Marcha por la Soberanía Popular
14/05/2002
- Opinión
Los congresistas bolivianos están empeñados en reformar la
Constitución Política del Estado, con el propósito, según ellos, de
fortalecer el papel de los partidos políticos y así consolidar la
institucionalidad democrática del país andino.
Los medios informativos de Bolivia han cubierto con cierta dificultad
los acontecimientos al interior del Parlamento, pues la Reforma se la
está discutiendo a puerta cerrada. Sin embargo, han procedido a
formar un verdadero cerco informativo en torno al pedido de amplios
sectores sociales, como los campesinos e indígenas, con respecto a
dichas reformas.
El movimiento social exige su derecho a participar en los cambios de
la Constitución y en la toma de decisiones trascendentales para el
país. Para ello convocan a una Asamblea Constituyente que represente
la verdadera voluntad popular y rechazan el verticalismo partidario.
Desde el día lunes 13 de mayo, medio millar de representantes
comunitarios de base de las organizaciones indígenas, de mujeres,
colonizadores y campesinos sin tierra, iniciaron la Marcha por la
Soberanía Popular, Territorio y Recursos Naturales.
Las más de 20 organizaciones indígenas y campesinas del país, sumadas
a otras de los sectores urbanos rechazan la eliminación de ciertos
derechos ciudadanos alcanzados con anterioridad y expresados en la
actual Constitución.
La Marcha que partió desde Santa Cruz presiona para que se archive el
proyecto de Reforma Constitucional aprobado a la medianoche del 9 de
mayo, y que al momento es discutido punto por punto por el Parlamento.
Se conoce que las discrepancias entre los partidos políticos han
obligado a convocar a un Congreso Extraordinario para resolver las
Reformas para el día jueves 16 de mayo.
Los marchantes aseguran que con el proyecto se distrae a la opinión
pública con una falsa apertura democrática, cuando en realidad los
partidos quiere fortalecer el poder político partidario que les
permitiría seguir controlando y manipulando el Poder Ejecutivo y
Judicial. Asimismo, el proyecto de Reforma excluye toda participación
ciudadana en los cambios constitucionales.
Las posibles reformas
. Los ciudadanos podrán presentar proyectos de ley respaldados por
las firmas del 3% de inscritos en el padrón. Esto significa que las
organizaciones populares, campesinas e indígenas que deseen presentar
reformas deben actuar tal como lo hacen los partidos políticos, es
decir presentando el respaldo de al menos 123 mil firmas.
. Los ciudadanos podrán postular a candidatos a presidente,
vicepresidente, senadores y diputados, concejales y alcaldes ante la
Corte Nacional Electoral, para ello deben presentar el número de
firmas de ciudadanos al igual que los partidos políticos.
. El Congreso nominará a los presidentes de la Corte Suprema y el
Tribunal Constitucional, con ello pierden el carácter de cuerpos
colegiados.
. Se reducirá el número de diputados, que en la actualidad son 130 y
serán electos de manera uninominal.
. Se modifica el tiempo del voto de censura constructiva en los
municipios de uno a dos años.
. Se anula la característica "descentralizada" del país y la igualdad
jurídica entre el hombre y la mujer.
. Se amplía el tiempo de privación de libertad sin orden judicial de
24 a 72 horas.
Las organizaciones de la Marcha por la Soberanía Popular también piden
el archivo definitivo del Proyecto de Ley "Apoyo al Desarrollo
Sostenible y de Reforma a la Ley Forestal". Este "paquete agrario"
favorece a los grandes madereros, ganaderos y latifundistas, e impone
trabas al derecho de los campesinos, indígenas y colonos para que
accedan a la tierra y al aprovechamiento de los recursos agrarios del
país. Estas leyes se contraponen a lo estipulado en el Convenio 169
de la OIT, la actual Constitución Política del Estado, la Ley del
Servicio Nacional de Reforma Agraria y la Ley Forestal.
Como el Parlamento ha hecho caso omiso a los pedidos de Asamblea
Constituyente, cuatro dirigentes campesinos optaron por declararse en
huelga de hambre, como otra instancia de presión para que sus pedidos
sean escuchados. Se espera que con la llegada de los marchantes a La
Paz, se incremente el numero de huelguistas de hambre, lo que según
algunos analistas puede desembocar en una protesta masiva.
Mientras tanto, las autoridades gubernamentales hacen esfuerzos por
detener la Marcha por la Soberanía Popular, ofreciendo a las
organizaciones participantes espacios de diálogo en torno a sus
reivindicaciones inmediatas y sectoriales, lo cual ha sido rechazado
por ellas. De todas maneras, ordenaron reforzar las medidas de
seguridad en torno al Parlamento y redoblaron la presencia policial
para "evitar cualquier contratiempo".
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