ALCA, el neocolonialismo americano

12/03/2002
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Desde Simón Bolívar, el sueño de integración de América se levanta ante nosotros como una esperanza de unión de pueblos marcados por una trayectoria común de colonización. Un sueño de Unión basado en la fraternidad y la solidaridad. Pero esta esperanza parece no ser compartida por la mayoría de los gobernantes del continente americano. Pues cuando hablan de integración americana, miran hacia el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). Una propuesta que no considera la solidaridad y si garantiza derechos y ventajas al gran capital sin preocuparse con las regiones y sectores menos favorecidos. El ALCA podrá representar un neocolonialismo y no la unión de los pueblos americanos. La prohibición de importación de otros países, que había en la era colonial, será sustituida por un mecanismo más sofisticado, que es la ventaja tarifaria para los productos venidos de la metrópoli. La prohibición formal, en la colonia, de instalación de industrias de capital nacional, será sustituida por una prohibición tecnológica, puesto que la brutal ventaja competitiva de los conglomerados metropolitanos podrá impedir el nacimiento de actividades económicas locales. La garantía que tenían los ciudadanos metropolitanos de ser regidos por las leyes de su país, incluso estando en suelo colonial, podrá resurgir transfigurada en una legislación que garantiza la rentabilidad de los inversiones externas en nuestro país. O sea, si, por ejemplo, resolvemos adoptar legislaciones ambientales más rígidas que impliquen costos de preservación del medio ambiente a las industrias multinacionales aquí instaladas, probablemente tendremos que indemnizarlas por la reducción de sus lucros. La situación clásica del colonialismo, en la cual exportábamos materias primas e importábamos productos industrializados acabados, amenaza con retornar. La apertura abrupta y sin criterio de nuestra economía a esta nueva metrópoli, en un escenario internacional caracterizado por la continua caída de los precios de los productos primarios y por la alta capacidad tecnológica y competitiva de los Estados Unidos, podrá permitir una ampliación de nuestra exportaciones de productos básicos, semi-elaborados o poco industrializados. Pero, ciertamente en contrapartida, tendremos el crecimiento de la importaciones de productos con alto valor agregado. Nuestra dependencia tenderá a ampliarse. Como si no bastara todo eso, hay amenazas mucho más graves en la propuesta del ALCA pues incluye cuestiones que van mucho más allá de las comerciales y tarifarias. Ellos quieren resucitar el Acuerdo Multilateral de Inversiones, el AMI, que por la correcta acción del movimiento social europeo no pudo prosperar en el ámbito de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Ahora que los Estados Unidos no consiguieron convencer a los europeos, nos quieren probar que esto es bueno para Brasil y para América Latina. Con el AMI no podrá haber más la distinción entre empresa nacional y extranjera. No será posible elaborar políticas que desarrollen y fomenten el empresariado nacional. Todo lo que beneficia a las empresas brasileñas deberá estar disponible también para las norteamericanas. Es más, habrá apertura para la intervención privada en todas las áreas. Con esto, ningún país podrá prohibir la presencia de la iniciativa privada en áreas como higiene, salud y educación. Si ello fuera plenamente implementado, el capital especulativo tendrá libre movilidad y, en caso se establezcan barreras, los gobiernos tendrán que indemnizar a los especuladores por sus pérdidas. No hay como dejar de considerar esto. No queremos un futuro que retrate el pasado. La conformación del ALCA no constituye un hecho inexorable. Es necesario aclarar y movilizar a la población latinoamericana. No podemos aceptar la implementación del ALCA, pues lo que está en juego no es la libertad económica. Lo que está en juego es la soberanía nacional de los pueblos latinoamericanos. El refuerzo y la cualificación del MERCOSUR es prioritario. * Olívio Dutra es Gobernador del estado de Rio Grande do Sul (Brasil).
https://www.alainet.org/fr/node/105707

Del mismo autor

S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS