Desde Diálogo 2000, queremos hacer memoria de este nuevo aniversario del golpe de Estado, como lo venimos realizando desde hace 10 años, insistiendo sobre el costo humano y social que tuvo la imposición del modelo neoliberal por parte de la dictadura militar. Los miles de desaparecidos, presos, exiliados y torturados más los miles de desocupados y empobrecidos fueron y son el saldo de un endeudamiento externo perfectamente planificado en beneficio del capital concentrado internacional y sus cómplices nacionales, en conjunto con las Instituciones Financieras Internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional, como surge del pedido de la Corte Suprema a la Justicia Federal para que investigue la responsabilidad del FMI en los crímenes de lesa humanidad producidos en nuestro país.

La Deuda Externa esta explícitamente ligada a los crímenes llevados acabo por la dictadura. El brutal incremento de la deuda en un 364 % en el período de 1976 a 1983 en beneficio de las empresas privadas, amasó una deuda manchada con sangre. Esta impunidad no solo caracterizó a los militares sino también a los grandes bancos y organismos internacionales y se consagró cuando el gobierno argentino a principios de 2006 pagó una deuda probadamente ilegal e ilegítima. Como se constató en la resolución judicial en la causa Olmos, esa deuda tuvo un origen espurio y en el tiempo se convirtió en un delito de ejecución continuada con un altísimo costo humano, produciendo un verdadero genocidio económico cuyas consecuencias seguimos padeciendo hoy día. Antes de continuar pagando se debe realizar una auditoría de la deuda para determinar fehacientemente cuanto nos prestaron, quienes se beneficiaron, cuanto pagamos y quien realmente le debe a quién.

Los derechos humanos, sociales, económicos y culturales son continuamente violados por las reglas del libre comercio y la mercantilización de la vida promovida por los gerentes del gran capital. Así vemos como se venden y compran tierras con poblaciones indígenas enteras en el medio, como se trata de privatizar el agua, un derecho humano irrenunciable, como se sigue sosteniendo la desigual distribución de la riqueza en beneficio de los mismos sectores que hasta hoy se han visto favorecidos y de las empresas privatizadas, que son subsidiadas con grandes partidas en el presupuesto nacional de este año, mientras los salarios y jubilaciones de gran parte de la población no llegan a cubrir las necesidades mínimas contempladas en la canasta básica familiar.

Asimismo queremos manifestar nuestra profunda preocupación por la desaparición de uno de los principales testigos en el primer juicio por genocidio que se realizó en nuestro país. El Gobierno Nacional tiene la responsabilidad que Jorge Julio López aparezca con vida lo antes posible. A seis meses de éste terrible hecho no hay novedades en la causa y su familia sigue sufriendo su ausencia. Este hecho va atado al secuestro por unas horas de Luís Gerez, otro testigo en una causa por violación de los derechos humanos, al secuestro de Leiva, a los continuos casos de gatillo fácil y a la criminalización de las protestas sociales. El aparato represivo, lamentablemente a 31 años del golpe de estado, sigue en pie. Es responsabilidad del Estado velar por las libertades y derechos democráticos de todas las personas.

Ayer como hoy seguimos luchando por la plena vigencia de los derechos humanos, reiterando nuestra exigencia de la restitución de la identidad de los jóvenes apropiados, la nulidad de los nefastos indultos y de la fraudulenta deuda externa. Rechazamos la privatización de las tierras, el agua y la biodiversidad, la continua depredación del medio ambiente que busca generar ganancias a cualquier costo.

Seguimos soñando como soñaron nuestros compañeros y compañeras desaparecidos con una Argentina y Patria Grande en donde gobierne la justicia social, el trabajo y la vivienda digna y en donde los pueblos tengan asegurado el derecho a la salud, a la educación y a la vida. Seguimos diciendo No a la impunidad de ayer y de hoy y exigiendo justicia para todas y cada una de las víctimas de crímenes y violaciones de los derechos humanos. Seguimos exigiendo: NUNCA MAS!

¡30.000 compañeros detenidos-desaparecidos PRESENTES!

¡SI a la VIDA, NO al pago de la DEUDA!

¡Somos los Pueblos los acreedores! Por Diálogo 2000

Adolfo Pérez Esquivel- Nora Cortiñas- Beverly Keene- Rina Bertaccini- Hna. María Bassa- Gladys Jarazo- Laura Yanella- María Eugenia Lanusse- Rev. Ángel Furlan- Pablo Herrero Garisto- Juan Roque- Juan Chachan- Eduardo Arroyo.

Buenos Aires, 23 de marzo de 2007.