Un golpe militar exitoso, que controla la seguridad de los espacios públicos, puede pedir a la gente que salga a la calle para apoyar lo que es un modo muy corriente de legitimar un golpe de Estado. Es una estrategia exitosa porque la gente sigue a los vencedores. En esta farsa filmada en plena calle, donde Guaidó posa con López y una docena de uniformados, haciendo creer por las redes sociales que han tomado la base aérea de La Carlota, donde nunca estuvieron. Y sin que llegaran a controlar ningún espacio más allá del distribuidor de Altamira. En esas circunstancias, pedir a la población que vaya a reunírseles para apoyar su “golpe” es en realidad pedir escudos humanos que se interpongan entre la banda de Guaidó y las fuerzas superiores del gobierno. Una interposición que puede convertirlos en “carne de cañon”; tal vez, tiene el propósito de hacer que las fuerzas armadas de Maduro mataran a algunos manifestantes civiles, para tener víctimas con las cuales nutrir la campaña de propaganda contra Maduro. Tal vez, como parecen indicar las declaraciones de John Bolton, ese teatro fue montado con la creencia digna de tontos que, mirando las pocas fotos publicadas por los medios, Maduro se asustaría mucho y se escaparía a Cuba, dejando el poder en las manos de Guaidó, López y la docena de acompañantes uniformados. No se puede negar que la estupidez y el wishful-thinking de la oposición venezolana y sus padrinos de Washington, no cesa de sorprender por su estupidez hasta a los más ásperos críticos del gobierno del Sr. Maduro.

En mi opinión con este intento de convocar manifestantes para escudar a Guaidó, rodeado de sus pocos uniformados, poniendo en riesgo la vida de los civiles opositores, es un acto cobarde, criminal e irresponsable del supuesto Presidente Interino. Con eso Guaidó ha perdido toda credibilidad y cualquier legitimidad que, como Presidente de la Asamblea Legislativa, haya tenido. Temo mucho que después de este descrédito, la única utilidad política de Guaidó para Washington sea tan solo como mártir. ¡Que Maduro lo cuide mucho!

El fracaso de esa farsa deja abierto un interrogante, como varios de los farsantes fueron a refugiarse en Embajadas extranjeras que reconocen a Guaidó como Presidente Interino. Es legítimo preguntarse qué obligación tiene el gobierno del Sr. Maduro de respetar la extra territorialidad y la inmunidad diplomática de Embajadas de países cuyos gobiernos retiraron el reconocimiento a su gobierno y reconocen como gobernante de Venezuela al Sr. Juan Guaidó. El gobierno italiano resistió las presiones de Washington y Bruselas para desconocer al gobierno de Maduro y reconocer a Guaidó. El gobierno italiano argumentó que en Venezuela había centenares de miles de italianos y muchos intereses italianos que de ese modo dejarían de tener representación ante quienes en efecto y efectivamente gobiernan a Venezuela. ¿Qué sucede (es solo una hipótesis, no creo que en realidad llegué a suceder) si la policía del gobierno del Sr. Maduro entra a la sede de la Embajada española a apresar por sedición al Sr. López? Cuando el representante de Madrid vaya a quejarse en la Cancillería venezolana, por el proceder de la policía venezolana, el Ministro Arreaza estará en su derecho si le dice, con aplomo: “Muy señor mío, vaya usted a quejarse ante el Sr. Juan Guaidó, que es el gobernante venezolano reconocido por el Gobierno de España”.

Almeria, 01/05/2019