Paraguay de cara a elecciones y escenario futuro

17/04/2018
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El gobierno de Horacio Cartes está ingresando a su fase final, en algunos meses deberá entregar el mando presidencial al que surja electo de las elecciones a llevarse a cabo el 22 de abril de 2018. Mario Abdo Benítez por la Asociación Nacional Republicana (Partido Colorado) o Efraín Alegre por la Alianza Ganar.

 

Con “el bastón de mando” se traspasará un importante monto de deuda pública – y proyecciones de seguir aumentando- una ley de militarización inconstitucional que hace que las fuerzas armadas se ocupen de seguridad interna, un decreto a favor de la deforestación, un sistema de salud prácticamente en ruinas, una política pública de educación en claro retroceso, una burocracia estatal al servicio del capital trasnacional, un manto de corrupción e impunidad  sobre los organismos encargados de la justicia, entre otros males sociales de la  cortina democrática conservadora.

 

El entramado político en Paraguay deja muy poco espacio para alternativas profundas de cambio, el deseo de avance de un proyecto liberador aún llevará tiempo mientras las fuerzas de izquierda logren recomponerse y obtener mayor aglutinación, sin embargo la disputa democrática a los poderes fácticos, a los pensamientos fascistas que desean eternizarse en el poder se desarrolla en un escenario dinámico, contradictorio y conflictivo que deja poco margen de acción transformadora, no obstante, abandonar dicho escenario sería entregar absolutamente el poder a los intereses de las élites locales y sus aliados internacionales para profundizar un modelo excluyente que fabrica pobres, los encierra y los persigue.

 

Es visible que en las próximas elecciones generales en Paraguay no se disputen dos proyectos radicalmente opuestos, pero sí se definirán escenarios más o menos favorables para que los movimientos populares puedan disputar sus ideas y proyectos de emancipación, utilizando varias formas de lucha para frenar el avance de la arremetida conservadora en Paraguay y la Región. Detener el proyecto autoritario del Partido Colorado encabezado por un heredero directo de la dictadura stronista, habilitará un escenario no ideal, pero que podría converger en situaciones mucho más favorables para disputar espacios de mayor participación y conquistas para los sectores oprimidos.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/192308
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