Referéndum sobre autonomías, ¿qué nos consultan?

22/06/2006
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A unos días del referéndum sobre autonomías, queda claro que el país entero está de acuerdo con avanzar en el proceso de descentralización, queda claro que hay que afianzar el nivel de gobierno municipal, queda claro que el acuerdo se encuentra en un nivel intermedio entre el municipio y el gobierno central. Queda claro que el principio de mayor cercanía de las decisiones al pueblo, se resuelve en espacios territoriales manejables, y que representen de una u otra manera características particulares de la población por las cuales construye una identidad propia. Queda claro, al mismo tiempo, que hay temas a discutir, por ejemplo: los mecanismos para transitar en la reterritorialización de la división política de Bolivia, por más pequeña o grande que esta sea; o las expectativas de los pueblos indígenas de auto representarse adecuadamente. Según entiendo muchos de los que votaran por el SI y los que votarán por el NO coinciden en esos criterios generales, ¿Entonces porque no todos votamos igual?, hay varias razones, para mencionar solo algunas: Algunos que votarán por el SI están convencidos que se impondrá la propuesta del movimiento cívico de Santa Cruz, que por haber introducido la palabra Departamento en la pregunta queda inhabilitada toda posibilidad de subdivisiones territoriales, que se establecerá la supremacía de la unidad Departamental sobre los otros niveles de gobierno. En cambio, otros que votarán por el SI entienden que se iniciará un proceso, que incluye recomposición territorial, en la que se ordenarán las tareas de los distintos niveles de gobierno y que esto permitirá mayor participación ciudadana y más adecuadas decisiones de este nuevo nivel, que perfectamente puede seguir llamándose Departamento, aunque no necesariamente haga mención a como estos se encuentran delimitados en la actualidad. Otros votarán por el NO porque entienden que de confirmarse la posición del primer grupo que votará por el SI, entonces la nueva estructura Departamental será una consolidación de los actuales poderes departamentales, incluyendo principalmente a sus elites. Dejan abierta la posibilidad que a través del NO se construya una autonomía con un contenido distinto. En cambio, otros votarán por el NO porque han gozado, gozan o esperan gozar, de las ventajas del poder central, este grupo es tan heterogéneo como cualquier otro e incluye a personas de todos los sectores sociales. A estas alturas, los que asistirán a las urnas, nos preguntamos como hacer para votar y evitar que detrás de un SI o un NO se impongan lecturas que no necesariamente represente nuestra voluntad. De esto ya conocemos los bolivianos. Para las dudas por el SI, el comportamiento de las elites departamentales, de sus autoridades electas por voto universal, continúa convocando a la sospecha, a la falta de generosidad para agregar y responder las preocupaciones de un universo amplio de población. Los anticipados gobernadores y sus camarillas están haciendo un flaco favor a la descentralización, como ya ocurrió en algunos municipios, pero al igual que aquel tampoco es prudente generalizar. Para las dudas por el NO, el reacomodo de algunos sectores organizados en el nuevo gobierno, principalmente salud y educación, también convoca a la sospecha, porque mantener las estructuras centrales y los privilegios de algunos gremios es demás de cómodo en una situación en la que el país espera mayores cambios, que podemos estar seguros no cambiaran con los mismos actores en las mismas posiciones. Por estas razones, me gustaría votar por una interpretación del SI y por una interpretación del NO, ciertamente esto no es posible, por lo que volvemos al problema original. Sin embargo, si afirmamos que estos procesos responden a problemas y construcciones sociales reales, donde los pueblos indígenas, los movimientos, las organizaciones, los partidos políticos, los cívicos representan opciones contemporáneas y por tanto dinámicas, el voto afirmativo, voto constructivo, voto temeroso, voto malestar, voto censura, el voto suyo o el mío finalmente será un pasito en este camino a la mayor descentralización, podemos llamarla autonomía, que significará apertura y tensiones, tanto en la disputa territorial como en la recomposición de los poderes locales. Finalmente a lo único que hay que temer y frente a lo que hay que pelear es contra los autoritarismos, los privilegios, las ineficiencias y las inequidades que se desprenden desde el poder del Estado, en cualquier época y en sus distintos niveles, si esto se entiende por cambio, sea cual fuere el resultado del referéndum por autonomías los bolivianos habremos ganado. - Oscar Bazoberry Chali es Director General de CIPCA Fuente: CipcaNotas Boletín Virtual No 158, Año 5. Junio de 2006. http://www.cipca.org.bo
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