Una propuesta humanista

22/08/2007
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Una visión de totalidad que refleja la complejidad de esta era de cambios que vive el país define la propuesta Constitucional presentada por el presidente. Bien útil para su comprensión es este texto del prestigioso historiador Eric Hobswaum “Marx me enseñó que los procesos históricos deben ser analizados como un todo y que tienen, no quiero decir leyes, porque se parecería a la visión positivista del viejo estilo, pero si una estructura y una regularidad, que es el relato de la sociedad humana en su tiempo. Un relato cargado de aspiraciones a la plenitud humana”. Esta propuesta se estructura tomando en cuenta la regularidad en el movimiento de un proceso constituyente que se ha fortalecido con las experiencias y saberes del pueblo. Nuestras comunidades, en la medida en que se organizan han ido perfilando una nueva forma de gobernabilidad y de estado que redefine el concepto de democracia. Un nuevo sujeto social empeñado en transformar la realidad para construir una nueva sociedad surge en esta praxis histórica. Su subjetividad se ha enriquecido conviviendo en los espacios de solidaridad, fraternidad y alegría que se van desarrollando en el proceso de construir y asumir proyectos y acciones para resolver sus problemas y alcanzar una vida digna.

La síntesis de esta praxis comunitaria contenida en la propuesta se ha estructurado en una totalidad compleja cuyos componentes están articulados en una relación fundamental: La formación del Poder Popular y su concreción en las comunas. Situar al hombre en su comunidad dotado del poder para reconstruir su historia, significa el rescate de la esencia del hombre como ser social e histórico. Constituye el rescate de la vida comunitaria como eslabón perdido del capitalismo entre el individuo y la sociedad. Una respuesta concreta y contundente al mundo antihumano construido por la oligarquía neoliberal capitalista. La cultura de la Grecia clásica “hace al hombre ante todo un miembro de la comunidad. Aristóteles hace al hombre un animal político y lo distingue del puro animal por su ciudadanía. Esta identificación del humanistas del ser del hombre con el estado, solo es comprensible en la estructura vital de la antigua cultura de la polis griega, para la cual la existencia en común es la suma de la vida mas alta, adquiere incluso cierta calidad divina”.[pp60. M Granel].

En el capitalismo –según Marx- “el hombre solo puede ser ciudadano del Estado en tanto que individuo: debe abstraerse de la sociedad civil como individualidad pura y simple para aspirar comportarse como ciudadano político. Y para alcanzar ese estatus, su vida comunitaria real tiene que ser puesta como inexistente […]”.

La propuesta de reforma constitucional pone fin al hombre como individuo aislado, como ciudadano abstracto, impuesto por la burguesía. Lo devuelve a su comunidad, recupera su esencia social, permitiendo a nuestras comunidades populares pasar de la resistencia cultural en que se han mantenido, a la ofensiva revolucionaria.
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