Honduras: UNAH y el desarrollo perdido

10/03/2020
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El rector Francisco Herrera, en el encuentro por Honduras
Foto: Presencia Universitaria
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Después de mucho tiempo en oscuridad, las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), se han dado cuenta que la autonomía hay que ejercerla permanentemente, no solo para asignar y ejecutar su propio presupuesto, sino también para identificar y proponer alternativas de solución a los grandes problemas que aquejan al país, masificados después del golpe de Estado (junio de 2009). Estas acciones, tal como manda su Ley Orgánica, deben ser integrales, o sea que abarquen la economía, política y sociedad, y participen los principales actores internos (gobierno, docentes, alumnos) en igualdad de condiciones, y externos como los empresarios, partidos políticos, iglesias, centrales obreras, campesinas y demás organizaciones de sociedad civil.

 

Frente al pensamiento único que impone el modelo neoliberal autoritario y sus políticas de asalto a las arcas del Estado y bienes públicos, se abren espacios para empezar a construir modelos alternativos de desarrollo que pongan en el centro de análisis al ser humano y la naturaleza, tal como lo sugirieron economistas y filósofos hace más de 200 años.

 

El Encuentro Nacional por Honduras (ENAH) que promueve la UNAH, busca, entre otros objetivos, “generar una propuesta nacional unificada surgida desde la ciudadanía hondureña a través de sus diferentes actores organizados, para construir una nueva agenda de desarrollo para el país”. Para tal propósito, se contempla la celebración de un Foro UNAHMOS que incluye una conferencia magistral, un panel de expertos por ejes temáticos y la conformación de mesas de trabajo con actores de sociedad civil organizada. Entre los ejes temáticos destacan: a) modelos alternativos de democracia; b) economía, juventud y modelos de desarrollo; c) mujeres, territorialidad y pueblos étnicos; d) universidad y educación superior en Honduras.

 

Se espera que los expertos y actores participantes, ayuden a entender la crisis profunda que enfrenta la economía y sociedad hondureña, donde, según autoridades del gobierno, no existen otras alternativas de solución que aquellas que se vienen ejecutando con apoyo de la empresa privada, movimiento obrero-campesino patronal, partidos políticos tradicionales, iglesias (evangélicas, sobre todo), Fuerzas Armadas y el Comando Sur de los Estados Unidos de Norteamérica.

 

En lo político, un obstáculo es la vigencia de un sistema de gobierno autoritario que se resiste a la democracia participativa y representativa, ya que conlleva pérdida de poder y privilegios. Este evento y sus recomendaciones, puede dar un espaldarazo a los procesos de reforma electoral y política en marcha, donde se busca transparentar las elecciones internas y generales, y definir reglas claras para la gobernanza democrática; caso contrario, sería un ejercicio de más denuncia, tal como fue el Diálogo por Honduras apoyado por las Naciones Unidas, cuyo propósito es buscar legitimar las autoridades universitarias y sus acciones de cara a las elecciones del gobierno universitario previstas para abril de 2020. Las propuestas de los partidos políticos sobre la integración de los órganos electorales, la emisión de una nueva tarjeta de identidad, segunda vuelta, voto en el exterior y la integración de las mesas electorales, es una exigencia nacional que los participantes al foro y mesas de trabajo no deben ignorar.

 

En lo económico, un modelo de libre mercado con amplia participación de la empresa privada corporativa en la prestación de servicios públicos, el Extractivismo agrícola y forestal, comercio bilateral dependiente, maquila “aditiva”, empleos de mala calidad y uso indiscriminado de recursos financieros que han aumentado el endeudamiento del país, debe cambiar. Frente a ello, el nuevo desarrollismo abre nuevas brechas de intervención liderada por gobiernos más renovados, donde se busca: a) un crecimiento sostenido del PIB y PIB per cápita, por lo menos arriba de 5% y 6%; b) diversificación productiva con una mayor participación de bienes agroindustriales e industriales, frente al monocultivo de vieja y nueva generación y el Extractivismo agrícola, minero y forestal; c) transversalidad de la equidad y d) protección y aumento del capital social.

 

El ejercicio de derechos de propiedad por el Estado sobre los bienes naturales debe ser una exigencia asumida por todos los participantes, redefiniendo las funciones y competencias públicas y de actores privados. El costo para la economía y sociedad hondureña del Extractivismo es muy alto, generándose efectos multiplicadores que hacen poco probable pensar en un desarrollo inclusivo y sostenido; la constante, es el deterioro de los recursos, expulsión, migración y muerte de la población, sobre todo indígena.

 

Una utopía planteada es que, frente al modelo neoliberal, la sociedad demanda la vigencia de un modelo socialista y democrático, por lo que los participantes al evento no deben asustarse si los estudiantes que, en su mayoría, son lo que acuerparan este evento, lo exigen como proyecto alternativo de desarrollo.

 

La Educación Superior en Honduras, se encuentra en una etapa crítica, más allá del cemento, publicidad e informática. Por un lado, en la mayor parte de las carreras de ciencias económicas y sociales, se ha perdido el pensamiento crítico sobre la realidad nacional. Y, en las carreras técnicas, el acompañamiento de la institucionalidad pública y actores privados y cooperantes, es muy débil. Hay necesidad de una reforma del currículo de gran parte de las carreas, el ajuste de algunas de ellas como Derecho, Sociología y Desarrollo Local, y la vigencia de nuevos postgrados en Economía Urbano/Espacial, Ingeniería Financiera, Ingeniería Ambiental y Políticas Públicas. Hay que legalizar el estado informal de más de 500 profesores por hora, utilizar de mejor forma el espacio físico, aumentar el acceso al libro y abaratar el costo, y descentralizar parte de las carreras impartidas a los centros regionales. Igual, conformar un fondo para financiar los gastos de matrícula de estudiantes, movilización y estadía en la UNAH, en especial aquellos de bajos recursos.

 

La pregunta que se hacen dirigentes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), algunos de los cuales están apoyando-entre bastidores- el evento UNAHMOS, es qué queda para después; o sea, después que se elabore el documento de propuesta surgido del debate entre los principales actores involucrados. Un error que se puede cometer es entregarlo al gobierno actual para que suavice parte de las políticas económicas y sectoriales ejecutadas, incluyendo aquellas decisiones que han afectado los derechos humanos de la población; utilice además el documento como bandera de lucha política. Una segunda opción es la entrega a los líderes de los partidos con posibilidades de triunfo en las elecciones generales, caso de Xiomara Castro y Salvador Nasralla; pero también, a Mauricio Oliva, virtual candidato del partido nacional.

 

Pero, al parecer, la mejor opción, es que la Academia conforme un grupo de incidencia política de cara a los procesos electorales, para que los candidatos a cargos de elección popular asuman como válido el compromiso de ejecutar dichas recomendaciones. Igual, puede exigir al gobierno actual como parte de estas recomendaciones, derogar leyes, programas y proyectos dañinos para la economía y sociedad, evitando el drenaje de recursos por la mala administración de empresas como la ENEE y el sobreendeudamiento para fines políticos y corrupción.

 

Lo que se busca es que el documento no quede en el olvido, como ejemplo el diagnóstico del empleo y propuestas, elaborado por la carrera de economía, o la estrategia de vinculación UNAH-sociedad. A lo interno de la UNAH, el encuentro debería contribuir a ayudar a mejorar la capacidad de investigación, promoviendo encuentros y foros de debate en cada una de las facultades; pero también ampliar la oferta de revistas de investigación donde los docentes y alumnos se sientan partícipes.

 

Finalmente, hay una creciente demanda de la sociedad frente a la UNAH, cual es la búsqueda constante de respuesta a los grandes problemas que enfrenta; lo recomendable, es ir sacando en forma progresiva la UNAH a los territorios, y construir academia desde ellos, ya que son los principales actores de cambio social, político e incluso económico.

 

Tegucigalpa, DC, 9 de marzo de 2020

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/205160
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