La población de la provincia de Huanta se encuentra temerosa ante la presencia de militares norteamericanos que pertenecen al comando sur de los EE.UU (Programa Nuevos Horizontes). Las autoridades locales como el alcalde de Huanta y el alcalde del distrito de Luricocha no han sentado una posición firme sobre este tema, porque saben que por un lado son parte del gobierno y por otro, no desean desentonar con la población. Por tal motivo, los dirigentes gremiales consideran que la presencia de los militares norteamericanos en Huanta significa el inicio de una invasión para apoderarse de sus recursos naturales.

La información oficial que han recibido los pobladores de Huanta es que los militares norteamericanos están presentes sólo para realizar acciones cívicas en colaboración con el Gobierno del Perú, desde el pasado 01 de junio hasta el 30 de agosto, donde se realizarán labores médicas, construcciones y asistencia civil.

El Coronel EP Denys Díaz, miembro de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa y Coordinador General de la Operación Humanitaria Nuevos Horizontes, en su visita de supervisión a los trabajos que vienen realizando los militares norteamericanos en la provincia de Huanta, señaló que los miembros de las tropas norteamericanas construirán pozos de agua en beneficio de los pobladores de la comunidad de Azángaro y el distrito de Luricocha, y que harán perforaciones de hasta 152 metros, para buscar agua de mejor calidad, la misma que irá en beneficio de los propios pobladores.

Se sabe que el número de militares norteamericanos apostados en Huanta varía entre 25 y 30 hombres, que tienen raciones de campaña y se les compra alimentos perecibles de Huanta y Huamanga.

¿Por qué los recibiste Bustíos?

¿Qué conversó el alcalde de Huanta con los representantes de Nuevos Horizontes? ¿Por qué permitió el ingreso de los militares norteamericanos a la provincia de Huanta? Estas son algunas de las interrogantes que le formulan los pobladores al alcalde de Huanta. El en su debido momento ha declarado que nunca se ha reunido con los representantes de Nuevos Horizontes.

Sin embargo, el Coronel Denys Díaz, en su visita a la provincia de Huanta, ha afirmado que para beneficiar a Luricocha y Azángaro con la perforación de pozos, se han hecho previamente los estudios respectivos a través del Gobierno Local de Huanta y que “hubo una serie de coordinaciones con las autoridades locales, y en Huanta hemos coordinado con el alcalde y representantes de la alcaldía, el año pasado y este año; en el Gobierno Local nos hemos reunido con ellos, y en ese entonces el alcalde dijo que estaba llano ha apoyarnos”. Esta declaración, por supuesto, ha generado dudas entre la población, frente a las afirmaciones de Bustíos, quien niega dicha coordinación.

¿Qué dice la gente del armamento de los militares?

Acerca del armamento de los militares norteamericanos se ha despertado una serie de postulados entre los pobladores de Huanta. Ante esta situación el Coronel Denys Díaz ha aclarado que “Los integrantes de la operación humanitaria Nuevos Horizontes han llegado al país con sus armas de reglamento, las mismas que han sido entregadas en custodia a nuestras Fuerzas Armadas”.

Esteban Crespo, Presidente del Frente de Defensa del Distrito de Luricocha, refiriéndose a la tenencia de armas de los militares norteamericanos se refiere “el año pasado, cuando vinieron al colegio José Félix Iguaín de Luricocha, las tropas norteamericanas estaban armadas hasta los dientes, ahora que nos digan que no están armados es un tremendo engaño que nos dicen”.

El fantasma de la violencia

Hay un repudio de la población, porque no se dio una información anticipada acerca de la presencia de los militares norteamericanos en Huanta. La gente asocia esto con el ingreso de EE UU a Irak. Se siente el rechazo ante la presencia de los militares de EEUU en Huanta, más aún por tratarse de una zona sensible, por haber atravesado los tiempos del terrorismo, la convulsión político social del 80 al 2000.

Ezequiel Méndez, Presidente de la Federación Agraria, Campesina, Indígena y Nativa de la Provincia de Huanta manifiesta lo siguiente, rememorando los tiempos de violencia: “no estamos en contra de la labor social, pero no se debe hacer así militarizadamente, y hemos visto helicópteros que han sobrevolado Huanta; pero no queremos como antes, como con los Sínchis, que nos afecte no, asesinando, persiguiendo a los dirigentes”.

El sobrevuelo de los helicópteros norteamericanos en Huanta generó cambios en lo más sensible de los pobladores, la salud mental. En estos días diversos dirigentes gremiales han denunciado que dichos helicópteros siguen sobrevolando las comunidades altoandinas de la provincia, como Bramadero (límite entre Ccarhuaurán y Sivia) y Acón Rosario (Sivia), en la selva de Huanta.

¿Qué se quieren llevar de Huanta?

La presencia de los militares norteamericanos en la provincia de Huanta ha generado temores respecto al destino del agua y otros recursos y bienes de los pobladores.

A entender de Wilson Coronado, ex presidente de la Federación Agraria, Campesina, Indígena y Nativa de la Provincia de Huanta, manifiesta que “extraoficialmente tengo que decir que donde están haciendo los pozos habría el famoso uranio, necesario para la elaboración de las armas nucleares, que vitalmente necesita EEUU para su carrera militar”.

Realmente se ha creado una psicosis colectiva que no se sabe cómo contener, porque se está afirmando que desde que los militares norteamericanos están en Huanta, coincidentemente, de todo está desapareciendo, hasta los animales domésticos; y los niños del campo escuchan con temor las advertencias de los adultos.

Por su parte, el Gobernador de la Provincia de Huanta, Vladimir Montero Huamaní, ha querido llamar a la calma manifestando que los militares norteamericanos sólo han venido a la provincia ha realizar actividades humanitarias.

Este es el escenario que se vive en la provincia de Huanta. Además, se puede verificar que los puntos de tolerancia se están desgastando entre los dirigentes de los frentes de defensa y federaciones agrarias de Huanta y Luricocha, a tal punto que el 09 de julio, último día del paro en Huanta, las organizaciones presentes en el mitin de costumbre, han dado dos semanas de plazo para que los militares norteamericanos apuren su retiro. Son tenciones que muchas autoridades provinciales, regionales y nacionales no quieren ver.

Tycho Janampa
Asociación SER-Oficina regional Ayacucho

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