La pobreza rica
05/09/2005
- Opinión
Quizás el título debiera ser "la pobreza más pobre", porque así es creo, la
pobreza entre los ricos. La pobreza, por ejemplo, de los pobres de Nueva
Orleáns. Es casi un lugar común en sociología afirmar que las clases medias
constituyen un elemento de equilibrio en la sociedad. Con todos sus defectos,
esto de estar en el medio, aleja a los pobres de la indiferencia total de los
ricos y a los ricos de la molestia constante de los pobres. La sorpresa
trágica que recorrió el mundo con los efectos del huracán Katrina llena de
interrogantes. Ningún atentado terrorista podía causar semejante daño. Diez
mil muertos. Y las defensas, armadas para protección inexpugnable de los
ciudadanos, no sirvieron tampoco esta vez. ¿Cómo puede darse este
contrasentido, en el país más del primer, primer mundo?
Una de las causas es posiblemente, la que da título a esta reflexión, la
pobreza vivida entre los ricos Que no puede llegar a otra expresión que la
resignación con su suerte y la imitación de las costumbres de los ricos. Si
en Nueva Orleáns hubiera habido normalmente transporte público eficiente y
suficiente, en esta oportunidad también se hubieran salvado muchas vidas. Pero
en todo el país el transporte público no tiene importancia. Se puede decir que
es excepcional. Si todos o la gran mayoría dispone de sus automóviles ¿para
qué preocuparse de un servicio que no resultaría rentable? La gente con
automóvil evacuó rápidamente la región. Los pocos vehículos de transporte
colectivo se abarrotaron inmediatamente.
Pero además hay otros datos dolorosos. Los diques y las guardias de defensa
civil no se habían reparado ni aumentado porque el presupuesto destinado a eso,
se había invertido en Irak.
Cuando los pobres están cerca de los que no son tan ricos, los del medio,
comparten necesidades comunes y así los pobres pueden valerse de muchos de los
recursos que usan los del medio. Escuelas, transporte, alimentos, centros de
salud... Además, como la clase media se caracteriza normalmente por la lucha
para no descender, resulta mucho más compenetrada de lo que significa la
pobreza y se hace como una obligación remediar necesidades puntuales. Así se
da el contrasentido de que hay más solidaridad entre los pobres y los de la
clase media que entre los ricos, para quienes las rivalidades y ambiciones se
multiplican incesantemente, como un modo necesario de mantener su estado. Es
el individualismo a muerte de este capitalismo que produce las muertes de los
pobres alojados en su mismo recinto y con la ilusión de gozar de sus mismos
privilegios…Y si se trata de huracanes, aunque las puertas cerradas eviten los
daños interiores, a veces la casa completa es arrancada...
- José Guillermo Mariano (Pbro), Buenos Aires
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