La institucionalización de la violencia
- Opinión
Vivir libre de amenaza de violencia armada es una necesidad humana básica. Es una precondición para el desarrollo humano, la dignidad y el bienestar. Es una responsabilidad central de los Gobiernos proveer la seguridad humana de sus ciudadanos.
La comunidad internacional ha reconocido que la violencia armada y el conflicto impiden la realización de las Metas de Desarrollo del Milenio y que la prevención del conflicto y su resolución, la reducción de la violencia, los derechos humanos, el buen gobierno y la construcción de la paz son pasos claves hacia la reducción de la pobreza, promoviendo crecimiento económico y mejorando las vidas humanas.
Declaración de Ginebra sobre Violencia Armada y Desarrollo. Junio de 2006
1. Introducción.
Guatemala es heredera de un pasado con un Estado autoritario, represivo y excluyente. Durante el conflicto armado la violencia institucionalizada fue parte de la política del Estado: uso de la violencia desde el poder, militarización y represión masiva. Sumado a lo anterior, la relación entre poderes económicos y grupos de la guerra sucia, que utilizaron los escuadrones de la muerte, la violencia y la muerte como mecanismos de ejercicio de poder, con total impunidad.
Los Acuerdos de Paz, concluidos en 1996, sentaron las bases mínimas para un proyecto o modelo de país, pero hoy lejos se está de alcanzar lo establecido en ellos. La debilidad del Estado para ejercer su papel de garantizar el bien común dificulta el logro de los objetivos trazados por los Acuerdos. La institucionalidad estatal está profundamente debilitada.
Los Acuerdos de Paz generaron una agenda nacional de fortalecimiento del Estado y sus instituciones, y un cambio en su relación con la sociedad; sin embargo, el poder económico impuso la agenda neoliberal de privatizaciones y de reducción del Estado.
En Guatemala, la ciudadanía circunscribe su participación a los procesos electorales, dejando de lado su rol de fiscalización de los gobernantes. La construcción de la democracia requiere procesos en los que la actuación de los estados y la participación de los ciudadanos es decisiva. La confianza es decisiva.
La debilidad del sistema democrático no ha creado ese poderoso instrumento de control que es la formación de opinión pública, por lo cual lejos se está de corregir la realidad del país, caracterizada por la inseguridad y la violencia institucionalizada.
“Toda la cuestión de la limpieza social afecta sobre todo a la juventud, una juventud estigmatizada como delincuente, por lo que la sociedad esta aceptando que se produzcan estos hechos. Cualquier grupo de jóvenes que camine libremente por la calle se expone a ser reprimido por los agentes”[1], Abner Paredes, encargado del Departamento de Juventud el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH).
La impunidad continúa siendo la norma, y las instituciones del Estado encargadas de brindar seguridad a la población, como es el caso de
En este sentido, el tema de los derechos humanos cobra aún más importancia, porque los aparatos clandestinos y estructuras paralelas son utilizadas para amenazar y hasta asesinar a los defensores de derechos humanos, periodistas, políticos, etc.
Situación Actual de Seguridad: Violencia, el principal indicador según
n Homicidios en 2005: 5338
n Homicidios en 2006: 5885
n 17 muertes violentas al día en 2006; en México ocurren 9
n Homicidios de mujeres: 582, en 2006, la cantidad mayor entre los países de América Latina
n Homicidios de niños: 229, la cifra más alta de América Latina
n Mas del 90% de homicidios son cometidos con armas de fuego
n Los costos de la violencia en 2005 fueron por 14,000 millones de quetzales, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
n Impunidad en el 97.3% de los homicidios, según el Ministerio Público (MP)Grupos de las fuerzas de seguridad realizan ejecuciones extrajudiciales
2. Causa:
Guatemala enfrenta un amplio frente de rezagos en materia estatal y no se ha podido, hasta la fecha, lograr un verdadero Estado Democrático de Derecho. Siempre se ha privilegiado la dominación por la coerción o el uso de la fuerza como elemento para mantener las profundas desigualdades, controlando a la población e imponiendo el poder. Durante casi todo el siglo XX, el Ejército fue el guardián y el ejecutor de este tipo de Estado represor y violento.
De esta manera, se oprimió a la sociedad, convirtiendo esto en la normalidad. La opresión y el autoritarismo caracterizaron así a las relaciones personales y sociales. La obediencia a ese Estado fue sustentada por el miedo a la represión o la violencia.
La elite económica guatemalteca fue incapaz de ejercer democráticamente el poder, basado por el contrario en la exclusión, la explotación y la represión de las mayorías. El Ejército fue usado para cuidar de sus intereses, con el beneplácito de Estados Unidos, que a su vez los utilizó en la llamada Guerra Fría.
Así, el conflicto armado interno, según
La firma de los Acuerdos de Paz planteó la construcción de un nuevo tipo de Estado y de relación con la sociedad; sin embargo, el incumplimiento de los mismos ha traído el incremento de los problemas de inseguridad ciudadana, la falta de justicia, la impunidad y la presencia de militares en el Estado. Estos son problemas aún no resueltos.
Lo anterior, sin mencionar el tema de la memoria y el esclarecimiento histórico, en el que el deslinde de las responsabilidades de las violaciones a los derechos humanos está aún pendiente.
Hoy, la ausencia de un aparato estatal eficiente en materia de justicia y seguridad permite que resurjan grupos y estructuras que, siguiendo casi siempre la vieja usanza contrainsurgente, tratan de eliminar toda “supuesta amenaza”. Van tras la eliminación de todo aquello que amenaza su estatus de impunidad por crímenes de lesa humanidad, pero algunos también están al servicio de quienes desean tener control sobre las instituciones y las estructuras de poder local para favorecer sus negocios en el mundo de la delincuencia organizada, la corrupción a gran escala y la narcoactividad[2].
En definitiva, desde el conflicto armado hasta la fecha, las estructuras de poder han recurrido a la violencia y al asesinato como forma de enfrentar la conflictividad interna. En el pasado se utilizaban mediante la política contrainsurgente represiva y actualmente mediante la política de represión contra “la delincuencia”. Para lograr este objetivo es esencial mantener un sistema de total impunidad.
3. El Contexto Actual: Homicidios, ejecuciones extrajudiciales, limpieza social, violencia contra los defensores de derechos humanos
El reciente asesinato de tres diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y su piloto, y la posterior ejecución, dentro de una cárcel de máxima seguridad, de cuatro policías sindicados del hecho, han dejando ver, una vez más, que la violencia y la impunidad se han incrustado dentro del Estado.
El hecho anterior se suma a los miles de asesinatos no resueltos, a la violencia, inseguridad e impunidad que reina en el país y que se ha venido denunciando y describiendo desde hace mucho tiempo.
Sandra Morán[3], dirigente del Sector de Mujeres, indicó que lo preocupante de esta situación es que hayan surgido nuevamente los llamados escuadrones de la muerte y que estén haciendo una limpieza social dirigida a jóvenes.
“Creemos que no es posible que el Estado permita la existencia de estos grupos y se tienen que hacer esfuerzos para hacer una investigación. Creemos que también tienen que hacer mayores esfuerzos para el tema de la seguridad, porque el incremento de la violencia en contra de todas las personas es espantoso”, expresó.
HOMICIDIOS POR PERÍODO DE GOBIERNO
FUENTE: PNC
Nota: El dato sobre el período inconcluso de Óscar Berger es hasta marzo de 2007.
Las Ejecuciones Extrajudiciales.
Acontecimientos recientes han permitido conocer una práctica institucional de ejecuciones extrajudiciales de presuntos miembros de pandillas juveniles o narcotraficantes; los hechos más significativos han sido el asesinato y tortura de los diputados salvadoreños y su piloto; el asesinato de cuatro presuntos responsables, en la cárcel El Boquerón; las ejecuciones en la toma de
El propio Director General de
Según un informe del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en enero del presente año se cometieron al menos 49 ejecuciones extrajudiciales en el país. De ese número, 48 fueron de hombres[4].
Familiares de las víctimas denunciaron que los responsables fueron agentes de
Ataques contra los Defensores de Derechos Humanos[5]
Está demostrado que hay grupos, estructuras y expresiones políticas que pretenden mantener incólume la denegación de justicia a las víctimas del conflicto armado interno, y que se valen de los mecanismos de la impunidad y de la violencia para lograrlo. En este escenario, los aspectos que causan mayor preocupación son que la sociedad en general permanece indiferente y que las instituciones del Estado siguen un comportamiento similar, en la medida que actúan con ineficiencia, sin compromiso y sin voluntad de ofrecer resultados concretos. Sólo así se explica que nada ocurra en materia de investigación criminal y de persecución penal tras la perpetración de los hechos violentos mencionados, pese a que han sido denunciados formalmente ante los órganos competentes.
En 2006 se reportaron 278 ataques en contra de defensoras y defensores de derechos humanos, lo que implica un incremento sobre los 224 experimentados en 2005.
Los ataques reportados a
Durante el período 2000-2005, la tendencia había sido que las mujeres mantuvieran un ritmo de ataque similar. Sin embargo, el año 2006 significa una ruptura a ese continuum, en tanto que comparativamente hubo un aumento de 8% en el número de mujeres defensoras agredidas durante este año.
Los actos de hostigamiento y generación de miedo siguen siendo las agresiones más frecuentes contra defensoras y defensores durante el año 2006. Sin embargo, la preocupación primordial se centra en el hecho del aumento de asesinatos en contra de defensores y defensoras de derechos humanos, así como la continuación de la tendencia de 2005 del aumento de intentos de asesinatos.
Hay un aumento de ataques sufridos por las y los defensores que tienen a
En el informe del año 2005 se hizo un llamado de atención ante la generalización de la práctica de la intimidación y de las acciones de amenazas en el marco de la emergencia del fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales.
El año 2006 muestra que emergió un nuevo actor entre aquellos grupos de interés que puedan estar afectando la actividad de los defensores:
La situación de las defensoras y defensores de derechos humanos continuará deteriorándose durante 2007, ya que hay indicios muy serios de que las instituciones de seguridad del Estado empiezan a comprometerse en varias de las agresiones en contra de ellas y ellos.
El año electoral es propicio para que se agraven los ataques, no sólo por el clima de violencia política que reina, sino también porque muchos intereses económicos y poderes locales ligados a la correlación de fuerzas están desesperados por lograr sus metas durante este último año de gobierno.
4.
Las políticas implementadas por las autoridades evidencian que la violencia se utiliza desde el Estado como mecanismo de poder. En este sentido, se pueden señalar las siguientes:
Ø Incorporación de ex militares en puestos claves en
Ø Patrullajes conjuntos y creación de la fuerza militar de seguridad ciudadana.
Ø Labores de inteligencia en manos militares.
Ø Fuerzas “especiales” antisecuestros con participación de Ministerio Publico, PNC, Ejército y particulares.
Asimismo, el abuso policial en contra de mujeres ha sido la regla, según datos del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (ICCPG). De 100 mujeres detenidas, el 26% informaron haber sido víctimas de agresiones verbales, físicas o sexuales al momento de ser capturadas. El 34% reportaron haber recibido mal trato cuando fueron ingresadas a las comisarías policiales y 25 mujeres haber sido víctimas de tortura.
Los investigadores de
DETENCIONES POR MUERTES VIOLENTAS DE MUJERES (SEGÚN
El Ministerio Público
Si bien el Ministerio Publico (MP) es la institución más fortalecida presupuestariamente, sus niveles de efectividad no han aumentado. El plan de política de persecución penal e instrucciones generales no se implementan en la práctica.
Hasta junio de 2006, el MP contaba con 1,180 agentes y auxiliares fiscales, lo que representa una tasa de 9.63 por cada cien mil habitantes[6]. En la ciudad de Guatemala existen 100 fiscales y auxiliares en la fiscalía de delitos contra la vida[7].
Actualmente existe un 97.3 % de impunidad en la resolución de los homicidios, según cálculos del libro de labores del MP en 2006[8].
Empresas Privadas de Seguridad:
n 150 mil agentes privados
n 30 mil registrados en DECAM
n Oficina de Control de
n Falta de voluntad política para promover legislación adecuada
Armas y Municiones:
n 50 millones de municiones vendidas en 2006
n No hay planes de desarme, hay permisividad
n Falta de voluntad política para promover legislación adecuada
(Fuente: Ministerio de Gobernación)
La debilidad institucional, las políticas represivas y el uso de la violencia por parte del Estado, han generado y agravado el clima de inseguridad pública, lo cual tiene como consecuencia directa varios fenómenos:
- Aumento de la criminalidad, liderada por verdaderos ejércitos de delincuentes, que cuentan con mejor armamento, tecnología y equipos.
- Aparición de empresas privadas de seguridad, muchas de ellas mejor dotadas que las fuerzas de seguridad pública.
- Tenencia y portación por particulares de todo tipo de armas, sin control.
5. PNC: ¿Depuración o Refundación?
Fallas desde el origen.
En Guatemala, durante el conflicto armado,
En el Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder Civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática (AFPC) se establecieron una serie de compromisos en materia de seguridad pública. Uno de los más importantes fue la creación de una nueva Policial Civil bajo la dirección del Ministerio de Gobernación. De esta manera, en cumplimiento de este compromiso se creó
Sin embargo, el año 1998 marca el inicio de un débil sistema de seguridad ciudadana, con el nacimiento de PNC. El porqué está en haber dejado similares estructuras a las que se tenían en
Carmen Rosa de León Escribano, integrante del Consejo Asesor de Seguridad (CAS) de
Por otro lado, según comentó el vicepresidente Eduardo Stein, la disolución de
El ministro de
Nery Rodenas, director de
Algunos analistas coinciden en que la depuración de
Carmen Aída Ibarra, analista de
Carmen Rosa de León Escribano, también directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), dice que las reformas deben ser acompañadas de instancias internacionales que puedan aportar su experiencia para efectuar una adecuada depuración. Para ella,
Ambas analistas coinciden en que la depuración debe ser transversal. Es decir, que atraviese a las instituciones vinculadas a la seguridad. La medida debe incluir al Sistema Penitenciario, jueces y fiscales del Ministerio Público.
El gobierno busca modificar
Sin embargo, el problema de la depuración ha sido los malos procedimientos del propio Ministerio de Gobernación.
Las enmiendas al reglamento irían encaminadas a que el director de
Hay que tener en cuenta que desde hace seis años,
El presidente del Organismo Judicial, Eliú Higueros, dijo que si no se sigue un debido proceso de destitución, los jueces están llamados a velar para que esto se cumpla[12].
El MP cuenta en su haber con unos 600 expedientes de elementos de
En este sentido, es de destacar que
A lo largo de ese año,
Actualmente existen 38 investigadores en
60 casos de agentes policiales muertos en 2006, algunos de los cuales habían presentado denuncias a
Las cifras del IMASP evidencian un incremento en casos de desapariciones forzadas y detenciones ilegales. El primer delito, en un 50%, y el segundo apunta a una proyección también en aumento. Asimismo, destaca la participación de mandos medios de
6. Resistencia a
Desarrollar un instrumento como
Para entender la necesidad de la creación de
Este contexto debió llevar al Congreso a la aprobación de
Sin embargo, ni siquiera la crisis que sufre el país permitió su aprobación; al contrario, se evidenció que las lógicas del poder plantean seguir usando la violencia como instrumento de dominación.
La consulta a
n El Ejecutivo presentó la propuesta al Congreso el 28 de febrero, nueve días después del asesinato de tres diputados salvadoreños al PARLACEN.
n En el Congreso se intentó aprobarla de urgencia nacional, pero no contó con votos suficientes.
n Se remitió a
n Se envío a consulta a
n Después del dictamen regresa a la misma comisión.
La iniciativa de ley que dispone la aprobación del acuerdo entre Naciones Unidas y el gobierno para el establecimiento de
Se prevé que
Constituirá una presencia internacional autónoma, que permitirá avanzar en el proceso contra la impunidad. Deberá ser acompañada de una voluntad política, no sólo del gobierno, sino del Estado.
La limpieza social y las ejecuciones extrajudiciales, cuya existencia han reconocido las autoridades, son llevadas a cabo por grupos incrustrados dentro del Estado, y es un tema que
La vigencia inicial de
La oposición a la creación de
7. Reflexiones Finales
o La crisis de las instituciones de seguridad es consecuencia de las políticas gubernamentales implementadas hasta la fecha, la falta del cumplimiento de los Acuerdos de Paz y la falta de voluntad política para la implementación de una reforma de los sectores seguridad y justicia, necesarias en el proceso de transición.
o No existen políticas de seguridad preventiva, ni de investigación criminal, ni de fortalecimiento de las instituciones civiles de seguridad. Al contrario, se han debilitado las instituciones y la investigación criminal, lo que permite el funcionamiento de este ciclo de violencia e impunidad.
o Nuevamente la violencia y la muerte son el mecanismo de enfrentar la conflictividad por parte del poder económico, utilizando a las fuerzas de seguridad para desarrollar una lógica represiva. Existe una política institucional represiva con métodos ilegales de utilización de violencia con total impunidad.
o El cambio de autoridades en el Ministerio de Gobernación es un buen inicio; sin embargo, hace falta el cambio de políticas, hay un nuevo discurso, pero se necesitará voluntad política para pasar del discurso a los hechos. Seguramente, habrá muchos sectores sociales que apoyarán los cambios necesarios.
o Habrá que desarrollar, como en el tiempo del conflicto armado, mecanismos nacionales e internacionales de denuncia, observancia y exigencia al Gobierno para el respeto del derecho a la vida.
o Se debe exigir la persecución penal de grupos armados que realizan ejecuciones extrajudiciales y sus responsables institucionales
o Se debe impulsar cambios de orientación del paradigma represivo instalado en las instituciones de seguridad, con cambios de políticas y aprobación de leyes de contenido democrático y de acuerdo al paradigma de seguridad democrática, que conlleven a la desmilitarización de la seguridad ciudadana.
o Realizar una depuración y refundación real de las instituciones de seguridad a todos los niveles, creando y fortaleciendo los mecanismos legales de carrera y una reforma policial que incluya la creación de la policía de investigación criminal.
o El Congreso de
o Ante la situación vigente, es necesario el fortalecimiento de la capacidad de fiscalización y auditoría social de la sociedad civil en temas de seguridad, justicia y derechos humanos. Debemos revertir la situación actual y aprovechar la oportunidad para realizar los cambios y retomar el camino de los Acuerdos de Paz, así como el paradigma de la seguridad democrática.
Centro de Estudios de Guatemala (CEG)
Mayo de 2007
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[1] Encuesta: Entre Jóvenes. Prensa Libre, 11 de Marzo de 2007. “La mayoría de muertos son adolescentes”.
[2] Informe de
[3] Sector de Mujeres preocupado por posible limpieza social. Telediario, 19 de marzo 2007.
[4] Según el GAM, en enero se cometieron 49 ejecuciones extrajudiciales. La Hora , 18 de febrero de 2007.
[5] Basado en el Informe de
[6] Fuente: Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).
[7] Fuente: Ministerio Público.
[8] Fuente: ICCPG.
[9] Siglo Veintiuno, 7 de marzo de 2007.
[10] Gabinete de seguridad no descarta militarizar la PNC , según el Vicepresidente. Siglo Veintiuno, 2 de marzo de 2007, por Otto N. Ángel y Édgar López.
[11] Prensa Libre, 2 de marzo 2007.
[12] Prensa Libre, 2 de Marzo 2007.
[13] Diversos analistas indican que no debe tratarse sólo de despedir policías.
[14] Análisis del Centro de Estudios de Guatemala, marzo de 2007.
[15] Radio 10, 6 de febrero de 2007, entrevista de Óscar Rodolfo Castañeda, del programa Claro y Directo, a Sandino Asturias, director del Centro de Estudios de Guatemala.
[16] Opinión: Los inconformes con la CICIG. Por Adrián Zapata. Siglo Veintiuno, 15 de febrero de 2007.
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