860) Durante todo ese tiempo y en determinados momentos, Juárez sufre el exilio en Cuba, pero finalmente logra establecer su gobierno en el estado de Veracruz donde se promulgan las Leyes de Reforma.

Un hecho que se dio debido a los problemas económicos y políticos, no quedaba otra cosa que declararse la moratoria del pago de la deuda externa, lo que molestó a tres países europeos, Francia, Inglaterra y España que invaden a México por el Puerto de Veracruz; el Secretario de Relaciones de aquel tiempo logró persuadir a Inglaterra y España de la situación económica y política complicada de la República retirándose después, no así el imperio francés apoyados por los conservadores, invadieron a México (1863,1864), profundizando la problemática nacional, en lo interno y externo. Juárez y su familia tuvieron que estar moviéndose en un modesto carruaje, de un punto a otro para no ser aprehendidos por el ejército invasor francés y en un clima demasiado complicado resistir luchando en el ejercicio de su embestidura presidencial. Esta guerra termina con lo acontecido en el Cerro de las Campanas, en Querétaro.

Las Leyes de Reforma empezaron a aplicarse paulatinamente, trayendo orden y cambios relevantes para la ciudadanía de la República, algunas de ellas fueron: la “Ley de Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación del Distrito y Territorios”, ésta logra quitarle autoridad a la Iglesia, la cual mantenía por sobre todos los ciudadanos; “Ley de libertad de Imprenta”, esta ley fue la primera sobre la libre expresión, promulgada por el secretario de Relaciones Exteriores de aquel tiempo, José María Lafragua; “Ley del Registro Civil”, esta creó el estado civil, otorgando al gobierno el poder llevar el registro de la población; “Ley Iglesias o Ley sobre derechos y observaciones parroquiales” la cual determinó se quitara la obligatoriedad de dar el diezmo; así sucesivamente otras más de gran valía que concretizaron la separación del Estado y la Iglesia.

Las leyes de Reforma tuvieron gran impulso durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada, poco antes del gobierno de Porfirio Díaz en el cual fueron detenidas o suspendidas de manera indirecta, así el gobierno de Porfirio se congració con la iglesia para recibir el apoyo de ésta y poder conservar la criminal dictadura durante 30 años, pero con el inicio de la Revolución Mexicana (1910-1917) dichas leyes volvieron a entrar en vigor.

En 1853 Antonio López de Santa Anna, desterró a Juárez a Nueva Orleans y Margarita Maza de Juárez, es decir, su esposa, huye un año después estando embarazada y con 6 hijos a Oaxaca y en Etla logra poner una tienda para trabajar y así poder sobrevivir, tiempo después logra reunirse con su marido en Veracruz. El 2 de enero de 1871 estando al lado de Juárez en la Presidencia de la República, ella fallece, un año después el 18 de julio de 1872 en la Ciudad de México, el Presidente Benito Juárez también deja de existir físicamente.

Los gobiernos tecnócratas, neoliberales y de derecha en México, se han empeñado de desdeñar la historia de México y Universal también; baste preguntarles a los niños, adolescentes y adultos sobre quien fue Benito Juárez y Margarita Maza para saber que la mayoría desconoce sobre la vida y obra no sólo de ellos, sino de los demás próceres mexicanos y mexicanas y de la historia universal que tanto dieron a la humanidad. Recobrar la memoria histórica es una tarea de urgente necesidad.