En el Día Mundial de la Salud, en medio de una crisis global sin precedentes, más de 100 organizaciones en todo el mundo demandan la anulación inmediata de la deuda externa y el acceso a un fondo de emergencia que no genere un nuevo peso y riesgo en la sostenibilidad del endeudamiento, para viabilizar que los países en desarrollo puedan luchar contra la crisis económica y sanitaria del Covid-19.

La anulación de los pagos de deuda el 2020, y más aún una extensión al 2021, liberará recursos cruciales para los países en desarrollo que tienen poco o ningún espacio fiscal para afrontar la pandemia.

Esta es una crisis sin precedentes, por lo que una suspensión y diferimiento de pagos, como sugieren el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, solo retrasará el problema fiscal, pero no resolverá el problema de fondo considerando que los impactos de la pandemia tendrán una duración de varios años.

La anulación de la deuda debe aplicarse a todos los acreedores, incluyendo la deuda multilateral, bilateral y deuda privada, para que los recursos liberados apoyen la lucha contra la pandemia y no al pago de otra deuda.

Adicionalmente, se necesita un fondo de emergencia que no represente una nueva carga y riesgo en la sostenibilidad de deuda para los países en desarrollo, con donaciones o financiamiento altamente concesional, para no aumentar un problema adicional y generar además una crisis de deuda.

Patricia Miranda, Coordinadora de Incidencia Política de Latindadd dijo: “América Latina es una región vulnerable, los países de ingreso medio, y más aún los de ingreso medio-bajo en nuestra región no tienen el espacio fiscal para afrontar esta crisis sanitaria y económica, millones de trabajadores del sector informal se sumirán en la pobreza por el aislamiento social, MiPyMes cerrarán, y la tasa de pérdida de vidas humanas puede ser aún mayor ante los precarios sistemas de salud”.

“La necesidad de recursos en el corto plazo es apremiante, por lo que la cancelación del pago de la deuda del 2020, e incluso del 2021, sería una medida urgente de parte de acreedores multilaterales, bilaterales y privados; así como la generación de un fondo de emergencia que no ponga en riesgo la sostenibilidad fiscal y la disponibilidad de nuevos fondos de rápida provisión que permitan afrontar esta crisis múltiple”, agregó Miranda.

Se enviará una carta conjunta, suscrita por Latindadd, a los gobiernos y sus representantes ante el FMI y Banco Mundial, así como a la ONU y el G20, el día de hoy, demandando:

• La anulación permanente del servicio de la deuda externa a ser pagada el 2020 por los países en desarrollo, sin devengar intereses, cargos y penalidades.
• La provisión de un financiamiento de emergencia adicional que no genere más endeudamiento.
• La anulación de la deuda y el nuevo financiamiento deben ser provistos sin condicionalidades de reformas de política basadas en el mercado y en medidas de austeridad.
• La comunidad internacional debe tomar las medidas necesarias para proteger a los países en desarrollo de demandas ante el cese de los pagos de deuda de la gestión 2020.
• Se debe acordar un proceso, en el seno de Naciones Unidas, para instalar en el largo plazo una restructuración sistemática, oportuna y justa de la deuda.
• Además de la cancelación de la deuda, se necesita un proceso integral para garantizar la sostenibilidad de la deuda en el mediano y largo plazo.

Entre las organizaciones firmantes se encuentran: African Forum and Network on Debt and Development (Afrodad), Asian Peoples’ Movement on Debt and Development (APMDD), LATINDADD y European Network on Debt and Development (Eurodad).

Otras organizaciones firmantes: Jubilee Debt Campaign UK, USA y Alemania, Oxfam, ActionAid, International, The ONE Campaign, Cafod, Save the Children and Global Justice Now, así como Mozambique Budget Monitoring Forum, Budget Advocacy Network in Sierra Leone y CUTS International, Zambia.

Varias instancias han pedido la anulación de la deuda para afrontar esta crisis, como son los Ministros de Finanzas de África, el Secretario General de Naciones Unidas, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), los primeros ministros de Pakistán y Etiopía, el Congreso de Ecuador y el Cardenal del Vaticano Luis Antonio Tagle.