Breve examen del proceso electoral 2014
23/03/2014
- Opinión
Nuevo Panorama de la Política Nacional
Antes de iniciar nuestro proceso de análisis desearíamos precisar algunas justas preocupaciones emitidas con inteligencia y buena fe por muchos compañeros y compañeras. Consideramos que lo peor en una guerra es equivocarse de enemigo. Hace ya casi un año escribimos y publicamos un ensayo dedicado a la naturaleza del PLN y lo titulamos "El Enemigo Principal". De modo que pensamos que sacar a esa fuerza política de control del aparato del Estado, no es un asunto meramente táctico o coyuntural; es una tarea de naturaleza estratégica.
Nuestra opinión sobre el PAC, puede conducirnos a pensar que coexisten en su seno, fuerzas conservadoras y antidemocráticas (preferimos esta calificación a la vieja denominación de "derecha") y fuerzas de claro signo democrático y progresista (preferimos esta calificación a la vieja denominación de "izquierda"). Y como la discusión ideológica no ha terminado en nuestro país, y como esperamos que no termine nunca, queda abierto el espacio para encarar a las distintas fuerzas políticas de su obligación de servir a la Patria y de enfrentar a las fuerzas locales e internacionales que sirven intereses foráneos e incluso imperiales. Es el caso de la llamada Alianza del Pacífico, de la que ya hablaremos.
Sin duda este proceso electoral constituye un punto crucial de infección en la vida política de Costa Rica. Podemos señalar varias razones:
1.Ha concluido en lo fundamental, el esquema que dominó la vida política nacional a partir de la guerra civil de 1948 y que estaba sostenido por dos pilares: la hegemonía decisiva del Partido Liberación Nacional (PLN) y el sistema bipartidista. Pero los procesos históricos no concluyen de golpe, salvo en condiciones muy particulares. Pero sobre todo, parece declinar, como veremos más adelante, la expresión política rampante del proyecto neoliberal, que en los últimos 25 años casi líquida por completo la obra económica, social y política, de los grandes reformadores sociales de mediados del siglo XX.
Ese proceso de transformaciones del esquema político tradicional de Costa Rica, dependerá esencialmente de la actitud que asuma el Partido Acción Ciudadana (PAC). Porque este partido puede convertirse o bien en una magnífica herramienta social para la unidad de fuerzas patrióticas, progresistas y democráticas de Costa Rica, o bien un freno que incline la balanza hacia los sectores conservadores y antidemocráticos anclados en el persistente y poderoso proyecto neoliberal. Pero ya ampliaremos estos criterios cuando hablemos concretamente del PAC y su papel en el proceso político que culminará el 6 abril del presente año.
El bipartidismo inició su proceso de ruptura, con el radical descenso del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) poco antes del segundo mandato presidencial del Dr. Oscar Arias Sánchez (1990-1994), y junto al severo cuestionamiento jurídico a que fueron sometidos públicamente, algunos de sus principales dirigentes, incluyendo dos ex presidentes de la República. Quedó en pie, sin embargo, quedaba en pie el otro elemento del binomio, el PLN, hasta que terminó completamente controlado por el gran capital nacional y extranjero hasta abandonar completamente su origen socialdemócrata y progresista.
Es necesario recordar que el PLN nunca fue un partido homogéneo o monolítico pues desde su inicio, convivieron allí fuerzas de claro signo democrático, defensoras y constructoras de un estado moderno y de servicio público, junto a elementos provenientes de los grupos económicamente dominantes, claramente retardatarios y antidemocráticos.
Liberación Nacional no puede hacer retroceder los engranajes del capitalismo que puso en marcha
Poco a poco y con el ascenso del Dr. Oscar Arias al control del Partido al finalizar los años 80, el PLN se convierte en el Partido de la "Nueva Oligarquía". Nos referimos a ese segmento del capitalismo nacional que acapara un porcentaje enorme de la renta y que ha provocado a su vez las enormes desigualdades sociales que continúan creciendo. El PLN es el Partido de las fuerzas corporativas y desintegradoras del Estado Nacional, en asocio directo con las empresas trasnacionales atraídas por las ventajas que les ofrece la recién aprobada legislación costarricense y los numerosos TLC impulsados por el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), es el Partido de las inversiones locales de grupos caracterizados del capital latinoamericano y en especial de Centroamérica y en general, en el Partido que facilita la ejecución de la política hegemónica de la globalización neoliberal.
Durante la actual campaña, el candidato Johnny Araya, ha hablado en diferentes ocasiones de su intención de regresar al PLN a sus raíces y orientaciones socialdemócratas, tarea a todas luces imposible. El neoliberalismo ha calado de manera profunda, sistémica, afectando todo el sistema nervioso de la economía nacional. Cambiar eso exige literalmente, la puesta en ejecución de un proyecto de ruptura, una especie de revolución en democracia, y que solamente puede ser ejecutado por una nueva alianza política de los partidos de raíz antineoliberal y las fuerzas políticas más avanzadas y democráticas. Esta posibilidad se aclarará en los próximos meses.
Por su parte el partido Movimiento Libertario, se sitúa completamente en el terreno neoliberal y propone, sin ambages, la entrega de Costa Rica a las corrientes más representativas del capital financiero y corporativo. Situado a la derecha del propio PLN, cumple el papel de policía parlamentario que evita cualquier desliz hacia posiciones democráticas, es decir, progresistas y patrióticas o hacia formas participativas que les den poder real a las mayorías ciudadanas.
2.Esta ruptura apenas inicial de la política nacional con el pasado reciente, incluye una propuesta de naturaleza político-ideológica: la derrota del neoliberalismo y del anticomunismo. La más clara expresión de este viraje de la conciencia cívica nacional, está representada por el ascenso del partido Frente Amplio. Contra este Partido se lanzó la enorme maquinaria del "anticomunismo". Fue la misma maquinaria que impulsó "la campaña del miedo" contra las fuerzas del NO al TLC. Lo que los impulsores de la campaña contra el Frente Amplio no entendieron, fue la significativa capacidad de resistencia adquirida por amplios sectores sociales, frente a la vulgaridad y truculencia de ese tipo de campañas.
Miles de compatriotas son ahora más conscientes que antes y ven esas campañas como una herramienta de chantaje ideológico, como un prejuicio alimentado por intereses poderosos y cuyo propósito más inmediato ha sido evitar la profundización de las Reformas Sociales de mediados del siglo XX.
Valga la oportunidad para aclarar que, por las razones que sea y principalmente filosóficas, las personas poseen el irrestricto derecho para manifestar sus ideas o sus análisis con el empleo de aquellas categorías que consideren correctas para explicar la realidad política de nuestro país.
El pueblo costarricense ha comenzado a aprender en qué consiste la manipulación mediática y aprende también a defenderse de ella. Sabemos sin embargo, que es necesario esperar por las definiciones tácticas y estratégicas que caractericen con claridad al partido Frente Amplio.. En todo caso, da la impresión de que marcha hacia la conformación de eso que su propio nombre expresa: la unión política de fuerzas avanzadas y patrióticas, que buscan una profundización real de la democracia costarricense, al tiempo que deja atrás la enclaustrada estructura de un partido apto únicamente para militantes de izquierda. (Ver nuestro artículo: "La Izquierda como Ghetto")
Habría que señalar que su propio nombre, lleva implícita la responsabilidad del Frente Amplio de contribuir a sentar las bases de un proyecto progresista, patriótico, defensor de la soberanía nacional e impulsor de una democracia mucho más avanzada que la actual y que confirme a Costa Rica como Estado de Democracia Avanzada, asentado en el principio constitucional que confirma la naturaleza participativa de nuestro Estado Nacional.
3.Se ha producido una derrota significativa de la extrema derecha antinacional. No deseamos de ninguna manera caer en calificativos inapelables porque tanto en el PLN como en el Movimiento Libertario (ML), participan centenares de personas honorables y que no comparten el proyecto antinacional y antipopular de algunos de sus principales dirigentes o representantes.
Muchos miles de personas están adheridas aún a estos partidos y principalmente el PLN, por falta de información política sobre sus verdaderos fines y propósitos, por viejas tradiciones, porque caen víctimas de su despliegue propagandístico o por simple ingenuidad. Como sea, tanto el PLN como el ML, son claras expresiones de esa corriente económica e ideológica que sintetizamos en el término neoliberalismo. Ambos han sido los grandes perdedores en el actual proceso electoral. Pero aún falta su conclusión.
Pero no sólo ha sido perdedores en el terreno de sus concepciones ideológicas y de sus propuestas contrarias a la soberanía nacional y a la participación popular. También han sido derrotados en sus métodos, basados en la propaganda abusiva y demagógica y en el gasto exorbitante de dinero como herramientas de triunfo electoral.
Junto a un claro pronunciamiento ciudadano contra los procesos crecientes de empobrecimiento, desempleo, marginación de la clase media y creciente corrupción del aparato del Estado, el pueblo costarricense ha decidido pronunciarse por un cambio de rumbo. Podemos interpretar que esta voluntad implica, en lo fundamental, la recuperación de las conquistas sociales alcanzadas durante la segunda mitad del siglo XX, el deseo de ver al mundo sujeto a principios de colaboración y solidaridad y no sólo a las frías y despiadadas normas del intercambio mercantil y el llamado "libre comercio"
Podríamos decir en sentido general, que el mandato recibido por las fuerzas políticas, es que el pueblo costarricense está cansado de las reglas despiadadas que rigen un mercado sin restricciones, que ansía el regreso a un Estado de Servicio Público, que fortalezca sus conquistas históricas y promueva el desarrollo de la industria local, la producción alimentaria, la producción masiva de viviendas y la salud pública.
Algunas consideraciones sobre el triunfo del PAC
Tal parece que el PAC está llamado ganar las próximas elecciones de abril pero no debe cantar victoria. Si como la lógica indica el Partido Acción Ciudadana y sus principales dirigentes, don Luis Guillermo Solís Rivera y don Otton Solís Fallas, dan los pasos necesarios para constituir una verdadera alianza de fuerzas sociales y políticas, con los compromisos programáticos puntuales que sean necesarios, don Luis Guillermo aparecería desde ahora como el próximo Presidente de la República. No dudamos que esa alianza debe fundarse en compromisos parlamentarios y gubernamentales y en una especie de Programa Mínimo, que permita la incorporación de partidos políticos, de amplios sectores ciudadanos y de organizaciones de la sociedad civil.
Pero no podemos descartar que se produzca en la dirección del PAC una errónea interpretación de los resultados obtenidos en la primera ronda y concluya girando a lo que comúnmente se denomina el centroderecha, que no es otra cosa que el deslizamiento por un pulido tobogán del que resulta imposible retroceder.
Pero es imposible tener una bola de cristal que nos muestre que ocurrirá. En el pasado, el PAC y su fundador don Otton Solís, tuvieron siempre una actitud reticente a las alianzas. No es del caso rememorar ahora circunstancias cruciales de las que Otton Solís pudo haber alcanzado, en virtud de una alianza, la presidencia de la República. Incluso cuando esas alianzas se produjeron, como ocurrió hace cuatro años con claras ventajas para el PAC, no hicieron, ni el Partido ni el candidato, el menor reconocimiento a las fuerzas que les ayudaron a salir adelante, de manera ventajosa, de la difícil situación en que se encontraba y tampoco le hicieron honor a los compromisos firmados.
Resulta obvio ahora que el PAC no puede dormirse en sus laureles ni esperar a "que se aclaren los nublados del día". La lógica más elemental indica que el PAC está obligado, desde ahora, a ser el protagonista más activo y consecuente de una visión pluralista e integradora, de naturaleza programática y de un claro acento progresista, popular y democrático y de defensa irrestricta de la soberanía y el interés nacional.
Conversaciones aparte, el PAC puede caer en la tentación de suscribir un prematuro pacto parlamentario, que le caería de perlas al gran capital liberacionista y sus aliados externos y que incluso le amarraría las manos a cualquier giro progresista y democrático en el eventual gobierno del PAC.
Ahora bien, no podemos descartar que el PAC se empeñe en su vieja tesis de no hacer alianzas por temor a los compromisos o lo que sea y continúe en su viejo llamado unitario de la boca para afuera, con aquello de "el que quiera unirse que venga". No está en nuestras manos, sino del pueblo, evitar que el PAC, mientras les guiña el ojo a las mismas fuerzas que lo han derrotado reiteradamente, traicione ese objetivo estratégico fundamental de los patriotas, que consiste en la unidad plural de las fuerzas capaces de recuperar y hacer avanzar el proyecto reformador e histórico, progresista y democrático, puesto en marcha por nuestros grandes reformadores de mediados del siglo XX, el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, el Lic. Manuel Mora Valverde y don José Figueres Ferrer.
Si el PAC hace caso omiso de las fuerzas de claro signo democrático y progresista, que se han manifestado en esta primera ronda electoral, hace el pésimo cálculo de pensar que, incluso como ganador de la contienda de abril, podrá gobernar a base de acuerdos oportunistas y coyunturales en un Parlamento que estará signado por el fraccionamiento y las irrefrenables presiones de las fuerzas antinacionales y antidemocráticas.
En síntesis, tanto por el impetuoso ascenso del Frente Amplio como por el claro posicionamiento del PAC y Luis Guillermo Solís, como fuerza triunfadora, podemos decir que el signo fundamental de este proceso electoral, está dado por el claro compromiso de una ciudadanía más consciente y alertada, más avanzada y progresista en el sentido social e ideológico de la palabra. Pero se ha dado sólo pequeño paso; ahora vendrá lo más difícil.
Razones históricas y económicas del ascenso socialy la derrota del PLN (Un recordatorio para los jóvenes luchadores que debe conocer lo ocurrido en los últimos años)
Muchas personas se preguntan qué ha hecho posible este viraje tan sensible en la política nacional, la presencia del Frente Amplio como actor de primera línea, la derrota, al menos parcial, de la campaña del miedo, y una presidencia "ad portas" de don Luis Guillermo Solís.
En las luchas sociales las cosas no ocurren por azar. Los pueblos acumulan sus aspiraciones y esperanzas, como también sus frustraciones y derrotas. Hace casi 20 años, desde el gobierno Dr. Miguel Ángel Rodríguez hasta el segundo gobierno del Dr. Oscar Arias Sánchez, se han sucedido una tras otra luchas sociales de enorme trascendencia. Estas luchas han provocado la movilización de millares de conciudadanos que salieron a las calles a clamar por una sociedad más justa. Entretanto, las fuerzas corporativas internacionales y la nueva oligarquía interna, acumulaban decenas de millones de dólares, mientras el pueblo se empobrecía a vista y paciencia de las clases privilegiadas.
No está de más recordar algunas notables experiencias. Así debemos traer a la memoria la admirable batalla de los trabajadores del ICE contra la empresa transnacional MILLICON a comienzos de los años 90, la que en virtud de un simple decreto gubernamental pretendía apropiarse de las telecomunicaciones en manos del ICE. Fueron esos trabajadores junto a miles de ciudadanos conscientes, quienes le hicieron frente al intento gubernamental-corporativo y lo derrotaron.
Poco después apareció en el panorama y de manera sinuosa, durante el gobierno del Dr. Miguel Angel Rodríguez, un intento de Reforma Constitucional que convertiría importantes instituciones públicas en sociedades anónimas, susceptibles de ser traspasadas a inversionistas foráneos. El entonces diputado Célimo Guido enfrentó el intento, el pueblo se movilizó y el malévolo plan se detuvo. A renglón seguido el mismo gobierno presentó el famoso proyecto del "combo del ICE", que cambiaba desde su raíz la estructura estatal de esa extraordinaria empresa pública. Ese intento, gozó inicialmente del beneplácito de algunos dirigentes sociales quienes por descuido, interés o estupidez, se plegaron a la propuesta gubernamental aunque luego cambiaron de parecer, dichosamente.
En la lucha contra "el combo", participaron decenas de miles de costarricenses que abarrotaron las calles de todas las provincias en uno de los despliegues de protesta social más importantes de nuestro tiempo. Desgraciadamente, aquella maravillosa movilización popular se detuvo desde el momento en que se le impidió al Expresidente don Rodrigo Carazo Odio, exponer la tesis Del Comité de Defensa de la Institucionalidad, CDI, que proponía continuar la lucha hasta el retiro incondicional del combo de la corriente legislativa. Pero se le negó la palabra y los asistentes a aquella reunión aceptaron la tesis del gobierno, de enviar el proyecto a una "comisión mixta" en la Asamblea Legislativa. Con esa maniobra se detuvo una de las movilizaciones sociales más importantes de nuestra historia moderna. Finalmente el proyecto fue enterrado.
Las cosas no pararon allí. Tiempo después, durante el gobierno de Figueres Olsen los maestros protagonizaron las mayores movilizaciones del gremio magisterial, contra el intento del gobierno y arrebatarles sus fondos de pensiones. En virtud de la debilidad de algunos dirigentes, el gobierno logró arrebatarles buena parte de sus fondos que consistían en decenas de millones de colones acumulados en aquel ahorro magisterial, producto del esfuerzo y el sacrificio de millares de docentes.
Debemos recordar que durante ese mismo gobierno de Figueres Olsen, fue cerrado el el centenario Banco Anglo, propiedad del Estado, con el propósito de favorecer a inversionistas foráneos cuyo propósito era fundar nuevos bancos privados en Costa Rica. Esta maniobra a su vez, fue posible gracias a que el gobierno había firmado los PAES, (Programa de Ajuste Estructural) documentos preparados por el Banco Mundial y que constituían todo un plan de privatizaciones y liquidación de las principales instituciones de servicio público en Costa Rica. Estos programas y las reformas a las leyes bancarias y del Banco Central, (que fueron aprobadas durante el gobierno de Luis Alberto Monge con los votos de las bancadas del PUSC y del PLN, con notables y honrosas excepciones), abrieron el camino por el que marcharía triunfante el neoliberalismo en Costa Rica.
Hay que agregar que al cierre del Banco Anglo constituido además una gigantesca estafa, pues los grandes deudores del banco jamás cancelaron esas deudas las que tampoco fueron debidamente cobradas. En la práctica, en cierre del Banco Anglo significó una condonación de las deudas que en gran parte nunca fueron recuperadas.
Durante ese mismo gobierno de Figueres Olsen, personaje que hoy se exhibe, desde las filas del PLN, como proponente de un supuesto “proyecto país”, fueron cerrados los ferrocarriles nacionales y de ese modo liquidado el único ferrocarril interoceánico de Centroamérica. En este acto de latrocinio también había de por medio intereses privados. Con la liquidación de esa obra magna del transporte público nacional, donde estuvo en primer lugar la fundación del Ferrocarril Eléctrico al Pacífico, se les dio paso franco a las grandes empresas de transporte terrestre, que manejaban Miles de grandes contenedores, costosos y peligrosos, que invadieron las principales rutas nacionales..
Recordamos que junto al eximio socialdemócrata don Rufino Gil Pacheco, denunciamos aquellas acciones antinacionales y demostramos la improcedencia de las medidas.
Luego vino el punto culminante de todos esos intentos por convertir a Costa Rica en una nación subordinada y sujeta a los designios de las grandes corporaciones transnacionales. Fue la lucha contra el TLC. Desde el programa "DIAGNÓSTICO" en el canal 13, iniciamos la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, comúnmente conocido como TLC. Los más eminentes economistas pensadores y políticos de Costa Rica se pronunciaron desde allí contra el TLC que fue justamente denunciado como un plan orientado al completo desmantelamiento de la obra social y económica construida por el pueblo costarricense durante el siglo XX. A esa denuncia se sumaron cientos de personas y organizaciones cívicas. Llegó el momento en que propusimos, acogiendo la iniciativa jurídica del Lic. José Miguel Corrales Bolaños, la realización de un Referéndum Ciudadano que se pronunciara sobre la aceptación o rechazo del mencionado tratado.
Nunca en la historia nacional se produjo un llamamiento que cubriera la totalidad del territorio y de los habitantes del país. Nunca se había producido una movilización de tanta fuerza y decisión patriótica. Nunca se había alcanzado un nivel de educación cívica, de tanta magnitud y penetración en la conciencia de las personas. Por primera vez en la historia de Costa Rica un tema trascendental y capaz de afectar la vida de todos, había sido discutido de manera pormenorizada y seria. La lucha contra el TLC se convirtió en la más extraordinaria escuela de discusión cívica y política de la historia de nuestro pequeño país. Para eso deberían servir las campañas electorales
La campaña del miedo
El triunfo inobjetable del NO al TLC, le fue arrebatado el pueblo sobre la base de una monumental campaña de mentiras, chantaje y violación de las normas y las leyes que supuestamente rigen los procesos electorales. El Poder Ejecutivo en pleno, encabezado por el Presidente Arias, el Tribunal Supremo de Elecciones, el poder conjunto de todas las instituciones estatales y la propia Embajada de los Estados Unidos, la cadena internacional de noticias CNN y los principales medios de comunicación favorecieron, sin pudor alguno, la divulgación de mentiras y amenazas. La lucha contra el TLC fue, con mucho, el mayor combate político e ideológico de la historia moderna de Costa Rica. De igual modo, la lucha nacional contra el TLC se convirtió en la mayor escuela de formación cívica y política, pacífica y multitudinaria, de la Costa Rica de nuestros días.
Hay que recordarles, sobre todo a los jóvenes, que fue extraído de la propia casa presidencial, un memorándum redactado por dos altos funcionarios del gobierno, (el entonces diputado del PLN Fernando Sánchez Campos y el vicepresidente de la República Kevin Casas Zamora), donde se aconsejaba el uso del terror sicológico, del miedo y los rumores, como formidables herramientas para que la gente se abstuviera de votar contra el TLC. Esos dos funcionarios fueron separados de sus funciones, pero uno de ellos, el señor Fernando Sánchez, fue premiado con la embajada de Costa Rica en el Vaticano, cargo que ocupa hasta el día de hoy.
El miedo es entonces, un método, una herramienta para trastornar la conciencia y doblegar la voluntad de lucha de los pueblos. En esa campaña se les aseguraba a los trabajadores de las corporaciones transnacionales o de las zonas francas, que esas empresas se irían de Costa Rica, que miles de hombres y mujeres serían despedidos o perderían sus trabajos, si el TLC no era aprobado. También eran aterrorizadas las empresas exportadoras, agrícolas e industriales en manos de costarricenses pues si el TLC era rechazado, les decían, se cerrarían los mercados y la ruina invadiría como la peste a toda la economía nacional.
A pesar de las mentiras, a pesar del chantaje, las amenazas y la monumental campaña del miedo, el pueblo rechazó en las urnas el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Un día antes de las elecciones, apareció en la cadena internacional CNN, un energúmeno que, haciéndose pasar por analista calificado, predecía una supuesta debacle económica si los costarricenses rechazaban El Tratado. Al final, la información divulgada oficialmente fue que el referéndum había aprobado la ratificación del TLC por unos cuantos cientos de votos. Luego concluyó el proceso, cuando la Asamblea Legislativa lo ratificó. Fue así como el sector corporativo y financiero internacional, le puso grilletes y sujeto a sus intereses, la economía nacional.
Las grandes mayorías de la población costarricense, quedaron marcadas de manera indeleble por el carácter épico de la lucha que llevaron adelante las fuerzas del NO. En esta batalla cívica, surgieron espontáneamente las organizaciones ciudadanas conocidas como Comités Patrióticos, que fundaban su esfuerzo en un riguroso apego a la verdad, a las explicaciones científicas, a las demostraciones racionales ajustadas a la letra del Tratado. Fue una lucha de hondo contenido moral y ético, apegada al más profundo amor por los valores nacionales, a las conquistas sociales del pueblo costarricense y la búsqueda de una democracia avanzada y participativa.
¿Cómo pueden algunos pensar entonces que esta significativa explosión patriótica y nacionalista expresada en la derrota del PLN en las elecciones del 2 febrero, que el inmenso avance del Frente Amplio y los miles de votos obtenidos por el PAC, o que el manifiesto enojo ciudadano contra la politiquería, el neoliberalismo y la corrupción rampante, han sido productos de la casualidad? De ninguna manera. Ese avance en la conciencia cívica y crítica del pueblo costarricense tienen un origen. Son el resultado de las admirables luchas de los últimos años.
Ningún partido político y mucho menos el PAC, pueden ignorar esta realidad que describimos.
Este avance de la conciencia cívica de decenas de miles de costarricenses y sobre todo de los jóvenes, es una respuesta a los engaños, mentiras, actos de corrupción y sobre todo, una respuesta ante el brutal deterioro de las condiciones de vida de los más humildes, la desocupación creciente y la casi desaparición de la clase media.
Lucha social, lucha política y desarrollo de la conciencia cívica
Puede parecer contradictorio lo que vamos a decir, pero "las luchas sociales no siempre tienen repercusiones políticas directas". El movimiento reivindicativo de carácter sindical o las luchas de los pueblos por aumentos de salarios, salud y vivienda o en general, por mejores condiciones de vida, no alcanzan siempre, salvo casos excepcionales, el nivel de las luchas políticas ¿Cuál es entonces la diferencia entre unas y otras, entre las reivindicaciones sociales y económicas y las luchas estrictamente políticas?
La diferencia fundamental es que las luchas económicas y sociales no están encaminadas, directamente, a la conquista del poder del Estado. Esta diferencia entre la lucha económica y social y la lucha política, tiene un efecto en la conciencia de los actores. Diferentes tipos de lucha, no provocan el mismo efecto en la conciencia de los hombres y mujeres que llevan adelante esas batallas cívicas y sociales.
En términos extremadamente simplificados, podemos decir que las luchas económicas y sociales son luchas en defensa del bienestar, de las condiciones de vida concretas, son por el salario, por la comida, por el descanso, por la vivienda, por la salud etc. La luchas políticas en cambio, están motivadas por la conciencia de que es necesario cambiar la estructura del poder, quitar a los que sólo atienden los intereses dominantes y poner al frente del gobierno a las fuerzas que representen los derechos democráticos y las demandas de las mayorías ciudadanas. Dicho en pocas palabras, la política verdaderamente democrática, se propone transformar un sistema social injusto en otro más humano y más justo.
No está de más que los miembros o electores del PAC, recuerden que sus dirigentes fueron actores presentes y activos en la lucha contra el proyecto más entreguista, antipatriótico y antidemocrático de la Costa Rica contemporánea. Hablamos del TLC ¿Que alguien nos explique por qué razón y en virtud de qué sentido del realismo, deberíamos dejar de luchar por revertir las consecuencias más negativas de ese Tratado, y de otros similares? ¿Por qué si en su momento fue legítimo que el pueblo se movilizaba a lo largo y ancho de la Patria para evitar que la dirección del PLN y sus diputados nos impusieron el TLC, no sería ahora igualmente digno y oportuno que, con la ventaja de estar en el gobierno, el PAC desde el gobierno apelara al pueblo y lo llamara a luchar, a brazo partido, por evitar y frenar sus consecuencias?
La propuesta original del Partido Patria Nueva
Daremos cuenta, en un documento próximo a aparecer cuáles fueron las razones que nos impulsaron desde hace muchos años, a concebir un proyecto electoral que finalmente concretamos con la inscripción del Partido Patria Nueva. Debemos decir que el problema no es un asunto de nombres. Lo que un partido es, debe estar expresado en su programa y en su práctica concreta. Es a través de ellas que se pone de manifiesto su verdadera visión sobre el país, cuáles son los sectores sociales a quienes defiende y que papel les asigna a las distintas clases y fuerzas sociales en la ejecución de un plan de mejoramiento social y avance democrático.
Hace más de cinco años que iniciamos un proceso de colaboración y acercamiento político e ideológico con el viejo dirigente liberacionista el Lic. José Miguel Corrales Bolaños, quien a esas alturas ya se había separado de su antiguo partido. Él se encontraba completamente al margen de la vida política aunque aparecía como una figura pública destacada por sus méritos parlamentarios y su comportamiento personal. De modo que fuimos nosotros, desde el Movimiento un Camino Propio, y luego desde el foro cívico por la Dignidad Nacional, quienes le propusimos una participación política más destacada y el papel como exponente de nuestras ideas y planteamientos.
El licenciado Corrales aceptó jugar ese papel y de inmediato le dimos curso a una propuesta suya de convocar a una consulta o referéndum ciudadano sobre la aprobación o rechazo del TLC con los Estados Unidos. Las condiciones y consecuencias de esa lucha las hemos descrito ampliamente con anterioridad en otros documentos. Luego creamos un movimiento cívico independiente: el Movimiento por la Dignidad Nacional. Desde allí impulsamos, desde un espacio que generosamente nos cedía un importante sindicato de trabajadores del ICE, un foro o reunión semanal para examinar el acontecer nacional y proponer soluciones. Fue allí donde el Lic. Corrales Bolaños sugirió la idea de intentar otro referéndum ciudadano, pero esta vez enfocado en un punto central y fundamental: la aprobación del referéndum revocatorio del mandato con la tesis democrática de que el voto que elige puede también destituir al elegido.
Faltaba un año para las elecciones y consideramos importante escribir un Partido con capacidad para incidir positivamente en el futuro proceso y sobre todo, para ser una pieza clave de la unidad de fuerzas transformadoras y democráticas.
No teníamos ninguna duda de que íbamos a ser parte de ese maravilloso despertar ciudadano que ha comenzado a ponerse de manifiesto, el mismo que acaba de pasar la prueba cuando decidió, en esta primera ronda electoral, derrotar al actual PLN. Se trata del despertar ciudadano que ha permitido el ascenso de fuerzas que manifiestan su deseo de que Costa Rica sea nuestra y nuestro deber de levantarla, como hemos repetido tantas veces, caminando con nuestros propios pies y pensando con nuestra propia cabeza.
Si todos en el partido hubiésemos actuado movidos por el sentimiento que nos animaba desde nuestra propuesta original, si los vicios electoreros, las intrigas y las ambiciones no hubieran penetrado en Patria Nueva, a través del grupo denominado "tendencia corralista, no nos cabe ninguna duda de que allí estaríamos hoy ubicados junto al Partido Acción Ciudadana Y al Partido Frente Amplio.
Obviamente nadie puede reconstruir la realidad con base en sus buenos deseos, pero no es errado afirmar que iniciamos nuestro trabajo animados por una perspectiva promisoria. Podríamos hablar de decepciones, frustraciones o fracasos. Pero no hemos sido nosotros, el grupo de compañeros y compañeras que desde la dirección del Partido Patria Nueva que mantenemos y mantendremos en alto la bandera de este nuevo proyecto social, quienes hemos sido los principales responsables de lo ocurrido. Elevamos en alto también nuestro espíritu autocrítico y es necesario decir que gran parte, lo ocurrido se debió a un exceso de confianza, a una evidente falta de perspicacia para apreciar el poder de viejos vicios y ambiciones profundamente arraigados en la politiquería local; vicios que incluye la simulación, la ambición o el oportunismo junto a otros descalabros del alma humana.
Aceptamos, ingenuamente, que ingresaran a Patria Nueva individuos expertos en la intriga y la manipulación y que lograran un grado decisivo de influencia en las actividades del candidato, quien fue persuadido de la tesis de que "el candidato lo era todo y que el Partido no era nada". Con esa tesis, convirtieron la oficina del candidato en el centro donde se tomaban todas las decisiones, allí conspiraron a su antojo y prepararon activamente la manipulación de la Asamblea Nacional de octubre de 2013; luego repartieron a su saber y entender las candidaturas de diputados y se prepararon, según ellos, para recoger la abundantísimas cosecha electoral que, de manera alucinante, les anunciaba "el oráculo de las ranas".
Luego fue lanzada por las redes sociales una intensa campaña de desprestigio contra el compañero Presidente del Partido, Álvaro Montero Mejía, quien fue literalmente cubierto de agravios, calumnias e infundios. Esta campaña promovida por individuos bien caracterizados como elementos provocadores, no fue respondida, en primer lugar Por respeto a decenas de compañeros y compañeras honestas que eran movidos en esa dirección por las urgencias de la situación o las naturales ambiciones electorales. Fue así como decidimos no mover un dedo para no afectar o interferir en las decisiones que aquel grupo, la "corriente corralista", decidiera tomar.
Sabíamos de sobra que cualquier cosa que dijéramos o hiciéramos, que cualquier manifestación crítica, iba de inmediato a ser interpretada y divulgada como una intención malévola por influir negativamente en los resultados electorales. De modo que todo quedó en manos de la "corriente corralista". En las ocasiones que nos tocó intervenir en distintos medios, dijimos lo de siempre: "sólo las ideas, con el estricto apego a la verdad y a los intereses de las grandes mayorías nacionales, serán capaces de recuperar Costa Rica y continuar adelante con el proyecto transformador y democrático iniciado por los grandes reformadores del siglo XX". Esa misma línea la continuamos ahora, con la publicación de este documento.
El plan de Patria Nueva, sin importar en última instancia el nombre que adoptemos como Partido o como Unidad de Fuerzas Nacionales ha sido, en sus trazos fundamentales, completamente confirmado por las luchas recientes. Porque ninguno de los partidos que han encabezado el torneo electoral de febrero, y menos el Partido Acción Ciudadana cuya presidencia se anuncia con claridad, podrá sacar adelante a nuestro pequeño país si no se propone unir en un solo haz de voluntades a las fuerzas sociales e ideológicas que han moldeado el ser costarricense. Son las mismas que le han dado al Estado Nacional, el carácter de una nación sostenida por esos pilares que son nuestras grandes instituciones sociales, todas ellas basadas en ideas y concepciones propias, en una visión socialcristiana, socialdemócrata y socialista de profundas raíces nacionales.
De modo que las ideas son importantes así como las concepciones que tengamos sobre la organización social y la organización de los partidos que luchan por la Dignidad de la Patria y el bienestar de las mayorías. Lo importante es que los pueblos extraigan sus ideas matrices y sus propuestas motrices, de las experiencias surgidas de su propia realidad material y de su propia historia, sin calcos ni consignas importadas.
Somos parte de los pueblos que luchan
Nuestro deber es respetar a los pueblos que luchan, que hacen revoluciones y vencen a sus enemigos, que alcanzan nuevas conquistas democráticas aún a costa de inmensos sacrificios. Estos pueblos deben ser para nosotros fuente de inspiración y de respeto, pero no modelos para copiar. Por eso la juventud costarricense y en particular nuestros adherentes, debe educarse en el conocimiento y la lectura de las luchas de otros pueblos hermanos de América Latina y de los grandes próceres de la Primera Independencia. De modo que leer, conocer, respetar y amar las luchas de los pueblos, nos lleva al convencimiento de que cada pueblo tiene su alma propia, forjada en sus victorias y en sus derrotas, en sus anhelos y esperanzas.
Por eso deseamos finalizar estas líneas señalando que nuestro incipiente proyecto de Patria Nueva, sufrió en verdad, un profundo revés electoral. Pero nuestras ideas y nuestras convicciones permanecen intactas e incluso fortalecidas. Y es por eso que ahora debemos reiniciar la tarea que nos propusimos desde hace muchos años: "hacer de la política un acto de conciencia cívica, un acto transformador de nuestras inteligencias, de nuestro corazón y de ese brazo nacional "nervudo y pujante", pues son las herramientas indispensables y quizás invencibles con que transformaremos la Patria.
Alvaro Montero Mejía
Gerardo Quirós Jiménez
Laura Pérez Echeverría
https://www.alainet.org/fr/node/84185?language=en
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