Gobierno de Humala: uno de los más centralistas de los últimos tiempos

07/04/2016
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Epifanio Baca. Foto: Gran Angular  epifanio baca mobile
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La caída del  precio internacional de los minerales ha afectado considerablemente la recaudación minera y la transferencia del canon minero a las regiones del país. Baca, economista del grupo Propuesta Ciudadana analiza esta situación. Señala que se debe apostar por la diversificación productiva y la creación de un plan estratégico para solventar a las regiones que dependen solo de la minería. Afirma que estamos en medio de un peligroso proceso de recentralización del presupuesto público que destina 75% al gobierno nacional y tan solo 25% a los gobiernos regionales y municipalidades.

 

P.- ¿Cuánto ha dejado de recaudar el Estado desde que se instauró el nuevo régimen de tributación minera en el 2011?

 

R.- Ollanta Humala recoge el debate público sobre la necesidad de incrementar la tributación a las empresas mineras que durante los años anteriores habían hecho ganancias extraordinariamente grandes. Su gobierno toma la decisión de implantar tres medidas:  el impuesto especial a la minería (IEM), para aquellas empresas que no tienen contrato de estabilidad jurídica; crea el gravamen especial a la minería (GEM), para las empresas que tienen contratos de estabilidad jurídica y un cambio de las bases de cálculos de las regalías mineras. Se anunció que con estas medidas, el gobierno obtendría un ingreso adicional anual de 3 000 millones de soles. Sin embargo,  lo que encontramos en la recaudación entre el último trimestre del 2011 y el 2015 es que por IEM y GEM se ha recaudado un total de 4 184 millones de soles, apenas el 33% de los esperado;  de acuerdo al anuncio del gobierno en los últimos cuatro año se tendría que haber recaudado 12 mil millones de soles.

 

P.- ¿Qué factores han generado que no se recaude lo prometido por el Gobierno?

 

R.- Hay dos factores que explican esta situación. El primero es que la aplicación de estas medidas, lamentablemente, coincide con el año a partir del cual los precios de los minerales comienzan a descender. A partir del 2012 los precios de los minerales se empiezan a reducir y a partir del 2014 y 2015 el petróleo se derrumba. Entonces, la primera causa es que las medidas empiezan a funcionar cuando los precios empiezan a caer. El segundo factor de esta baja recaudación es que al momento de negociar estas medidas que el gobierno comete el error de aceptar que esos pagos sean deducibles como gastos al momento de calcular el impuesto a la renta.

 

P.- Respecto a la caída de los precios de minerales, ¿por qué no se previó esta situación?

 

R.- Esa es la pregunta que uno se hace porque en el Ministerio de Economía se hace un seguimiento continuo de la coyuntura internacional y de hecho que en esos años ya había señales de que los precios iban en caída.

 

P.- No se ha alcanzado a recaudar lo que se había planeado, pero a comparación de años anteriores a la aplicación de estos impuestos, ¿ha habido un aumento?

 

R.- Podríamos compararlo con lo que obtuvo Alan García con el óbolo minero. Ese óbolo recaudó en los 5 años, 2 300 millones de soles a razón de 500 millones de soles por año, un poco menos de lo que ellos mismos habían estimado. Sin embargo,  yo diría que con esta medida se ha recaudado un poco más de lo García logró con el óbolo minero. Será unos 700 u 800 millones más que con el óbolo minero.

 

P.- ¿Cómo se han visto afectadas las regiones que dependen enteramente del canon minero, en las cuales tampoco ha habido diversificación económica?

 

R.- El impacto en las regiones es claramente negativo por dos razones: tanto por la caída de las transferencias del canon por menores precios como por el impacto negativo sobre el impuesto a la renta, el cual al  ser deducible genera menos ingresos por canon. Entonces, regiones como Arequipa, Cajamarca y Ancash se han visto afectadas con una disminución muy fuerte del canon que  disminuye de S/.5 000 millones en el 2012 a  S/.1 500 millones al 2016. Se ha reducido prácticamente a la tercera parte. Sin embargo, esta reducción no es culpa de solo esas medidas, sino que es producto de la situación económica internacional.

 

 P.- ¿Qué se ha planteado para solucionar esta situación en las  regiones?

 

R.- No hay ningún planteamiento. Lo que nosotros observamos con preocupación es que en los últimos años ha aparecido un peligroso proceso de recentralización del presupuesto público. El cual el auge minero y las transferencias del canon nos mostraron una situación de descentralización presupuestal que fue de corto tiempo y que duró solo algunos años. Ni bien cayeron los precios de las utilidades hemos retrocedido a una situación típica de los años del fujimorismo. Me explico, en los mejores años del auge minero, el gobierno nacional manejaba más o menos el 68% del presupuesto total y el 32% restante eran manejados por los gobiernos regionales y municipalidades. Actualmente la relación es de 75 a 25 y esta distribución es producto del gobierno fujimorista. A partir de estas cifras, Humala ha tenido el gobierno más centralista de los últimos tiempos. No solo tenemos gobiernos cuestionados por los hechos de corrupción, sino también gobiernos con menos dinero y obviamente eso genera menos empleo, menos inversiones en las regiones y un descontento ciudadano. Hay un reclamo  creciente contra el centralismo que nuevamente se ve en el plano presupuestal.

 

P.- ¿Qué está pasando con la distribución del canon minero ahora que los precios de los minerales han bajado y las empresas no tienen la misma rentabilidad? ¿Debería replantearse su distribución?

 

R.- Este es un viejo problema frente al cual el Congreso de la República y el Ministerio  de Economía no ha tenido la capacidad de hacer los ajustes oportunos para disminuir el problema. Aquellos territorios productores de minería o de hidrocarburos reciben altos ingresos que están concentrados en las llamadas provincias productoras. Por ejemplo en el caso de Cusco, la provincia productora es La Convención y al interior de ella, el distrito de Echarate es el que recibe los ingresos más altos. Entonces, se genera una desigualdad dentro del mismo departamento; tú puedes ver los millones que recibe Echarate comparado con otros distritos que reciben muy poco. Esto ocurre también en Ancash, Cajamarca, Moquegua y en otras partes. Frente a esta situación, los municipios con mucho dinero han hecho un uso ineficiente del recurso, han malgastado el dinero. Se han realizado obras sin planificación y con mucha corrupción como se ha visto en el caso de Ancash.

 

 P.-  Ante esta situación, ¿qué solución se ha planteado?

 

R.-  Desde mi punto de vista,  el momento para hacer las modificaciones ya pasó. Hoy en día, esas regiones que reciben canon están siendo perjudicadas porque todo el presupuesto adicional que sigue teniendo del Estado ha ido a las regiones que no tienen canon y en las regiones que sí tienen canon las han dejado tal cual con la plata que tienen. Entonces, como el canon se ha reducido prácticamente a la tercera parte ya no es un recurso significativo,  se ha diluido. Aplicar esta medida era adecuado hace 4 años, ahora no lo es, salvo en lugares específicos como Cusco que recibe recursos importantes. Otro ejemplo es el caso de Arequipa que va a recibir casi la cuarta parte del canon porque  las utilidades de la minera Cerro Verde, la más importante, están reduciéndose en 75%; en este sentido, el canon que llegará en julio va a ser una minucia comparado con años anteriores. El problema no es cómo distribuir mejor el canon, sino cómo ordenar la distribución del presupuesto en su conjunto.

 

 P.- Según la Contraloría General hay 339 obras públicas paralizadas ¿Cuáles son las principales causas de esta situación?

 

R.-  Esto puede ocurrir por dos razones. Los gobiernos regionales y municipalidades programan un conjunto de obras esperando ingresos altos que después no llegan porque viene menos dinero de lo esperado. Entonces, hay obras que no se inician y muchas de las que están en ejecución, se quedan a medio hacer. Sin embargo, la paralización de obras también tiene que ver con problemas de eficiencia y cambio de gobierno, porque en muchos lugares ocurre que las autoridades que entraron no continúan todas las obras que hicieron las autoridades anteriores. Hay una cantidad de obras paralizadas, ya sea por falta de recursos económicos o por razones políticas.

 

 P.- Algunos economistas como Rómulo Mucho proponen dejar de cobrar el impuesto a la renta para promover una recuperación de los precios. ¿Qué opina al respecto?

 

R.- No creo que sea una medida efectiva, ni siquiera la disminución del impuesto a la renta lo es porque ya se ha aplicado. El gobierno de Ollanta Humala en el 2012 -2014 tomó la decisión con la Ley 30230  de disminuir el impuesto a la renta de 30 a 26%. Esta medida solo beneficia a las empresas que no tienen contrato de estabilidad jurídica porque las empresas que sí tienen no las beneficia. Desde mi punto de vista, las inversiones en minería no van a aumentar porque el gobierno les baje 2 puntos en impuesto a la renta; las inversiones en minería dependen de variables macroeconómicas. Con un precio del cobre como está ahora a menos de $2 dólares la libra, no vas a tener mucho entusiasmo de inversión minera. Yo creo que dependen de la rentabilidad y eso a su vez depende del precio, no de que se  baje un poco el precio del impuesto a la renta. El gobierno esperaba que con esta medida, las inversiones privadas se recuperaran, y eso no ha ocurrido. Lo que ha ocurrido es que tenemos un déficit fiscal desde el 2015 porque los ingresos no cubren todos los gastos del presupuesto y se ha recurrido  a un endeudamiento equivalente al 2.5% del producto bruto interno. Esa disminución de ingresos es resultado de la bajada de impuestos.

 

 P.- ¿Cómo se han estado manejado las obras por impuestos ejecutadas por las empresas mineras en las principales regiones?

 

R.- Las obras por impuesto son un mecanismo en el cual las empresas hacen obras a cuenta del pago de impuesto a la renta. Este modelo funcionó con éxito hasta el 2014; de ahí en adelante, se ha caído porque las empresas al tener menos utilidades no tienen un incentivo para estar adelantando los pagos de impuesto haciendo obras. Hay aspectos que nosotros criticamos con estos mecanismos, y es que no creo que haya una disminución en el costo de la realización de las  obras porque estas se ejecutan por empresas que son elegidas a dedo; no hay un proceso competitivo para elegir quién va a hacer la obra de un hospital o carretera. Por otro lado,  nosotros hemos criticado enfáticamente que las empresas mineras venden estas obras como parte de su responsabilidad social empresarial. Por ejemplo, el puente que ha construido Southern en Arequipa es difundido como producto de su responsabilidad social y para nosotros eso es una distorsión porque ese dinero es público, es el impuesto que deben pagar las empresas y no puede ser difundido como responsabilidad social. En la práctica, las empresas están mejorando su imagen, se presentan como “buenos vecinos”, pero utilizando dinero público.

 

 P.- ¿Por qué no hay mayor fiscalización con la ejecución de este tipo de obras?

 

R.- Hay una escasa fiscalización. El planteamiento que nosotros hacemos es que ese mecanismo puede funcionar bien a condición de que tenga una regulación adecuada, con transparencia y supervisión, cosa que no ocurre en estos momentos. La encargada de hacer esta supervisión es la Controlaría y sabemos que esta institución apenas tiene capacidad para atender el 10% de las solicitudes de control que hay en las instituciones públicas.

 

P.-¿Cuál es el panorama económico para el siguiente gobierno?

 

R.-  Los próximos cinco años va a haber una situación económica complicada porque habrá precios bajos, ingresos fiscales no muy grandes y por tanto también va a ser una situación política difícil. El gobierno entrante debería tomar medidas para no seguir esperanzado en que es la minería la que va a salvar la situación, debe dejar la minería como está, y si mejora, en buena hora. Creo que se debe ver a otros sectores de nuestra economía también. Estoy pensando en el turismo, la agricultura, la industria que nos permite entrar al tema de la diversificación productiva. El próximo gobierno debe escuchar los consejos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco Mundial o el Fondo Monetario que dicen que si los países quieren conservar lo que han avanzado todos estos años a través del auge extractivo tienen que hacer reformas en sus economías, tienen que generar nuevos motores de crecimiento económico porque si no van a estar estancados.

 

 Link de la entrevista: http://goo.gl/xu0Rj3

Fuente: Gran Angular

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Epifanio Baca. Foto: Gran Angular

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