1.- Al ganar Trump la presidencia, los Clinton, los Bush, los halcones y todos los metidos en el gigantesco negocio de la guerra y el petróleo, quedaron cerca pero marginados de las decisiones.

2.- La destrucción de Siria durante los últimos años fue ordenada y ejecutada por ellos a través de Obama, utilizando como uno de sus instrumentos al Estado Islámico (ISIS) en contra del pueblo y del gobierno sirio.

3.- Históricamente, Rusia e Irán mantienen un interés geopolítico muy marcado en Siria por ser un vecino estratégico desde todos los puntos de vista. Siria era uno de los países más prósperos y avanzados de Oriente Medio hasta que las potencias decidieron destruirlo para tomar una ventaja estratégica sobre Rusia e Irán.

4.- Por mucho tiempo Putin exigió la salida de las fuerzas terroristas estadounidenses y europeas de Siria y, al no ser escuchado, entró a la defensa de Siria por una petición expresa de su gobierno y basado en las normas de las Naciones Unidas.

5.- En esos meses, Rusia sorprendió al mundo, y en particular a EEUU, por su moderno, eficaz y tecnológicamente avanzado armamento de guerra convencional, con el cual logró derrotar a las fuerzas del Estado Islámico y devolver a Siria el control de su propio territorio.

6.- El Imperio estadounidense fue humillado como nunca lo había sido y desde entonces ha tratado de tomar la revancha, pero lo cierto es que ha perdido frente a Rusia su histórica ventaja estratégica en guerra convencional y, recientemente, también en guerra nuclear, pues Putin presentó hace unas semanas varias líneas de armamento sofisticado frente al cual el arsenal militar de EEUU no tiene defensa.

7.- Por estas razones, las presiones de los halcones sobre Trump han sido en todo momento muy poderosas, ya sea acusándolo de tener acuerdos con los rusos, imponiéndole a destacados militares como parte de su círculo inmediato de gobierno, e incluso intentando derrocarlo para sustituirlo por alguien más dócil y cercano a sus intereses.

8.- Pero Trump ha “resistido” y una de sus formas para lograrlo ha sido soltar presión a través de realizar ataques de tipo mediático (como el de ayer y el de hace un año), con los cuales hasta ahora ha podido mantener a raya a quienes quieren aún más sangre y guerra que él. Hay que tener muy claro que no existe evidencia de que el ataque con armas químicas del ejército sirio haya existido; más bien al contrario, pues todo muestra que se trató de un operativo de falsa bandera. Además, de manera muy conveniente, este ataque de EEUU, Gran Bretaña y Francia tiene lugar precisamente un día antes de la llegada de la comisión que investigaría la supuesta agresión con armas químicas.

9.- En este “juego” de soltar presión es muy probable que Trump esté coordinado con Putin por dos razones: primero, porque Rusia no intervino para derribar los misiles lanzados ayer contra Siria, a pesar de contar con el armamento para hacerlo, y segundo, porque el verdadero propósito de Trump es sentarse a negociar con Putin para lograr un acuerdo que aleje a Rusia de la alianza que ha consolidado con China en los años recientes.

10.- Esta alianza, por cierto, fue forzada por la absurda y suicida política de Obama-Clinton que echó a Rusia a los brazos de China, destruyendo el equilibrio estratégico alcanzado por Kissinger-Nixon en la década de 1970, que dependía de garantizar el alejamiento entre Rusia y China, y que había sido uno de los logros más grandes de la diplomacia estadounidense en toda su historia¹.

11.- En suma, aunque parezca difícil de creer, es Trump el que ha venido frenando a los halcones, aunque también es evidente que está utilizando estos golpes bélicos mediáticos para aparecer ante los votantes como un vaquero valiente y decidido, lo cual seguramente le redituará en las próximas elecciones que ya se avecinan.

Ciudad de México, 14 de abril de 2018