El referéndum como excusa para una intervención norteamericana
Operación Haití
25/04/2007
- Opinión
Caracas, Agencia Periodística del Mercosur (APM).- Después del golpe de estado del 11 de abril del 2002 y el paro petrolero del año pasado, el tercer capítulo de la ofensiva opositora para derribar al gobierno constitucional que lidera el presidente Hugo Chávez, tiene como eje rector la discusión en torno al referéndum revocatorio.
En ese marco, las fuerzas antigubernamentales se lanzaron a una conspiración con fuerte encaje en Washington y no reparan ante la posibilidad de provocar un intervención armada desde el extranjero.
Es en ese contexto que debe inscribirse la reciente renuncia del embajador de Venezuela ante Naciones Unidas (ONU), Milos Alcalay, quien al hacer pública su dimisión, el jueves pasado en Nueva York, dijo repudiar las violaciones a los derechos humanos supuestamente cometidas por el gobierno de Chávez, tratando de provocar un hecho de fuerte repercusión mediática.
La renuncia de un diplomático de alto rango por diferencias políticas con su gobierno no es un hecho que deba sorprender ni en si mismo implicaría un acto de desestabilización política, pero cuando ese funcionario justifica su retiro en acusaciones infundadas o sin presentar pruebas que lo avalen, entonces sí es lícito considerar que la medida puede esconder otras intencionalidades. Sobre todo porque la historia de América Latina reboza en ejemplos sobre como los servicios de inteligencia estadounidenses operan sobre los diplomáticos de aquellos países que encaran proceso antihegemónicos.
El referéndum revocatorio es un instrumento de democracia participativa introducido por la Asamblea Constituyente en 1999. El mismo necesita de tres requisitos fundamentales: puede ser convocado una vez transcurrida la mitad del mandato del gobernante a revocar, se necesita recolectar las firmas del 20 por ciento del padrón electoral y las mismas deben estar supervisadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta institución debía pronunciarse el último día de febrero sobre la validez de las rúbricas presentadas por la opositora Coordinadora Democrática (CD) en todo el país bajo el slogan “Ahora sí se va Chávez con tu firma”.
La oposición utilizó herramientas fraudulentas para lograr los dos millones 452 mil 179 firmas que posibilitarían volver a las urnas a los venezolanos. Un grupo de grafotécnicos determinó, a pedido del CNE, que en las planillas (que una empresa privada elaboró a pedido de la CD) se repetían características similares en el trazado de las rúbricas. Las planillas planas se obtenían "escaneado" el original, lo que permitía que un mismo ciudadano pudiera usurpar identidades de otros compatriotas. Funcionarios de la Universidad Bolivariana, expresaron que en las universidades privadas se valieron de las planillas de ingreso de los estudiantes para aumentar el caudal de adhesiones a la convocatoria contra el Presidente de la Nación.
Fernando Ganteaume, dirigente del Movimiento Quinta República (MVR), recordó que en el estado de Miranda, en los despachos de la ONG "Súmate", se firmaron enormes cantidades de hojas en blanco. Chávez sospecha que se valieron de la banca privada para transferir las rúbricas de los clientes.
Estas anomalías quedaron comprobadas cuando Francisco Carrasquero, presidente del CNE, leyó el último martes la resolución del organismo: 377.503 solicitudes fueron rechazadas de plano por tratarse de personas muertas, menores de edad o extranjeros. Solo fueron consideradas legítimas 1.832.493, quedando con posibilidad de reparo 876.017, las cuales están contenidas en las famosas planillas planas. Este proceso de rectificación durará cinco días, en el mes de marzo, y se habilitarán 2.700 centros de votación fiscalizados por observadores internacionales como la OEA y el Centro Carter.
Mas allá de la estadística formal, la coalición opositora y golpista preveía el resultado del CNE y orquestó un plan de desestabilización interna para justificar el pedido de una intervención militar extranjera.
El primer paso fue la movilización hacia el Hotel Caracas Hilton el último viernes, donde se estaba desarrollando la Cumbre del G15, para entregar una carta de denuncia a los Jefes de Estado que se encontraban allí. El objetivo era mostrar una situación de caos en Venezuela para que la obsecuente prensa extranjera repitiera los lineamientos de la CNN. Los manifestantes chocaron contra la Guardia Nacional, tirando piedras y arrojando bombas molotov, hubo cientos de heridos y dos muertos.
El domingo pasado, tras la contundente marcha oficialista al Jardín Botánico, el principal cuadro opositor, quien esta deseoso de cumplir el trunco sueño de Carmona, Enrique Mendoza, gobernador de Miranda, anunciaba por los canales de TV privados un plan de lucha para que sus adeptos hagan ingobernable el país.
Para el diputado del MVR, William Lara, esta conjura reaccionaria tiene su matriz en un Manual de Operaciones Psicológicas del Ejército de Estados Unidos. El espíritu del mismo quedo retratado cuando Venezolana Televisión puso al aire una cinta telefónica donde el dirigente opositor, Ricardo Koesling, le decía jocoso a un amigo, en referencia a la convocatoria chavista, “hay que echarle bala mañana, trancar las avenidas para que no entren los autobuses”.
Para este noble objetivo sugería regar con caña las gargantas de los militantes para potenciar su coraje. Este plan insurreccional fue bautizado por los aliados de la Casa Blanca como “La Guarimba”.
Ernesto Mercado, representante internacional de la Juventud de Patria Para Todos, considera que "como Bush esta perdiendo las próximas elecciones presidenciales en las encuestas, a la oposición golpista le queda un par de meses para hacer algo, en realidad están desesperados”.
Mónica Saiz, gestora desde sus inicios del Congreso Bolivariano de los Pueblos, analiza que “no tienen opción con la lucha democrática o con la lucha de masas. Lamentablemente su conducción es fascista, los sectores democráticos de la oposición tendrían que reflexionar”. Es más, el semanario de análisis “Temas”, reveló que la Asociación Civil Campesina recibió 11. 500 dólares del organismo norteamericano Fondo Nacional para la Democracia (FND), a fin de sabotear la distribución de tierras en 10 estados venezolanos.
Para Ismael García, diputado del reciente partido político Podemos, cabría la posibilidad de que la oposición cometa un atentado terrorista contra la embajada de Estados Unidos para tensar las relaciones internacionales. Un muro invisible divide las simpatías políticas en Caracas. En el este, donde viven las clases más pudientes, la oposición concentró sus fuerzas de choque para pintar con furia en las paredes: “Votos o Sangre”. En el oeste, hay tranquilidad, ahí el pueblo se detuvo a escuchar el dictamen del CNE como si fuera la final de un campeonato mundial de fútbol. En Plaza Bolívar, donde sonaron bombas de estruendo para festejar el resultado, se encuentra la famosa “esquina caliente”, lugar cotidiano de reunión del núcleo duro callejero chavista.
La polarización política también llegó a las pantallas de TV. Mientras el sector privado estampaba durante todo el día un "videograph" que decía “luto activo”, Venezolana Televisión replicaba con “La mayoría repudia la violencia opositora”.
Así comenzó la semana, con piquetes de los que siempre tuvieron trabajo quemando neumáticos y basura en las principales avenidas, con los números telefónicos y fotografías de los tres rectores del CNE (a quién la CD acusa de oficialistas) en los diarios de mayor tirada para que la población los repudie, con bandas armadas disparando desde las azoteas de los edificios a la Guardia Nacional.
Todo con la complicidad de las fuerzas de seguridad de los municipios escuálidos (calificación irónica del pueblo a sus enemigos, sinónimo de persona débil) de Chacao, Baruta y El Hatillo, acusadas por el vicepresidente de la Nación, José Vicente Rangel, de matar al ciudadano Reyes José Guevara, militante del MVR. Razón por la cual podrían intervenirse estas policías municipales. Muchos de los jóvenes detenidos por los disturbios aceptaron haber sido contratados y manifestaron su arrepentimiento.
Mientras tanto, la propaganda nacional de Pepsi igual insta a la rebeldía de la juventud con la consigna burbujeante “Atreverse a más”. Las pérdidas en infraestructura vial ya alcanzan los 400 mil dólares, en los Centros de Salud se reportan muchos casos de personas con síntomas de asfixia por los gases lacrimógenos y el humo de la basura quemada.
Aunque Albis Muñoz, presidenta de Fedecamaras, apoya las acciones violentas de la oposición y manifiesta que las declaraciones de Chávez contra Bush alejan las inversiones extranjeras, la mayoría de los comercios y la banca funciona con regularidad.
Los focos de violencia han disminuido ya que perjudican a la misma base social de la CD porque los enfrentamientos con el gobierno se asientan en su territorio.
Es que la frustrada Operación Haití utilizó el mismo rigor analítico con que Estados Unidos planificó el recibimiento de sus tropas en Irak. Las anteriores batallas sirvieron para que el gobierno bolivariano acumulara poder en los principales resortes del país: el Ejército y la Industria Petrolera.
Es que como dijo el Comandante Chávez en el Jardín Botánico, ante una multitud, "este pueblo no es Haití porque acá sobran cojones". Mal que le pese a la Administración Bush, la correlación de fuerzas en Venezuela seguirá revolviéndose en las urnas.
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