Información esencial y tecnológica que el gobierno nacional necesita conocer

08/11/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Después de la Cumbre Iberoamericana de Montevideo recientemente celebrada con éxito inusitado para Bolivia y los países miembros en general, se puede observar con nitidez el liderazgo del Presidente Evo Morales que se dejó notar, sentir y aplicar por varias razones en sendas resoluciones conjuntas.

Primero porque el Presidente hablaba en nombre de todos los países y pueblos latinoamericanos que quieren salir de la pobreza a pasos agigantados por caminos alternativos al neoliberalismo y que están optando por modelos socializantes tipo siglo XXI y que han empezado a proclamar su programa económico y social sin complejos ante España y Portugal como representantes de la Comunidad Europea y también ante el mundo entero que siempre está atento a las decisiones de la llamada comunidad iberoamericana. Segundo debido a que concentraba en su persona el liderazgo que siempre han tenido en estas Cumbres los presidentes Fidel Castro, Hugo Chávez y Lula da Silva que no asistieron por diversos motivos. Y tercero debido a que se analizó un tema concreto como es las migraciones de Sur a Norte que tuvo que ver mucho con todos y cada uno de los países asistentes.

Es evidente que de concretarse la idea de la Comunidad Sudamericana al estilo de la Comunidad Europea se habrá dado un paso adelante inmenso en la planificación económica, industrial, científica, tecnológica y energética entre nuestros países. Es una idea que parte del liderazgo boliviano y que se repetirá formalmente en el encuentro de presidentes Sudamericanos de diciembre 2006 en Cochabamba. En realidad la idea original viene de Simón Bolívar y su idea de la Patria Grande y que ahora se puede concretar precisamente porque los países de la región han tomado conciencia de esto.

Ayuda mucho a este proyecto integracionista que la región cuente ya con gobiernos socializantes y más soberanos, desde Chile hasta Brasil, y desde Venezuela hasta Uruguay y Argentina, pasando por Bolivia y posiblemente Ecuador también. Sin excluir a los demás que mantienen democracias estables como Perú, Colombia y Paraguay.

La transferencia de tecnologías entre países sudamericanos es débil todavía pero puede incrementarse exponencialmente si se tiende a crear un mercado interno sin barreras arancelarias, pero protegido en los límites que permite la OMC de los países capitalistas desarrollados que a su vez son proteccionistas con su producción alimenticia. Proteger a las empresas nativas de la competencia manufacturera y alimenticia desleal proveniente de EE.UU., Europa y Japón es esencial para dejar crecer el mercado interno sudamericano. El TCP entre Bolivia, Venezuela Bolivariana y Cuba debería ampliarse a todos y cado uno de los países de la región.

El TCP entre Bolivia, Venezuela Bolivariana y Cuba está funcionando por derroteros no tradicionales como la instalación de una treintena de hospitales de primer nivel por parte de Cuba en Bolivia, las inversiones de PDVSA en Bolivia y Cuba para dar valor agregado a los hidrocarburos, el intercambio en educación y salud y la eliminación del analfabetismo, seminarios de ciencia y tecnología especializados a todo nivel, investigaciones y formación de recursos humanos.

El comercio entre estos tres países tiende a aumentar y las cifras tienden a incrementarse. Solamente entre Cuba y Venezuela Bolivariana el comercio de ida y venida supera los dos mil millones de dólares. Está claro que Venezuela Bolivariana y Cuba y MERCOSUR deben comprar en Bolivia mayor cantidad de alimentos como carnes, quinua, soya, maíz, amaranto, manufacturas, metales y maderas con valor agregado. Pero esto se vislumbra a corto plazo.

El comercio entre MERCOSUR y Cuba igualmente registra cifras record por encima de tres a cuatro mil millones de dólares y seguirá en aumento. Y Bolivia también podrá incrementar su comercio a corto plazo con los países del MERCOSUR y CAN por la venta de gas, energía eléctrica y productos petroquímicos hasta cifras por encima de cuatro mil millones de dólares sin valor agregado y de cinco mil millones con valor agregado. Negociar la venta de valor agregado en forma de energía eléctrica y petroquímicos a los vecinos es tarea esencial del Gobierno nacional.

Sin embargo de estos pasos progresistas hacia la meta de convertir a Bolivia en un país desarrollado industrial, económica y socialmente, se debería establecer metas emergentes del nivel de civilización que vive la humanidad y de las condiciones internas bolivianas. En primer lugar incentivar la producción de diez millones de toneladas de quinua y amaranto año a través de un pacto económico entre Gobierno y comunidades campesinas. Segundo impulsar el funcionamiento productivo de miles y miles de PyMES con valor agregado y en asociación con el Estado. Tercero refundar todas las empresas públicas con gerencia moderna al servicio de la producción nacional. Cuarto realizar una alianza productiva y académica entre fuerzas armadas, campesinos, trabajadores, técnicos y universitarios, entre otros. Quinto implementar tecnopolíticas como método y solución de problemas o sea introducir industrialización y tecnologías para elevar producción y productividad. Sexto integrar el país con carreteras reales y de información ( TIC ). Séptimo eliminar atraso cultural, gerencial y científico de diez millones de bolivianos produciendo seres humanos tecnointeligentes. Octavo crear tecnológicos, universidades, ciudades científicas para jóvenes y parques industriales en cada provincia. Noveno programar un país de veinte millones de habitantes hasta el 2.020 atrayendo inmigrantes cualificados con capitales de inversión en agro-industrias y a bolivianos en el exterior. Décimo apuntalar las industrias sin humo de la era post-capitalista como turismo rural y científico, centros de investigación , parques científicos y polos de desarrollo integral.

El liderazgo boliviano actual es producto del Gobierno nacional indígena pero también de la historia endógena social y de los programas de transformaciones sociales que se han dado en Bolivia desde Busch, Villarroel, Carlos Montenegro, Ovando, Marcelo Quiroga, J.J.Torres, Siles Zuazo, Fausto Reynaga y desde sindicatos mineros y fabriles. Sería bueno unir fuerzas entre todos los bolivianos con estos objetivos.

- Ricardo Angel Cardona, secretario de Relaciones Internacionales de la sociedad escritores de Bolivia (SODESBO) y ex-vicepresidente Sociedad Boliviana de Escritores (SOBODE).
https://www.alainet.org/es/articulo/118094
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS