Fox entrega las tierras a Santa María Chimalapa
16/03/2004
- Opinión
Entrega Fox a Santa María Chimalapa las tierras del conflicto con la Colonia Cuauhtémoc
Heridas abiertas en los Chimalapas: "Ahora vamos a resolver el conflicto con Chiapas: Comuneros zoques
Lo que sigue es la titulación "individual" de la tierra: Fox
El pasado 25 de febrero se cerró una de las heridas abiertas en el
Istmo de Tehuantepec. Después de 47 años de conflicto agrario, la
comunidad zoque de Santa María Chimalapa recibió de manos del
presidente Vicente Fox los títulos que confirman que tenían la razón
en la lucha que sostuvieron contra los ganaderos de la Colonia
Cuauhtémoc, de Matías Romero. Los dueños de 257 lotes que invadían
la selva de los Chimalapas serán indemnizados con una cifra
millonaria y las tierras expropiadas entregadas a sus legítimos
dueños: los comuneros de Santa María.
Queda abierta una herida más grave todavía: el conflicto que por
más de 100,000 hectáreas en la frontera de Oaxaca con Chiapas,
originado por la histórica complicidad que han propiciado la
invasión de ejidos chiapanecos en la zona oriente de los Chimalapas.
El presidente de Bienes Comunales de Santa María, Reynaldo Cruz,
con los documentos entregados por Vicente Fox en la mano, rompió el
protocolo de su discurso al anunciar:"ahora vamos a seguir luchando
para resolver el conflicto con Chiapas". Otro anuncio que hizo
Reynaldo Cruz fue el de un proyecto de desarrollo sustentable que le
van a proponer al gobierno federal por 23 millones de pesos. Estas
son las dos heridas que quedan abiertas en los Chimalapas: conflicto
agrario y exclusión social.
En su momento, Xóchitl Gálvez, directora de la Comisión Nacional
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI, antes Conadepi-
INI), se comprometió a pavimentar cuatro tramos carreteros: dos en
las cabeceras municipales de Santa María y San Miguel Chimalapas,
otro en la zona oriente de San Miguel desde El Jícaro hasta La
Libertad y otro en la zona Uxpanapa-Chimalapa. Estos tramos
carreteros alcanzan la cifra de 39 millones de pesos tomados del
Fondo Indígena que integró la CDI. Ni un peso para resolver el
conflicto agrario de la zona oriente, que es 10 veces más complicado
que el de la Cuauhtémoc.
En su discurso, Vicente Fox, lejos de atender este asunto,
declaró que con la entrega de tierras de la Colonia Cuauhtémoc, se
apagaba el "foco rojo" de los Chimalapas, sin anunciar nada sobre el
conflicto interestatal. Por su parte, José Murat, gobernador de
Oaxaca, le solicitó que integraran una mesa de diálogo con el
gobierno de Chiapas.
En lugar de responder esta inquietud, Fox anunció que el paso
que sigue es "certificar" la posesión de las tierras mediante el
Procede, para que "la seguridad jurídica de la tierra sea
individual" y se permita el desarrollo sustentable.
Ciertamente sin seguridad jurídica en la tierra es imposible
pensar en cualquier proyecto de desarrollo, pero la certificación
individual fragmenta el tejido comunitario para abrir las tierras
colectivas a la venta o renta de tierras, para beneficio de
terratenientes y empresas agroindustriales que tienen puestos sus
intereses en las selvas de mayor biodiversidad del sureste mexicano.
Si bien para los comuneros de los Chimalapas la entrega de
tierras fue motivo de fiesta y júbilo, esto no significa que el
gobierno federal tiene a los Chimalapas a su disposición y que se
van a ejecutar los megaproyectos de desarrollo carretero,
agroindustrial, de conservación y extracción de recursos forestales,
biológicos y minerales que han sido anunciados como parte del Plan
Puebla Panamá y el Corredor Biológico Mesoamericano.
Desde el gobierno de José López Portillo se planeó el
megaproyecto Alfa Omega, en 1996 Ernesto Zedillo lo anunció como
Megaproyecto Transístmico, ahora con Vicente Fox se llama Plan
Puebla Panamá, pero en esencia lo que se pretende es cubrir el
sureste mexicano de infraestructura urbana y de comunicaciones por
tierra, aire y mar para facilitar la explotación de los recursos
naturales. El gobernador José Murat anunció en el mismo acto, que
para diciembre del 2004 el complejo carretero Oaxaca-Istmo-Costa
estará concluido en un 70% para integrar Oaxaca con Chiapas y
Veracruz. Posteriormente en esta triple frontera, se encuentra la
zona oriente de los Chimalapas, escenario de conflictos agrarios que
involucran a los estados vecinos.
Oaxaca-Chiapas
Mientras tanto, en el Cerro La Jineta ya se están organizando
para iniciar el brecheo. El 13 de diciembre del 2003, acompañados
por la Procuraduría Agraria, los comuneros de San Miguel Chimalapa y
los ejidatarios de Plan de Ayala, municipio de Tapanatepec, fueron
al Cerro La Jineta y encontraron 2 mojoneras muy cerca la una de la
otra. En el plano definitivo de Plan de Ayala y sus títulos del
Procede aparecen estos dos puntos como límite con Chimalapas. Pero
los chimas no reconocieron esta mojonera y les pidieron caminar tres
kilómetros al sur para llegar a una mojonera destruida que dejó
marcada Genaro Benítez Coronel, uno de los líderes chimas que en
1971 inició la movilización en la frontera con Chiapas, para detener
la tala clandestina y expulsar a los madereros invasores de Chiapas.
Desde La Jineta se observa claramente la zona de conflicto
interestatal. Otras mojoneras están identificando desde el año
pasado los comuneros de la zona oriente en La Cristalina, Sol y Luna
y Benito Juárez, donde está más latente el conflicto agrario, por
ahora.
Este cerro ha sido reconocido como límite interestatal por lo
menos desde hace unos 300 años, según cuenta Charles Brasseur en su
Viaje al Istmo de Tehuantepec. El otro punto que marca los límites
de Oaxaca-Chiapas-Veracruz es el Cerro de Los Martínez. El problema
es que nunca, el gobierno federal, ha reconocido el trazo de la
brecha que acostumbran marcar los comuneros para definir los límites
territoriales.
Chimalapas-Cuauhtémoc
En el 2001 empezó el brecheo de los comuneros de Santa María con la
Colonia Cuauhtémoc, lo que motivó que los colonos amenazaran a los
comuneros chimas. La tensión aumentó hasta que el 10 de junio del
2003 los comuneros estaban trazando la brecha y se acercaron los
colonos para impedir el trabajo por la fuerza. En este suceso cayó
muerto el presidente de la Colonia Cuauhtémoc, Andrés Luis Luis, y
de inmediato se acusó a los comuneros de su muerte, sin poder
demostrarlo nunca, por l oque el caso está archivado.
Según algunos periódicos (El Universal, 10/02/04), el 27 de
enero de este año, el presidente de la Cuauhtémoc, Eulogio Olivera,
fue amenazado de muerte en un momento "inesperado" pues, al vender
las tierras del antiguo conflicto con Chimalapas al gobierno para
que se las entregara a los chimas, "ya no tenemos conflicto con
nadie".
Su sospecha de que Carlos Vélez, como se identificó la persona
que lo amenazó de muerte por teléfono, está relacionado con "los
mismo quienes" asesinaron a Andrés Luis Luis (Noticias, 9/02/04).
Es decir que pese a la solución del conflicto agrario con la
Colonia Cuauhtémoc, la violencia sigue siendo una amenaza en la
región, pero sin o fueron los chimas, ¿quién fue? La sospecha de que
hay grupos criminales que se beneficiaron por casi 50 años de la
inseguridad jurídica de la sierra sigue vigente y necesariamente
habrá de considerarse como una línea de investigación más.
Por lo pronto sigue la fiesta en Santa María Chimalapa.
* Emanuel Gómez, Oaxaca, México, marzo del 2004.
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