Procesos contemporáneos dominicanos (1961-2000)
Análisis sociohistórico e intención revolucionaria
18/02/2000
- Opinión
"Viene el agua, nos
anuncia el trueno… Viene
el agua. Aguacero.
Viene el agua, otro
tiempo. Abuelita creo
que puedo. ¡Agua que va
a caer! La mano de mi
abuelita me lleva entre
el aguacero hasta una
ciudad distinta".
Ruben Blades. Aguacero. CD "Tiempos". 1999
A mi madre Margarita
Billini Morales, una de
las manos que me ha
llevado y llevó entre
los aguaceros, los que
fueron y los que vienen.
1. PALABRAS INTRODUCTORIAS
Debemos plantearnos el acercarnos a los procesos
sociales reales con nuevas intencionalidades (para qué y
por qué nos acercamos) y, además, tratando de aprovechar
las debilidades de ciertos datos o informaciones
"ortodoxas" (cuantitativas), que pueden ayudar a construir
interpretaciones críticas de esos procesos. ¿Qué queremos
decir con esto?: Pues que los datos e informaciones, en
este caso referidos al "crecimiento" de la economía medido
por el crecimiento del producto interno bruto (PIB),(1) y
para el caso dominicano pueden sugerir o indicar
simultáneamente, tanto el "crecimiento" en sí, como éste en
su condición de puerta, antecedente o prolegómeno de crisis
sociales agudas donde emergen movimientos sociales de
variada naturaleza insurgente.
Sin adelantar conclusiones, veamos a que me refiero al
tratar "heterodoxamente" y con toda intención la relación
entre "crecimiento del PBI" y las crisis sociales y los
movimientos sociales dominicanos en las últimas décadas.
2. MOMENTOS DE "CRECIMIENTO" Y SUS RESULTADOS
O CONSECUENCIAS
Veamos un poco momentos del proceso, o veamos el
proceso con sus momentos.
2.1 Entre 1962 y 1964 el Producto Bruto Interno "creció"
17.90 (62), 6.70 (63) y 6.70 (64). Podríamos hacernos
una interrogante referida a la relación entre
"crecimiento" y "estabilidad", si ello es cierto o no.
Algún avance provisional nos arroja el golpe de estado
de 1963, emergencia de la sociedad civil como factor
contrahegemónico, guerrillas y huelgas, conspiraciones
y alzamiento militar y popular, guerra civil e
intervención imperialista, a pesar de dos años de
"crecimiento" de casi el siete por ciento (63 y 64).
2.2 En el período 1966-1978 podemos distinguir los
siguientes contrastes y las siguientes
contradicciones. En 1965 el PBI descendió –12,20
(debemos tener en cuenta el año de la Revolución de
Abril y sus consecuencias), pero en 1966 el PBI
"creció" 12.90, el 1967 3.20, en el 1968 descendió a –
0.60 y el 1969 ascendió de nuevo a 10.80 y en 1970 a
10.70. Es importante recordar que fueron cuatro años
de reordenamiento imperialista y balaguerista, de
activación de movimientos armados, políticos y
populares, entre dos fechas de fraudes electorales (66
y 70). Pero sobre todo debemos enfatizar en el 1970
donde se produce una división del balaguerismo (MIDA-
Francisco Augusto Lora), auges de luchas populares
urbanas (Medio Millón UASD – Comandos Clandestinos
MPD, por ejemplo) y abstención electoral del PRD y
fraude electoral de Mayo 1970.
Inmediatamente sucede ese fraude los años siguientes
muestran un crecimiento del PBI como sigue: 10.90
(71), 10.40 (72), 12.90 (73) y 6.00 (74). Debemos
recordar que este cuatrenio fue una continuación del
ejercicio político militarizado y coercitivo estatal,
asesinatos, persecuciones, acciones armadas,
movilizaciones urbanas y campesinas, culminando con la
movilización electoral armada del balaguerismo (las
fuerzas militares como fuerzas "coloradas") y el
retiro del Acuerdo de Santiago con el PRD a la cabeza
(y su secuela de abstención electoral).
En la fase final de los doce años el "crecimiento" del
PBI fue más "moderado" que la anterior, entre un 5.20
(75), 6.70 (76), 5.00 (77) y 2.10 (78), fase donde se
combinan desgastes, intervenciones políticas
imperiales, acciones corporativo-políticas de sectores
burgueses afectados, cooptación de parte de la
izquierda por el PRD, entre otros. Pero es bueno
recordar que esto concluye en la crisis electoral de
1978 y el "pacto" que supuso la superación de la
misma, aunque los dos años anteriores a la crisis
electoral, el crecimiento fue de 6.70 y 5.00 (76 y
77).
2.3 Una vez se cierran los doce años balagueristas,
ingresamos en los ocho años perredeistas (1978-1986),
caracterizados, en términos de crecimiento o
decrecimiento del producto bruto interno, por
oscilaciones: 4.50 (79), 8.00 (80), 0.30 (81), 1.70
(82), 4.50 (83), 1.30 (84), -2,10 (85) y 3.50 (86).
Llama la atención el "crecimiento" de 4.50 el año
anterior a la revuelta e insurgencia popular de Abril
1984, coincidiendo con políticas globales
fondomonetaristas adoptadas por el jorgeblanquismo
perredeista y donde se inician las "aperturas" de la
economía extrovertida de servicios.
2.4 Los próximos diez años del balaguerismo (1986-1996) se
parecen, en término del comportamiento del PBI al
período anterior, en términos de ascenso, descenso y
ascenso del mismo. 10.10 (1987), 2.20 (1988), 4.40
(1989) y –5.50 (1990). Es decir, aunque el período se
inicia propiamente con un tope de 10.10 de
"crecimiento" del PBI y concluye el año anterior de la
crisis político social del 90 (electoral y económica)
con un 4.40, el mismo 90 y de manera brusca cae en un
–5.50, coincidiendo esa crisis con movilizaciones
sociales intensas. El 90 se salda, con un fraude
electoral y con el se inician seis años con tendencias
al ascenso del PBI: 1.00 (91), 8.00 (92), 3.00 (93),
4.30 (94), 4.80 (95) y 7.30 (96). Debemos recordar
las recurrentes crisis políticas electorales del 94 y
el conato del 96, a pesar del "crecimiento" del PBI
del 3.00 y 4.30 (93 y 94), y al final, y a pesar del
4.80 y 7.30 (del 95 y 96) el pacto del 94 y la alianza
del 96 con el peledeismo que obligan al retiro
momentáneo del Dr. Balaguer, a pesar de la
reorientación política económica los años 90 y 91.
Debemos señalar que entre 94 y 96 predominó la
movilización corporativa y partidaria tradicional para
imponer pactos y acuerdos y orientar políticas
sociales y económicas en esos marcos minoritarios.
2.5 El 96 cierra con un 7.30 del PBI y el periodo
propiamente peledeista continúa con un crecimiento del
8.20 (97), 7.30 (98) y 8.30 (99) con proyecciones del
Banco Central de ellos y ellas de 6 a 6.5 para el
2000. A pesar de ese "crecimiento" el peledeismo
pierde las elecciones municipales y congresionales del
98 (con un "crecimiento" el año anterior del 8.20) y
se acerca a las elecciones nacionales del 2000 (Mayo)
con incertidumbres y tiras y jalas alrerdedor de una
potencial crisis electoral, a pesar de un crecimiento
del 8.30 el año anterior, es decir, 1999.
Uno de los rasgos del movimiento social actual es que
se expresa en acciones locales muy diversas y
dispersas en todo el territorio nacional, mientras la
política oficial acentúa la "apertura" o
liberalización sobre la base de la concepción
leonelista de que "hacer política es traer
inversiones", es decir, ampliar la extroversión y la
economía destructiva por las redes de las
corporaciones transnacionales y sus socios burgueses
"nacionales" y del "estado nacional".
1. POR UNA HERMENEUTICA CRITICA E
INTENCIONALMENTE CONTRAHEGEMONICA
El abordamiento anterior no pretende ser totalmente
exhaustivo porque no intenta ser totalmente abarcador de
causalidades, solo desea sugerir una nueva relación entre
"crecimiento de la economía" y proceso social en su
conjunto, para poder extraer algunas conclusiones referidas
a la vinculación entre movimiento social, estructura social
y análisis histórico.
Al parecer, en nuestro caso dominicano podrían
prevalecer estos elementos:
3.1 Las crisis electorales y las crisis sociales están
precedidas de "momentos de crecimiento" (1964, 1969-
70, 1973, 1976-77, 1983, 1986, 1987-1989, 1992-94,
1995) en la medida en que ese llamado "crecimiento" ha
implicado algunas cuestiones que debemos apuntalar.
3.1.1 Los momentos de "crecimiento" corresponden a
una economía política de reestructuraciones de la
acumulación capitalista, transitando desde la
economía agroexportadora primaria a la economía
extrovertida de servicios apoyada en la
intermediación (comercio), comunicación
exacerbada y construcción en la apropiación de
las ciudades como centralidades con destrucción
de sus entornos e interioridades.
3.2 Ello se corresponde con distintas hegemonías en la
sociedad política:
3.2.1 La crisis del trujillato trajo como
consecuencia una lucha de sucesión en las élites
burguesas y burocráticas. El balaguerismo trató
de darle continuidad por la burguesía de los
funcionarios; la burguesía intermediaria y/o
estrangulada por el trujillismo por vía del
Consejo de Estado y el Triunvirato trató de
incrementar su peso en los procesos de
acumulación, y el boschismo se planteó un esquema
más redistributivo de la renta nacional desde las
políticas gubernamentales. El resultado fue el
crecimiento relativo de la burguesía
"estrangulada" por el trujillismo, pero atrapada
entre la política económica "estatista" del
balaguerismo y la más populista del boschismo.
Ese proceso de "crecimiento" tuvo un precio: la
Revolución de Abril de 1965 como acto
redistributivo desde abajo, porque a lo largo de
cinco años y desde la sociedad civil, se venía
tejiendo un complejo proceso de luchas sociales
territoriales y sectoriales, civiles, militares,
partidarias, gremiales, que hicieron complejo el
panorama y que se expresaron más radicalmente en
la cultura urbana y su símbolo: "Ciudad Nueva",
como premonición de las contradicciones en el
adveniente modo urbano de vida dominicano.
3.2.2 Por esta última razón se produce la
intervención yanki de 1965 y el pacto con el
balaguerismo para paramilitarizar (escuadrones de
la muerte o "incontrolables" primero y luego
banda anticomunista y militarización (asociar el
ejercicio contrainsurgente a la reestructuración
"económica"). Las cadenas de persecuciones,
asesinatos, ilegalizaciones, restricciones
políticas diversas, estaban asociadas a la
reestructuración y creación de un grupo de
acumulación al través del estado y la herencia
trujillista (los famosos "300" millonarios del
balaguerismo), así como la cooptación de
derrotados de otras fracciones burguesas.
Concentrar esta respuesta bajo tutela yanki
requería de procesos fraudulentos electorales de
manera que no existiera la posibilidad de
fraccionamiento por control parlamentario
(congresional) o municipal (ayuntamientos), de
forma tal que la sociedad política fuera lo más
homogénea posible en ese contexto y que la acción
opositora en ella se redujera a maniobras de
subsistencia.
Pero en lo fundamental de este período se trató
de resucitar el viejo aparato económico estatal
de origen trujillista, el ejercicio del poder de
obras públicas estatales con la burocracia
heredera de la tiranía para hacer viable la
permanencia del sistema capitalista en un pacto
necesario de la geopolítica imperialista
norteamericana y las fuerzas sociopolíticas
desplazadas en 1962.
3.2.3 Este esquema político de reactivación de la
acumulación capitalista dió muestras de
agotamiento en la medida en que el contexto
internacional (una transición hacia el
neoconservadurismo y neoliberalismo) se expresó
en el relevo perredeista, entre la política
económica de demanda inducida del gobierno de
Antonio Guzmán y la política fondomonetarista de
Salvador Jorge Blanco, primer momento más abierto
y claro de las transformaciones en curso: pasar
de una acumulación más endógena (agricultura-
manufactura) a una más exógena (turismo-zonas
francas-financieros).
El período perredeista guzmancista (1978-1982) se
inició con un pacto político de generación
compartida de "poderes formales" y la economía
política resultado del pacto fue la demanda
inducida, uno de cuyos componentes fue el
incremento de la burocracia estatal y su masa de
salarios, el incremento del salario mínimo y los
subsidios a la producción agropecuaria, que en
cierta medida era una prolongación del esquema
anterior en cuanto a la relación estado-economía-
colchón social popular.
Este esquema de política económica hizo crisis
dentro del propio Partido Revolucionario
Dominicano y en la relación de los poderes
formales controlados por el perredeismo, a pesar
del "crecimiento" del PBI en 1980 del 8.00% luego
del Ciclón David y la Tormenta Federico.
En cierta medida el jorgeblanquismo (1982-1986)
es la corrección, desde dentro del PRD, de las
políticas "endógenas" de activación del
"crecimiento" y del reconocimiento de un
protectorado económico (del FMI) para hacer más
complejo el campo de las fracciones burguesas, en
relación a los nuevos entornos mundiales; con
perjuicio creciente de amplias masas populares
urbanas y rurales. No es casual ni el suicidio
del Presidente Antonio Guzmán ni la rebelión
popular de 1984 cuando, de nuevo, se expresaron
nuevas manifestaciones sobre todo de las
patologías urbanas acumuladas, y la reorientación
de las políticas económicas tuvo ese precio como
continuidad de la Revolución de Abril y un nuevo
símbolo: la Zona Norte de Santo Domingo
(Capotillo, Simón Bolívar, Gualey y los barrios
populares insurgentes).
3.2.4 La complejización de la economía y las
fracciones burguesas, así como también las
dificultades perredeistas para hacer un partido
coherente del sistema político, determinaron,
entre otros factores, la hegemonía seudo-
electoral del balaguerismo, que no solo fue un
fenómeno 'politicista' (de la política pura) sino
de las dificultades del tránsito a la economía
centrada en servicios.
En efecto, la vieja burocracia balaguerista, sus
agrupamientos corporativos de acumulación, sus
redes de clientela en la sociedad, determinaron
sus posibilidades de colarse entre las
contradicciones perredeistas en la sociedad
política (Ejecutivo-Senado) y en las relaciones
con la sociedad civil (escisión del partido entre
majlutistas y jorgeblanquistas).
La economía política del primer momento
balaguerista (86-90) estuvo centrada en resituar
de nuevo su burocracia y sus grupos corporativos
permitiendo que los nuevos agrupamientos
burgueses continuaron su desarrollo en el
crecientemente ascendente mundo neoconservador y
neoliberal.
Esa opción en el sistema político del
balaguerismo expresaba crecientes debilidades que
se arrastraban desde la fase anterior, lo que
hizo crisis, tanto en la crisis electoral del 90
como en la política económica y la situación
social de ese año.
El balaguerismo fue obligado a optar por la
"estabilidad macroeconómica" y de nuevo el índice
de crecimiento del PBI se "dispara" en 1992 hasta
un 8%. Pero a pesar de ello es evidente el
conflicto o contradicción centrado en el sistema
político hegemonizado por el balaguerismo y su
aparato y los intentos internos e internacionales
por crear una opción política más abierta al
contexto de relaciones sociales imperiales:
"peoples first" (slogan de Clinton en su campaña
electoral) y "primero la gente" del peñagomismo y
el PRD.
Allí está una de las raíces de la crisis del 1994
(no negamos el fraude, que lo hubo) que limitó el
ámbito de maniobras del balaguerismo y obligó a
otro pacto político de las cúpulas partidarias
tradicionales, los grupos corporativos burgueses,
el poder norteamericano y los "testigos" de lo
mismo de siempre. El año del pacto el producto
interno bruto "creció" 4.30% y los dos años
posteriores el 4.80 (95) y 7.30 el 1996, año de
las nuevas elecciones y donde se produce el
retiro momentáneo de la cabeza política del
balaguerismo.
La cuestión planteada al concluir este momento es
cual fuerza política en la sociedad política
debía relevar al balaguerismo de manera tal que
se pudiera dar una cierta continuidad al
ejercicio burocrático de talante trujillista y
balaguerista en las nuevas condiciones de
"liberalización" y "apertura" en el contexto
actual de "globalización" o "mundialización" del
capitalismo como civilización de pretensión
planetaria.
3.2.5 En ese sentido no es casual, extraño o sin
sentido la alianza en la sociedad política entre
el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el
Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) para
dar cierta continuidad a lo que se ha tejido
históricamente teniendo como ejes 1965-66 y 1982-
84 (continuidades de doble tradición o
coexistentes), pero haciendo mayor énfasis en
apertura, liberalizaciones y privatizaciones en
coexistencia con obras públicas y reparto de
dádivas y funditas (clientela sociopolítica). Se
trataría de generar una nueva asociación entre
otra fracción burocrática en ciernes
(peledeístas-balagueristas), nuevos grupos
corporativos criollos y transnacionales asociados
al beneficio de las privatizaciones y la
liberalización, agrupamientos militares y
policiales asociados a una nuevas gestión
territorial-social como control sobre potenciales
desequilibrios o crisis catastróficas (fuerzas
armadas "humanitarias").
Esto se justifica en el contexto del crecimiento
del PBI: 8.20 (1997), 7.30 (1998) y 8.30 (1999),
sin auscultar, claro está, la profundización del
desarrollo desigual endógeno (descampesinización
masiva-urbanización concentrada), también exógeno
(referido al tipo de bienes y servicios
sobrevaluados procedentes de la "cibercultura"
corporativa en relación a los bienes y servicios
de la "primera y segunda olas" de la economía
nacional) con su resultado visual y existencial:
nuevas patologías sociales urbanas que destruyen
masivamente y simultáneamente el ambiente y la
vida cotidiana (el ambiente global como ámbito de
la diversidad de vidas).
La política de la sociedad política (del estado,
de lo paraestatal, de lo gubernamental) es
crecientemente destructiva, a tal extremo, que
comienza a destruir el sistema político, al
disociar radicalmente la vida cotidiana
deteriorada y las esferas de decisión estatales-
paraestatales. Estas aparecen más separadas de
las urgencias de comunidades y conglomerados, no
solo marginales y populares, sino de
asentamientos de clases medias y acomodadas
agredidas por la contrareforma urbana que
requieren tanto la acumulación capitalista en las
obras públicas, como el voraz capital
inmobiliario corporativo y la decisión de
segmentar las urbes y costas para beneficio
espacial de élites y corporaciones.
4. MOVIMIENTOS SOCIALES: CLAVES PARA SU
COMPRENSION Y ACTIVACION
4.1 A la muerte o ajusticiamiento del tirano Rafael
Leonidas Trujillo la sociedad política entra en crisis
heredando un decrecimiento del PBI de –2.00 y
produciéndose un crecimiento organizativo de la
sociedad civil centrada en organizaciones sociales
diversas, pero sobre todo de naturaleza popular
(sindicatos, ligas campesinas, asociaciones
profesionales, clubes culturales barriales,
organizaciones estudiantiles, etc.).
Crisis en la sociedad política, decrecimiento y
posterior crecimiento del PBI (entre 17.0 en 1962 y
6.7 promedio en el 63 y 64), indican que, obviamente,
el "crecimiento" estaba referido a una reformulación
de la concentración de las riquezas y a una negativa
dinámica de no redistribución y autonomía para las
clases populares.
El ascenso del movimiento social popular como eje de
la sociedad civil coincide con los forcejeos para
reconcentrar el poder y los beneficios y ganancias en
diversas fracciones y las luchas por redistribuir (vía
tierra, salarios, acceso a servicios públicos o
políticas estatales relacionadas con generación de
plusvalía o topes de beneficios). La decisión de
cerrarle el paso a un proceso de redistribución de
poderes y beneficios genera un golpe de estado, una
conspiración militar y un alzamiento popular y
militar-popular que culmina con los comandos
constitucionalistas como órganos de poder urbano
(1963-1964 y 1965).
El movimiento social se inicia como una eclosión
cuantitativa diversa en 1961 y culmina en una
concentración orgánica armada, paramilitar, civil y
sociocultural de gestión territorial. Sin embargo su
dinámica expansiva originaria, su concentración
insurreccional posterior, no pudo retomar la dinámica
expansiva original para extenderse rápidamente en todo
el territorio, asentarse y constituirse sólidamente
luego de comenzado el flujo insurreccional (llegado
este a su cúspide para regarse y establecerse en su
entorno, creando un entorno o realidad insurreccional
superior).
4.2 La intervención imperialista norteamericana y la
reconstrucción de las alianzas reaccionarias y
conservadoras no tuvo como contrapartida inmediata una
reformulación de las estrategias populares desde la
sociedad y el fondo social oprimido. En algunos casos
se centró la respuesta en la concepción de chocar
aparato armado con aparatos armados, o generar acción
directa o de golpe desde arriba con alianzas
conservadoras o "aguajes de izquierda", sin
compromisos reales de lucha popular, pero en todo caso
no se recuperó la cuestión básica de darle
organización a la sociedad civil popular, profundidad
y extensión a contrapoderes reales.
Ello explica por qué es solo que a finales de los
setenta o inicios de los ochenta que fluye un nuevo
ascenso contrahegemónico. Estimular luchas de
minorías pro-populares contra minorías detentadoras y
opresoras da margen para que las luchas entre minorías
de arriba o que pretendan sustituir desde arriba sean
la dinámica que determine desenlaces que producen
continuidades perversas e ineficaces.
Por diversas razones y circunstancias van congergiendo
de nuevo nuevas expresiones organizativas más
horizontales (Comités de Lucha Popular, Comités de
Defensa, Comunidades Eclesiales de Base, Comités de
Acción Popular, organizaciones campesinas y
estudiantiles, etc.) y en coyuntura de desequilibrios
y debilidades estatales y paraestatales (gobierno
jorgeblanquista con luchas internas perredeistas y con
pérdida de apoyo de la "avanzada electoral"
originaria) es posible que la espontaneidad, la
incidencia organizacional de viejas y nuevas
izquierdas, el clima subjetivo de desencanto y
frustración, generalicen un movimiento social
insurgente, como sucedió en 1984.
No quiero decir que desaparecieron aparatos,
concepciones unilaterales aventureras, visiones
limitadas de la relación entre política y sociedad.
De lo que se trata es que la realidad (y ello incluye
la subjetividad y el imaginario) es extremadamente
compleja, caprichosa y poco académica y "cartesiana"
en ocasiones, cuando, sobre todo, lo de adentro sale
(desde el alma y el fondo del pueblo oprimido).
En efecto, la década de los ochenta es una década
donde la confluencia al espacio urbano se acrecienta,
la decisión de movilización migratoria se acelera
(adentro y hacia afuera), y todo el orden social de
recepción urbana se reciente y dá muestras de
fragilidad, dando un ejemplo de la correlación que hay
entre el sistema social de eje urbano y la capacidad
de sorprenderlo con la acción popular insurgente
cuando esta prende, se riega, dispersa y paraliza la
sociedad política, que es lo que sucedió los primeros
días de Abril del 84 (23, 24 y 25 de Abril). Pasamos
de la "Ciudad Colonial" y "Ciudad Nueva" a la "ciudad
popular" más extendida de la capital y las principales
ciudades y vías del país.
4.3 La respuesta militar del jorgeblanquismo a esa
revuelta de los pobres y la incapacidad para
rearticular una secuencia de respuestas (un sistema
político popular del movimiento social) permitió la
recuperación sociopolítica de las élites tradicionales
(partidarias y burguesas) durante un prolongado
período. Se presentaron atisbos de ación social sobre
todo en 1989-1990, coincidiendo con una combinación de
crisis del funcionamiento cotidiano urbano,
problemática de los combustibles y políticas de ajuste
por decreto en un contexto de crisis político
electoral. Sin embargo, el conjunto de las
expresiones de crisis entre 1992 y 1996 se dieron en
el terreno de aparatos partidarios tradicionales,
espacios oligárquicos de negociación y búsqueda de
resultados electorales para canalizar expectativas
populares.
Es a partir de 1997 cuando comienzan a aparecer nuevos
síntomas de la relación conflictiva entre "crecimiento
económico" y activación de las luchas sociales; entre
la pretensión de "modernización" desde arriba y las
consecuencias de ella abajo, es decir, ella contra
todo lo de abajo y los que están y moran allí.
Es significativo el balance de movilizaciones,
protestas e iniciativas centradas en muchas
problemáticas locales, desde las más convencionales
hasta las más novedosas, pero con tendencia a la
apropiación de espacios y ambientes ciudadanos más
redistributivos, sanos y democráticos: ríos, costas,
cañadas, inundaciones, aguas posadas, terrenos
ocupados, reubicaciones, entre otras problemáticas y
sus ámbitos. Esto se refleja en los nuevos
abordamientos que algunos medios de comunicación se
han visto obligados a hacer referidos a la dimensión
de la cotidianidad local desgarrada y agredida por la
"modernidad" y el "crecimiento del PBI" que necesita
extender la competitividad como una guerra entre ellos
y ellas y contra nosotros y nosotras e impedir, como
decía Charles Peguy, "la ciudad armoniosa".(2)
Infinidad de organizaciones sociales territoriales han
florecido calladamente, puntos de encuentro aparecen,
grupos informales y formales se articulan y existen,
callados, allí desconectados de la sociedad política
como realidades y como imaginarios y otros asesinados
selectivamente por el "estado de los blancos".
Mientras la mentalidad "tecnológica" de la ciudad
"virtual" o "cibernética" estructura la gerencia
autoritaria de la sociedad "modernizada" a la cañona
por corporaciones, gerentes y "genios" de las
estrategias neoliberales ("The technology is now the
only factor of production"),(3) porque se trata de
"desarrabalizar" y crear un "new nueva york chiquito".
La agudización de la escisión urbana aguda por la
"modernización" prusiana impuesta, la lucha por la
tierra urbana sobrevalorada expulsando bolsones de
pobres o pobres intrusos; el imaginario burgués
newyorkino que se monta sobre la todopoderosa
"tecnología" importada, unifica la "franja de los
ríos": todo el arco barrial popular a los lados del
Río Ozama e Isabela y la Avenida Gregorio Luperón (es
un ejemplo a escala capitaleña). La gran periferia
popular de la "modernidad" y el "crecimiento" que
creció desde 1984 hacia acá, cierra su cerco sobre el
espejismo del "polígono central" de la ciudad burguesa
y espera su momento para estrangularla y depreciarla
en las bolsas internacionales y en las expectativas
corporativas transnacionales y nacionales.
Cuando será que, y solo para citar ejemplos, que Los
Mameyes, Sabana Perdida, Los Ríos, Guarícano, el Km.
12 y el Café, Libertador, Alcarrizos, entre otros
relevarán a Capotillo y Simón Bolívar, Gualey y Cristo
Rey extendiendo los movimientos sociales a un espacio
inmenso de demandas, reclamos, lloros, dolores y
sangres, reduciendo a su justa dimensión otros años
del aguajero "crecimiento" del Producto Bruto Interno
y de la "modernización" que cada día excluye más,
humilla más y oprime más.
La próxima revuelta o insurgencia popular (estamos
acercándonos a ella) será más extendida
territorialmente, más masiva poblacionalmente, más
bloqueadora vialmente, más difícil de manejar
represivamente (si lo hacen, que lo harán, con riesgos
de desabediencia militar), más potenciadora de la
capacidad de poder y control de los sujetos populares,
más liberadora de rabias y frustraciones que lo antes
visto por nosotros y nosotras. No responderá a
esquemas académicos, a planificaciones de ilustrados
reformadores, será la conjunción de 1965 y 1984 más
todo lo que después los arrinconó socialmente, los
degrada y desconsidera. No ha habido antes un clamor
y dolor tan poderoso como el que emergerá un día en
los próximos y cercanos años para tratar de que esto,
lo público, no sea un asunto de ricos, de los ricos y
de sus políticos profesionales, parásitos de la
sociedad, pero atados con sus ombligos a la
acumulación originaria permanente desde la sociedad
política.
La relativa disgregación o de poca articulación del
nuevo movimiento social no debe llevarnos a
equivocadas conclusiones sobre su posibilidad y
potencialidad, que incluso desbordará y superará todo
lo tradicional, incluso a la propia "izquierda"
tradicional de aparatos y lógicas convencionales.
5. PENSANDO EL PROCESO CAMINANDO EN EL Y CON EL
Es posible que se me pregunte si la última premonición
de insurgencias es errada, o no cumplible, y debo responder
que quizás, quién sabe, a lo mejor. Pero puedo dar otra
respuesta, en el sentido de si cuestiones dichas antes,
predicciones anteriores se dieron, se cumplieron, se
realizaron, porque es posible que la subjetividad ejercida
analíticamente, premonitoriamente, clarividentemente,
avanzó algunos cursos del proceso y si ello sirvió para lo
que ahora decimos. Veamos:
5.1 El 17 de Junio de 1964 se afirmó lo siguiente: "El
Bloque Revolucionario Universitario Cristiano acusó
ayer al Triunvirato de estar "incitando al país a una
guerra civil… El Triunvirato está incitando al país
para llevarlo a una guerra civil, señaló José Antinoe
Fiallo" y se agregó que "Fiallo citó cinco razones
que, a su juicio demuestran que el Triunvirato está
oprimiendo al país…", y entre otras razones está "el
hundimiento del país en el fracaso económico".(4)
5.2 El 18 de Marzo de 1983 (un año antes de Abril del 84)
en un artículo titulado "Crisis y Alternativas
Políticas"(5) se avanzaba lo que a continuación se
cita: "Al contrario, tal y como se manifiestan
algunos síntomas, como por ejemplo, el incremento de
la delincuencia barrial, las expresiones gregarias de
ella, la radicalización subjetiva de parte del
movimiento popular y político… podría servir de
acicate para elevar, a grados desconocidos, la
explosión del movimiento espontáneo de masas… por
ejemplo la emergencia de los sectores populares
empobrecidos… no ya para un reclamo de tipo populista,
sino para ocupar espacios territoriales donde
manifestar su frustración y tomar y ejercer un poder
construido en la protesta colectiva contra el orden de
la dictadura burguesa, para recrearse en la
supervivencia momentánea ante los resultados de
frustración y miseria…"; resultados que el artículo
establece son causados por una "economía de vocación
extrovertida y destructiva (economía de exportación y
servicios)".
5.3 En 1988 y trabajando articuladamente la problemática
social y dentro de ella la educativa advertíamos: "La
marginalidad y la modernidad están articuladas a un
todo que es la nueva vía de crecimiento… porque la
estrategia de crecimiento adoptada refuerza la
marginalidad… se establece así de manera definitiva lo
que podríamos llamar una cultura urbana parasitaria de
acumulación de tipo corporativo."(6)
5.4 En 1991-1992 se aportó una cierta visión del curso
social del proceso: "La economía de servicios… así
como la estrategia de privatización para el grueso de
la economía implica la concentración en ocasiones
oligopólica… proceso este que no deja de ser
conflictivo en la medida en que el crecimiento y la
acumulación requieren de sucesivos subsidios del
sistema político, que es básicamente, un sistema de
clientela entre fracciones…(7)
5.5 En Julio de 1993 se agregaban algunos otros elementos
al análisis: "…creciente concentración en élites
burguesas de la periferia… es aún más devastadora la
nueva acumulación capitalista, porque desproletariza y
genera renta creciente de las ganancias en las esferas
de la circulación y servicios… estamos en el umbral de
una dictadura burocrática y tecnocrática como intento
de "modernización" con "empobrecimiento" desde arriba
(vía prusiana a escala planetaria)… destruir al
ciudadano como sujeto de soberanía, se pretende al
través de la nueva socialización, destruir la
subjetividad de la persona."(8)
5.6 El 15 de Marzo de 1997 precisamos algunos aspectos:
"Antinoe Fiallo no descarta una crisis de
gobernabilidad en el país, porque el tipo de sociedad
que se está haciendo, sobre todo el tipo de sociedad
urbana, ha generado unos nuevos sujetos sociales en
las ciudades. Estos nuevos sujetos urbanos son
empobrecidos, gente sin recursos, que se han levantado
y han aprendido actuar al margen de cualquier norma
establecida… no se trata solo del caso tradicional de
bandas de jóvenes, sino del surgimiento de nuevos
grupos de control del territorio… preveo una situación
en ese sentido difícil… si se da una especie de
rebelión de un sector de la élite y ocurre lo mismo en
los nuevos sujetos sociales urbanos, el gobierno y
todo el sistema político van a quedar atrapados en
esas rebeliones que tienen causalidades diferentes,
pero son parte de una misma dinámica."(9)
5.7 El 14 de Octubre de 1998 y a raíz del Huracán Georges
(22 de Septiembre de 1998) puntualizamos: "El
Distrito Nacional se perfila como el asiento de un
futuro que puede ser dantesco, por infernal, desde lo
cotidiano del amanecer hasta lo aparentemente tenue de
la oscuridad nocturna: un callejón de sucesivas
situaciones violentas rememorando un poco la pieza de
Rubén Blades, "Sorpresas", donde narra el surgimiento
de ese sujeto de la vida urbana, Pedro Navaja (que ya
los hay por cierto)… La masiva descampesinización, el
engrosamiento de los sectores marginales urbanos, la
lumpenización de sectores populares-urbanos, el
estímulo de formas burguesas de acumulación originaria
para la movilidad de capas intermedias, sitúan los
centros urbanos como espacios y territorios de
relaciones sociales de apropiaciones violentas
sistemáticas de diversos signos, pero articuladas a
unas dinámicas de ghettos con sus identidades e
intercambios inéditos."(10)
5.8 El 13 de Enero de 1999 en una entrevista al diario "El
Siglo" dije, entre otras cosas: "Fiallo Billini
atribuyó el incremento de la delincuencia a la
estrategia neoliberal predominante en el mundo y que
en el país tiene expresiones muy concretas en varios
elementos de la política económica que, según ve, ha
transformado los centros urbanos en centros de severos
conflictos sociales… los jóvenes marginados tratan de
buscar nuevas formas de presencia y de adquisición de
poder urbano…"(11). Y en Octubre de 1999
puntualizábamos: "El peso urbano mayor lleva a una
confrontación más directa con "el estado urbano"…(11)
5.9 El 31 de Diciembre de 1999 ante una pregunta
periodística de el "Listín Diario" aporté en relación
al año 1999: "Un año de muchas apariencias donde se
siguieron incubando parte del futuro peligroso, lo que
de manera práctica se traduce en torres, elevados,
computadoras, cibernética, "jóvenes" políticos… el
afloramiento de resentimientos de la población pobre y
por tanto el alejamiento de la población de los
procesos políticos formales… la dinámica del mundo y
de la sociedad dominicana es cada día más polarizante
entre minorías y mayorías, y sobre todo las grandes
mayorías pobres altamente concentradas en las
ciudades, a tal extremo que las estrategias en Estados
Unidos y la Unión Europea están orientadas a controlar
las ciudades y a luchar en las ciudades… Agregó que
dicha situación deberia ser una pista a seguir en
cuanto a escenarios conflictivos se refiere…
recordando que la ciudad de Santo Domingo tiene más de
tres millones de habitantes… significó que en
sociedades con esa tendencia y con procesos
electorales cada día menos participativos, el
conflicto político con el sistema político va a tener
una dinámica permanente urbana, donde elegir
representantes dentro de un pequeño grupo ha ido
perdiendo sentido".(12)
5.10 Es posible que los esfuerzos analíticos del pasado, el
pasarles revista luego de un análisis desde el ahora,
sirvan para mejorar nuestras capacidades y poder
valorar o calibrar cada aporte en cada paso analítico.
Construir una estrategia analítica, racional,
perceptiva, intuitiva supone una conciencia y un
espíritu, ambos(as) en una profunda intención y
decisión u opción de vida: el análisis social debe
servir para transformar y no debe darnos ningún temor.
En la ponencia en relación a las consecuencias del
Huracán Georges que ya he citado, dije al concluir:
"Debemos pensar mejor, debemos reflexionar de manera
más clarividente, no me mal interpreten, pero no hay
derecho a dejar que otra catástrofe (ahora social)
obligue a otras opciones sociopolíticas, sean desde la
perspectiva burguesa o desde la perspectiva popular.
No tengo particular miedo, solo pienso en el costo de
ello."
Reitero eso que dije. Sé que la élite burguesa y sus
políticos profesionales no les importa un carajo eso.
Seguirán adelante, parece que otros y otras tendremos
que seguir por otra vía. También adelante. Estamos
todos y todas advertidos de lo que está viniendo. En
el análisis social adecuado y correcto, pero también
en la acción popular adecuada, acertada, porque crear
la "ciudad armoniosa" debe ser una actividad diaria
desde nosotros(as) mismos(as), con todos y todas, para
todos y todas. Una intención efectivamente
revolucionaria, "que sirva al presente y al futuro, es
decir, un pasado que puede estar en el hoy y el mañana
de los que ahora y en el tiempo por venir vivimos y
viviremos en la nación dominicana."(13)
6. CITAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1 Banco Central de la República Dominicana. Boletines
de distintos años y resúmenes del estado de la
economía. Santo Domingo.
2 Bastaire, Jean. Charles Peguy: El Insurrecto.
Encuentro Ediciones. 1979.
3 Armitage, John. Resisting the Neoliberal Discourse of
Technology: The Politics of Cyberculture in the Age
of the Virtual Class. CTHEORY.
http://www.ctheory.com. 1980.
4 El BRUC Acusa Gobierno. Listín Diario. 17 de Junio
de 1964. Pág. 1.
5 El Nuevo Diario. Página Editorial. 18 de Marzo de
1983. Pueden leerse también los artículos "Abril en
la Crisis" I y II que aparecieron el 23 y 24 de Abril
de 1984 en "El Nuevo Diario" (Págs. 6 y 7) los mismos
días en que se produjo el inicio de la revuelta de
Abril de 1984.
6 Fiallo Billini, Alberto y Fiallo Billini, José
Antinoe. Igualdad de Oportunidades y Movilidad Social
en el Sistema Educativo Dominicano. Plan Educativo
No. 4. Octubre 1990. Empresas Unidas.
6.8 Fiallo Billini, José Antinoe y German de Sosa,
Alejandrina. Filosofía de la Educación Dominicana:
Diagnóstico y Nuevos Paradigmas. Volumen II. Plan
Decenal de Educación. Ver "La Crisis Nacional".
1992. Fue publicado luego como libro de la SEEBAC-
PNUD Serie Políticas Educativas No. 3. 1994.
6.8 Fiallo Billini, José Antinoe. Perspectivas de una
Estrategia Revolucionaria en el Mundo y la Educación.
Plan Educativo. Julio 1993. Publicado en el No. 23
de Plan Educativo, Julio 1995. Impretur, S.A.
6.9 Nexcy D'León. Antinoe Fiallo: La Crisis de
Gobernabilidad es Posible Debido al Conflicto Social.
Listín Diario. Sábado 15 de Marzo de 1997. Pág. 11-
A.
6.9 Fiallo Billini, José Antinoe. Georges: Huracán,
Culturas y Acercamientos al Futuro Cercano. Panel
sobre las Consecuencias del Huracán Georges. INTEC.
14 de Octubre 1998. Ponencia publicada en "Ciencia y
Sociedad". Volumen XXIII, No. 4. Octubre-Diciembre
1998. INTEC.
6.11 Genris García. Formulan Soluciones: Crece Inquietud
Social en los Barrios. Entrevista Antinoe Fiallo
Billini. Diario El Siglo. Miércoles 13 de Enero
1999. Pág. 10 y Fiallo Billini, José Antinoe. La
Violencia: Una Perspectiva Sociohistórica Dominicana
y Algunas Propuestas para el Hoy y el Mañana. Panel
"Sobre Sociedad y Violencia". INTEC. Octubre 1999.
Area de Ciencias Sociales.
6.12 Nexcy D'León y Doris Javier. 1999: Profesionales
Distintas Areas pasan Balance. "José Antinoe Fiallo:
Fue un Año de Espejismos" Listín Diario. 31 de
Diciembre 1999. Sección La Vida. Pág. 6-C. En
cuanto a la cuestión de la guerra urbana es posible
consultar la Revista Norteamericana "Military Review",
tanto en su versión en inglés como español en sus
páginas en INTERNET, centrados en el tema de la "Urban
War".
6.13 Fiallo Billini, José Antinoe. La Revolución de Abril:
El Ayer para el Hoy y el Mañana. Periódico "Caribe
Soy". Marzo-Abril 1997. Pág. 4.
6.14 Rubén Blades. Tiempos. Sony Music International.
1999. Se cita al comenzar la Ponencia.
* Dr. José Antinoe Fiallo Billini, Profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo
18 de Febrero 2000, Museo de Historia y Geografía, Santo Domingo, República Dominicana
https://www.alainet.org/es/articulo/107576
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