Trabajadoras y trabajadores mexicanos:

No se rinden ante el cierre de Luz y Fuerza Centro

18/10/2009
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El pasado 10 de octubre, el presidente de México, Felipe Calderón, decretó arbitrariamente el cierre de la empresa estatal Luz y Fuerza Centro (LyFC), tras haber ordenado el ingreso de la policía federal a sus instalaciones, desalojando a los trabajadores que se encontraban presentes.
 
El ejecutivo argumentó que la decisión obedece al funcionamiento oneroso e ineficiente de LyFC. Sin embargo, este cierre obedece a dos propósitos: por un lado, como denunció Andrés López Obrador, al interés privatizador de algunos empresarios cercanos al gobierno, que quieren proveer el servicio de luz a la ciudad; por otro lado, constituye un intento de desarticular el Sindicato Mexicano de Electricistas y dar un fuerte golpe a las organizaciones sociales del país.
 
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es el sindicato industrial más antiguo de México, fundado en 1914 ha participado en las distintas luchas de las trabajadoras y trabajadores mexicanos y se ha solidarizado con las demandas de las organizaciones sociales de Chiapas y Oaxaca. Entre las victorias conseguidas, impulsó la nacionalización de la industria eléctrica y ha frenado los intentos de privatizarla desde los años 80. En consecuencia, su desmantelamiento sería un golpe a la movilización social y a quienes defienden el desarrollo y la soberanía nacional.
 
Pese a los intentos del gobierno mexicano y del capital privado por desarticular el SME y dar un golpe a uno de los eslabones claves de la lucha social mexicana, la solidaridad y el apoyo de las organizaciones aztecas se ha expresado a través de una gran marcha en la Ciudad de México que contó con la participación de más de 350 mil personas, que caminaron desde el Ángel de la Independencia en la avenida Paseo de la Reforma hacia el Zócalo, con gritos y cánticos contra el presidente Felipe Calderón, cuya principal promesa de campaña fue la de ser el presidente del empleo.
 
Durante la marcha, hubo discursos y expresiones de solidaridad y unidad de las organizaciones mexicanas frente a la política neoliberal, en defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores y de la soberanía nacional. Ante las 350 mil personas reunidas en el Zócalo, hablaron algunos diputados y representantes de los sindicatos de Tranviarios, de la UNAM y el líder del SME.
 
 Paralelamente, la Cámara de Diputados de México decidió hoy comenzar a analizar si pide a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que establezca si es legal la disolución de la empresa Luz y Fuerza del Centro.
 
 La Alianza Social Continental expresa su solidaridad con el SME y con el movimiento social mexicano, que continúa luchando frente a los efectos de las políticas neoliberales para nuestros pueblos, exige la derogación del decreto de cierre de la LyFC e invita a las organizaciones sociales del continente a apoyar las reivindicaciones de las trabajadoras y trabajadores mexicanos.
 
Bogotá, 19 de octubre.
 
 Secretaría de la Alianza Social Continental
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