Emilio Pérsico:

La economía popular argentina desde el gobierno y desde el llano

26/06/2020
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Emilio Pérsico
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El secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Argentina, Emilio Pérsico, destacó el esfuerzo que realiza la administración nacional, de manera articulada con los movimientos populares, en la reactivación de la economía de los sectores más vulnerables del país, ya afectados por las políticas del gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019 y cuya situación se agravó por los efectos socioeconómicos de la pandemia de Covid19.

 

El matutino Página 12, publicó una larga entrevista al líder del Movimiento Evita, la organización popular de mayor desarrollo en el país, a quien consideró “figura principal de la presencia de los movimientos en el Estado” y uno de los fundadores de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), creada con el objetivo de “organizar a los que se ganan la vida en la informalidad”.

 

El diario, que acompaña las políticas del gobernante Frente de Todos que lideran Alberto Fernández y Cristina Kirchner, opina que la implementación de las medidas gubernamentales “responde, en buena parte, a los reclamos de los movimientos populares que hoy son la tercera pata del gobierno” junto a la política y la científico técnica y “serán claves, también, para lograr su implementación”[1].

 

Con capacidad para moverse entre su papel como militante político social y funcionario público Pérsico afirmó que “a nosotros los gobiernos en general, no nos ven. Aunque ahora hay un gobierno que nos escucha” y con “este Presidente tenemos un diálogo”.

 

En ese “nosotros” incluye a las trabajadoras y los trabajadores de la “economía popular”, el sector cuyos intereses y problemática intenta representar desde su cargo en el Estado nacional. A través de un cálculo -sencillo pero inclusivo- llega a la conclusión de que “hay doce millones de argentinos con problemas de trabajo…”.

 

Con la didáctica que le impone la realidad explica que “hay seis millones de trabajadores asalariados privados, tres millones de estatales, otro millón y medio de monotributistas y hay 300 mil empleadas de casas de familia”, lo que “da un total de unos 11 millones de trabajadores en blanco” y, si “la población económicamente activa es de 23 millones, quiere decir que hay otros doce millones de argentinos con problemas de trabajo… “

 

Remarca que la Economía Popular está integrada por “los doce millones que viven en ese mundo, que dan vueltas por ese mundo. A veces hacés trabajar a uno que está desocupado… a veces rescatás a uno que ni siquiera es considerado por el Indec (instituto de Estadísticas y Censos), porque ni tiene trabajo ni busca”.

 

Crear su propio trabajo

 

Pérsico destaca que “Organizar a los desocupados es el objetivo histórico de las organizaciones, inventar trabajo” y apunta que “se sumó algo nuevo, que fue organizar al compañero que está trabajando en lo informal”. En ese sentido reclama que se entienda que “la economía de mercado, invirtiendo casi el 20 por ciento del producto bruto, genera 6 millones de puestos de trabajo”, mientras que las y los miembros de la economía popular, “con nada, con alfileres y alambre, generaron 4 millones y medio de trabajos”.

 

Laura Vales, autora de la nota, enmarca las respuestas del Pérsico en los ejes del paquete de políticas anunciado por el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, para la postpandemia, que contemplan las propuestas de los movimientos sociales que acompañan las políticas del gobierno nacional.

 

Destaca entre ellos “un programa de trabajo social garantizado, la creación de un registro de trabajadores de la economía popular, 20 mil millones de pesos para impulsar de pequeñas obras de infraestructura en los barrios, organizar polos textiles o mejorar las condiciones de quienes hacen tareas de cuidado y reciclaje”.

 

Su entrevistado rechazó las “soluciones enlatadas” y reivindicó las propuestas surgidas “de la práctica de las organizaciones sociales”. Entre los ejemplos citados figuraron los “polos textiles” a los que se trasladamos a las y los talleristas que estaban “trabajando en su casa de forma inhumana, con su hijo al costado, para que trabaje en un lugar digno, saludable, que tenga guardería, que empiece a tener derechos sociales parecidos al compañero que está en blanco”.

 

En un país, continúa, “con unos 600 mil compañeros que viven de la prenda popular”, un sector que “podría tener trabajo legalmente”, Sentenció que “la decisión política de que el sector textil esté en negro es del Estado”, del mismo modo que “la decisión de que el cartonero no sea recibido por el Estado como un reciclador urbano es una decisión política del Estado”.

 

Formalizar el esfuerzo

 

En su preocupación por organizar a esas franjas del trabajo, Emilio Pérsico plantea desarrollar escalones de formalización, con un primer paso que implica “relevar a los compañeros, saber dónde están, quiénes son y qué hacen”.

 

Cabe señalar que desde el presente mes de junio entró en vigencia el “Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular” a cargo del director nacional de Abordaje y Gestión Socio Administrativa de Programas de la Economía Social y Popular, Pablo Chena, miembro de la Usina del Pensamiento Nacional y Popular (UPNP).

 

El segundo escalón sería el de un monotributo productivo gratuito, que por sí mismo facilite la facturación del resultado del trabajo del sector, una de sus graves dificultades para entrar en el mercado, con productos de cercanía, artesanales y “con un valor de mercado mucho más alto”.

 

En esa escala de formalización el dirigente propone además un “monotributo social”, que ya implica un inversión por parte de las y los trabajadores, pero que les permitiría “acceder a una obra social”, en un camino en el que deberán “ir subiendo su productividad y la valorización de lo que producen”.

 

El artículo de Página 12 incluye una reseña de las actividades realizadas por el máximo referente del Movimiento Evita; destaca que “ocupó cargos en más de una gestión”, fue vicejefe de gabinete bonaerense de Felipe Solá y, ya durante las presidencias de Cristina Kirchner, subsecretario de Comercialización de la Economía Social y secretario de Agricultura Familiar.

 

Sobre su trayectoria partidaria apunta que “viene del Peronismo Revolucionario setentista” (una forma de aludir a su pertenencia a la organización Montoneros), e incluye su papel como “uno de los fundadores de Quebracho”, a fines de los ´90.

 

Explica que “en 2003 (fue) uno los primeros en plantearse que había que integrar al sujeto de la resistencia neoliberal, el de las organizaciones piqueteras, al proceso político abierto por Néstor Kirchner” y reconoce que “durante kirchnerismo, de hecho, se convirtió en un actor clave para achicar la grieta entre los movimientos sociales y el peronismo”.

 

Pérsico apeló a una figura futbolera que fue más allá de lo expresado en el título de la nota: “Los gobiernos no nos ven, pero éste es un presidente que nos escucha». Consideró que “Con este Presidente tenemos un diálogo. Tenemos la pelota: cuándo vamos a meter el gol, no lo sé. No sé si con este programa, con el que viene o con el otro, pero tenemos la pelota: en cualquier momento lo vamos a meter”.

 

Nota

 

1.- Ver entrevista en https://www.pagina12.com.ar/273735-emilio-persico-los-gobiernos-no-nos-ven-pero-este-es-un-pres

 

 

 

Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )

 

 

 

 

https://www.alainet.org/fr/node/207509?language=en
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