Afganistán: 10 años de guerra ¿para qué?

24/05/2012
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Han sido diez años de guerra, que han convertido Afganistán en un verdadero infierno. A miles de kms.,de distancia, con miles y miles de soldados, con un gasto espantoso e inconmensurable, la maquinaria bélica USA provocó éxodo de millones de personas, la muerte de millares de inocentes, el destrozo de miles de mutilados y heridos, bombardeó y mató sin piedad.
 
 Cuánta razón tenía Robert Browman, obispo y antes piloto de cazas militares, al escribir a Bill Clinton:«Usted ha dicho que somos blanco de ataques porque defendemos la democracia, la libertad, los derechos humanos. ¡Eso es absurdo! Somos blanco de terroristas porque, en buena parte del mundo, nuestro gobierno defiende la dictadura, la esclavitud y la explotación humana. Somos blanco de terroristas porque nos odian. Y nos odian porque nuestro gobierno hace cosas odiosas”.
 
 Esta ha sido una guerra de ocupación que el imperio USA inició por sus intereses, no por los del pueblo afgano. Una guerra que descompone a la humanidad y condiciona negativamente su rumbo. Con el dinero gastado en ella, se habrían podido resolver todos lo problemas básicos de los países pobres.
 
 La gente sabe que la política de las naciones no se mide por sus palabras sino por sus hechos. Y los hechos lucen en Estados Unidos una cartelera ingente de invasiones, golpes de Estado, apadrinamiento de dictaduras, derrumbe de regímenes democráticos, asesinatos de líderes populares: “Si miramos la historia de más de un siglo, nos damos cuenta de que el Occidente como un todo, y particularmente los Estados Unidos han humillado a los países musulmanes del Medio Oriente. Controlaron sus gobiernos, tomaron su petróleo y montaron inmensas bases militares. Dejaron tras de sí mucha amargura y rabia, caldo cultural para la venganza y el terrorismo… Los estadounidenses ocuparon físicamente el Afganistán de los talibanes e Irak, pero los talibanes ocuparon psicológicamente las mentes de los estadounidenses. Se realizó desgraciadamente la profecía que hizo Bin Laden el 8 de octubre de 2002: «Estados Unidos nunca más se sentirá seguro, nunca más tendrá paz». Hoy es un país rehén del miedo que se ha difundido” (Leonardo Boff).
 
¿Es obrar conforme a ley comprobar que: “Cuando en nuestras posesiones se cuestiona la quinta libertad (la libertad de saquear y explotar) los Estados Unidos suelen recurrir a la subversión, al terror o a la agresión directa para restaurarla” (Noam Chomsky).
 
No le parece así al senador republicano Dick Lugar que en estos días ha pedido expulsar a Argentina del G–20 debido a su comportamiento bandido por permitirse actuar al margen de la ley..
 
El camino de EE. UU. para seguir manteniendo su hegemonía es el que todos sabemos: las armas, sus ejércitos, sus flotas, sus más de 800 bases militares en todo el mundo, su refinada tecnología militar con un presupuesto mayor al resto del mundo, su poder mediático que controla el 80 % de las agencias mundiales.
 
 Esta realpolítik suele ir acompañada del hecho de que otros Gobiernos occidentales con experiencia larga en esa asignatura, aparecen cómplices y serviles. Reverencian al emperador . Y aunque Obama vaya por otro camino, -él tiene el cargo pero no el poder-, se notan clavados en los huesos de Europa los dictados imperialistas.
 
El 15 de febrero de 2003 resonó en España y en el mundo entero, un NO atronador contra la guerra; era la voz del pueblo .¿No habremos de volver a la calle, a las plazas públicas, al universo entero, ahora que parecen sonar de nuevo los tambores de guerra contra Irán, y unir corazones, gargantas, manos y pies para impedir que una élite ensorbebecida promueva el estallido de una nueva locura?
 
La humanidad es una. O nos salimos de la dialéctica perversa del eje del Bien y del Mal o el odio y la guerra son imparables. El punto de mira es la humanidad global, no Occidente ni Oriente, no los unos contra otros, sino todos unidos para construir entre todos una vida y convivencia dignas, justas, libres y pacíficas.
 
Es un sueño, pero tenemos recursos para hacerlo efectivo. El aliento primigenio de nuestro ser confirma que el mundo no es excluyente ni disociador sino integrador y solidario; o convivimos como hermanos o seguiremos exterminándonos como lobos al calor de las fogatas de la guerra.
 
 El tiempo del endiosamiento particularista (nación, raza, religión, clase, género ) pasó. No sirve para el futuro. La vocación de la familia humana es la UNIDAD.
 
“La guerra contradice de la manera más flagrante las actitudes psíquicas que nos impone el proceso cultural, y por eso nos vemos precisados a sublevarnos contra ella, lisa y llanamente no la soportamos más” (S. Freud).
 
 
https://www.alainet.org/pt/node/158191
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS