MERCOSUR bolivariano como nueva potencia mundial

05/07/2006
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El MERCOSUR ha quedado ampliado a Venezuela Bolivariana y con ello a la posibilidad de reconvertirse en una nueva potencia mundial emergente, en un mundo que necesariamente aspira al multipolarismo y al equilibrio de fuerzas entre sectores afines integrados. Contra la hegemonía de EE.UU., pero también de la Comunidad Europea, Norteamérica, China, India, Rusia y países árabes. Todos ellos actúan en bloque. Ha llegado pues el momento de Latinoamérica y concretamente de Sudamérica. En la reciente reunión de Caracas ha quedado claro que Venezuela Bolivariana se une al MERCOSUR no para continuar con política tradicional de integración basada en liberación de aranceles e impuesto externo común. Esto es necesario pero poco, ahora Venezuela Bolivariana exige al MERCOSUR planificar la producción y la industrialización entre nuestros países incluida Bolivia, Perú, y Ecuador. En algún momento se incluirá a Colombia, Chile, Surinam, Guyana. Planificación significa asegurar la provisión de energía para la región sin acudir a guerras como hace EE.UU. con Irak por ejemplo. Sudamérica tiene las más grandes reservas de hidrocarburos. Venezuela Bolivariana y esperamos que desde la Constituyente también la nueva Bolivia Bolivariana pongan este recurso madre al servicio del desarrollo integral de la región para los próximos cien años al menos. En compensación se espera que los más desarrollados inviertan en la industrialización de los más atrasados, y de esta manera convertir a todos y cada uno de los países de Sudamérica en países industrializados de base tecnológica y altamente productivos. A partir de asegurar la energía para Sudamérica se debe continuar con el añadido de valor agregado a cada materia prima. Con lo cual se espera que el PIB global sudamericano pueda elevarse en pocos años de un trillón y medio de dólares actual a por lo menos seis, es decir a la mitad de EE.UU. que se aproxima a doce trillones año en el 2006. A partir de este momento alcanzable en diez años - dependiendo del tipo de gobiernos que tengan los países de Sudamérica para impulsar este megaproyecto bolivariano por sus metas y alcances – se podrá hablar de igual a igual con EE.UU. o por lo menos desde la mitad de igual. No como ahora que Sudamérica representa solamente el 15% de EE.UU.. Fenómeno que fue descrito por Hugo Chávez como injusto históricamente y desproporcionado a favor de la potencia del norte. Pero Venezuela Bolivariana y su gran aliado que esahora Bolivia pretenden también encarar desde sus raíces el problema de la deuda externa impagable pero pagable en los hechos a costa de la miseria de cientos de millones de personas en todos los países de Sudamérica. Solamente un recorrido somero por Brasil, Argentina, Perú, Paraguay, Ecuador y por supuesto Bolivia y los demás, deja ver la miseria ambulante de la gente sin trabajo, sin techo y sin tierra. O sea sin futuro. Ese es el desafío que introdujo Chávez en la cumbre de Caracas - al cual se sumó con buen tino histórico Evo Morales – la de construir nuevos países sobre la base heredada buena pero también deficiente del MERCOSUR. Un continente con las más grandes reservas de hidrocarburos, hidroenergía, biodiversidad, agua dulce, tierras fértiles, ganado, soya, maderas, hierro, paleta completa de minerales metálicos y no metálicos, quinua, maíz, quiwicha, amaranto, no debería ser inferior económica, política e industrialmente a la Comunidad Europea, EE.UU., Japón, China, Rusia, India o Canadá, pero en los hechos lo es todavía. Triste realidad que debe ser revertida. Las causas deben ser atacadas de raíz y estas son logias y oligarquías de Sudamérica que todavía detentan el poder económico en contra las mayorías impidiendo su desarrollo integral. Se necesita una revolución nacional y social pacífica y democrática en cada país como la que se espera en Bolivia con la Asamblea Constituyente. Por eso se condecoró al Presidente de Bolivia y Argentina por proponer cambios sociales en sus países al servicio de trabajadores, campesinos, técnicos, indígenas, mujeres, niños, sin tierra, sin techo, sin trabajo, profesionales, ciudadanos, policías, militares, curas, estudiantes, universitarios, científicos y tecnólogos. La política de hambre cero (fome cero ) de Lula también fue apreciada, aunque evidentemente es insuficiente. Patria Grande es medida a alcanzar a partir de esta reunión en Caracas. Ella necesita integración y no disgregación, descentralización administrativa y no autonomías separatistas sin futuro, necesita cultura común basada fundamentalmente en ciencia, tecnología e investigación. Dentro de Sudamérica los sudamericanos debemos y podemos hablar un idioma común y es el de la revolución de la inteligencia que es búsqueda de valor agregado para alcanzar seis trillones de dólares cada año. Esta actitud conduce a la planificación de la economía, la industrialización del hierro boliviano, de los minerales andinos, de la madera certificada, de la agro-industria y seguridad alimentaria, de la petroquímica sudamericana, del Salar de Uyuni y la gran química industrial, de las energías alternativas, por ejemplo pero hay mucho más. Es cierto que gobiernos deben cambiar mucho más a partir de ahora. Brasil deberá comprar energía eléctrica de Bolivia, lo mismo Argentina, pero a cambio seguirán recibiendo por cien años gas boliviano a precio bajo que aunque llegue a seis dólares el MPC seguirá siendo mitad del precio mundial. Bolivia necesita exportar energía eléctrica, metanol, olefinas, diesel, lo mismo Paraguay, Ecuador y Venezuela. Tienen estos más valor agregado y mercado asegurado en MERCOSUR precisamente y es una tarea que nuestros países menos desarrollados pueden realizar a corto o mediano plazo. Inversiones lógicamente ya no provendrán de multinacionales clásicas del norte industrializado - interesadas en dividir países como el nuestro - sino principalmente de la riqueza hidrocarburífera de Venezuela Bolivariana. Con seis millones de barriles de exportación a corto plazo este país hermano podrá cosechar 150 mil millones de dólares año en este sector. Y con valor agregado podrá quintuplicarlo. Es un capital muy grande al servicio de Venezuela Bolivariana, de su pueblo consciente y solidario, de su industrialización y potenciamiento científico, pero también al servicio de Bolivia y de todos y cada uno de los países y pueblos de Sudamérica. Fue la promesa fraterna de Hugo Chávez en esta reunión y es en el fondo el sueño quimérico de Bolívar y Sucre pero ahora hecho realidad, con el nombre bonito y sublime de socialismo del siglo XXI.
https://www.alainet.org/es/articulo/115876

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