El 30 de abril, el pueblo venezolano derrotó la nueva asonada golpista de Juan Guaidó, de Washington y del Grupo de Lima. Pero el peligro persiste, Washington hace de la caída de la democracia bolivariana, a como dé lugar, la clave de su cruzada anti-socialista en todas las Americas.

Juan Guaidó, sorprendió al comenzar el día anunciando en un video, rodeado de soldados, el comienzo de la “fase final” de la Operación Libertad. Que el 1º de mayo celebraría en el palacio de Miraflores el derrocamiento de Nicolás Maduro.

También anunció la liberación del arresto domiciliario a su mentor, Leopoldo López. Al final del día, Leopoldo López, condenado por las guarimbas de 2014, se refugió en la embajada de Chile en Venezuela de acuerdo The Guardian. La BBC informa que terminó en la embajada de España. La versión del gobierno de Nicolás Maduro es que fue liberado gracias a la compra de agentes de seguridad.

El sorpresivo anuncio habría sido, según EFE y otras agencias, en la base de la fuerza aérea de la Carlota: El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, desmintió la toma de esa base aérea. Después se confirmó que el anuncio se hizo en un cruce caminos y que en realidad se trataba de un puñado de militares desertores, 24 de los cuales se asilaron en la embajada brasileña. Los golpistas terminaron replegándose a la zona de Altamira de acuerdo a Página 12.

El anunciado cerco, del gubernamental palacio de Miraflores por las masas movilizadas en la llamada Operación Libertad, nunca ocurrió. A pesar del fracaso de su estrategia sorpresiva, Juan Guaidó sigue llamando a la movilización el 1º de mayo.

Ya en la mañana, CNN, daba a conocer que el Ministro de Defensa Vladimir padrino afirmaba que “no hay ninguna situación que ponga en peligro la institucionalidad en Venezuela en este momento”. Afirmó que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) respeta la Constitución y apoya de manera irrestricta el Gobierno de Nicolás Maduro.

Al final del día, hasta el New York Times, muy crítico del gobierno venezolano, debió reconocer que Juan Guaidó perdió su apuesta: no consiguió derrocar al presidente Nicolás Maduro. La BBC debió confirmar que Nicolás Maduro cuenta con la total lealtad de los comandantes militares.

Aunque en Venezuela fracasó el nuevo intento de golpe de la oposición, el peligro de explosiones de violencia continúan: Washington y el Grupo de Lima continúan su cruzada contra la revolución bolivariana.

Guaidó al Basurero de la Historia

La periodista Caroline Hick, señalaba que el 23 de enero, el autoproclamado presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó, inició una partida de póker con el futuro de Venezuela. Ha perdido varias manos desde entonces. Esta nueva derrota puede destinarlo al basurero de la historia.

Y es que se repitió el escenario de acto fallido, del 23 de enero. En ese entonces, se argumentaba que bastaba con su autoproclamación, por sí y ante sí y… el apoyo de Washington y sus aliados, para que cayera el usurpador. Ello no ocurrió y hubo muchos decepcionados en Washington y en el Grupo de Lima.

También fracasó la argucia de la ayuda humanitaria del 23 de febrero. A pesar de que Washington encabezó abiertamente el liderazgo de la ofensiva, en el Consejo de seguridad de las Naciones Unidas y en la Organización de Estados Americanos, sólo unos cincuenta países sobre los más de 200 que componen la comunidad internacional, le respaldan. Las organizaciones internacionales humanitarias rechazaron el uso político de la ayuda humanitaria. Además, las promesas de amnistía a la FANB, como estrategia golpista, también fracasaron. Lo cierto es que hubo consenso en la imposibilidad de la intervención militar externa… de no mediar una fuerte justificación.

Los costos para Venezuela han sido enormes. La oposición no consiguió galvanizar en movilización social las crecientes dificultades económicas por el bloqueo, los cortes eléctricos, el creciente aislamiento internacional. No hubo masivas movilizaciones sociales el 6 de abril, entre otras amenazas de Guaidó. Las sanciones de Washington, como estrategia de desgaste del apoyo popular de la Revolución Bolivariana, la llamada guerra híbrida, no dan resultados inmediatos.

El conflicto venezolano se ha internacionalizado en disputa de zonas de influencia. Ha sido más bien la estrategia rupturista y antidemocrática del ala más radical de la derecha Venezolana la que se ha ido desgastando. El único gesto significativo, no simbólico, de todo este periodo, del presidente encargado, ha sido de liberar a su mentor Leopoldo López, gracias a la corrupción de agentes de seguridad.

Juan Guaidó insiste en que no hay vuelta atrás. Su política rupturista no acepta las reglas de la democracia bolivariana. El apoyo de Washington y del Grupo de Lima a la salida rupturista mantiene abierto el camino del recrudecimiento de la violencia en Venezuela. La paciencia no es un atributo del actual arrendatario de la Casa Blanca y sus halcones.

Continúa la Ofensiva contra la Democracia Bolivariana

Cayeron las caretas, la incapacidad de Guaidó en quebrar la FANB y en movilizar masas populares insurreccionales contra el gobierno de Nicolás Maduro refuerzan la alternativa de la intervención internacional abierta.

El lunes 29 de abril entro en vigor el embargo petrolero total impuesto por Washington contra Venezuela. Se aplica a todos quienes comercian con EUA. La espera paciente de los efectos del embargo económico, financiero y diplomático contra Venezuela.

Como lo hace desde el 23 de enero, Washington fue el primero en apoyar la asonada golpista de Guaidó, extendiendo sus ataques a aliados de Venezuela. En CNN el ministro de relaciones exteriores de Donald Trump, Mike Pompeo, afirmó sin pestañear, que el presidente Nicolás Maduro, iba a escapar a Cuba, pero los rusos le convencieron en quedarse.

Por su parte, en Twitter, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a Cuba con un embargo total si seguía apoyando el gobierno bolivariano. De acuerdo al Comercio, John Bolton afirmó que varios miembros del gobierno de Nicolás Maduro habían prometido transferir el poder a Juan Guaidó. Entre ellos, el ministro de defensa Vladimir Padrino, Maikel Moreno, de la Corte Suprema y Hernández Dala de la Guardia Presidencial.

La Jornada, a las 20:30 del martes, informó que el presidente de la república bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó el fracaso del intento de golpe de estado de Juan Guaidó y Washington.

En El País, el canciller venezolano Jorge Arreaza, afirma que se trata de “un capítulo más de un golpe de estado continuado” que comenzó el 23 de enero, con el apoyo y liderazgo de Washington. El propio Arreaza fue agregado a la lista de sancionados por Washington, hace unos días.

La única solución para Venezuela sería el diálogo, como el planteado por el Grupo de Montevideo y el Grupo de Contacto de la Unión Europea. Pero tanto la oposición venezolana, como Washington, la OEA y el Grupo de Lima, “hay una muralla contra el diálogo”, según Arreaza.

Lo cierto es que la asonada golpista de Juan Guaidó, no tiene posibilidades de concretizarse, pero puede aumentar la violencia y las condiciones para una intervención externa. La solidaridad internacional con Venezuela es clave en estos momentos.

30 de abril de 2019. 

- Marcelo Solervicens blog marcelosolervicens.org