El proceso de transformaciones sociales actualmente en curso en Bolivia y también en otros países de América Latina, se encuentra en encrucijada o crisis de crecimiento, para asentarse necesita encontrar programa e ideología que pueda hacerse carne en el espíritu de la mayoría poblacional. Esta ideología y programa no puede ser otro, dada su profundidad conceptual reconocida por la vanguardia intelectual mundial, que teoría y praxis bolivariana debidamente integrada y adecuada a cambios políticos y económicos del siglo XXI.

Este siglo XXI se puede denominar como era de la tecnointeligencia, así como el siglo XVIII fue denominado de las luces por la apertura liberal antifeudal hacia la razón y contrato social. Se pensaba entonces que razón o racionalidad en hacer las cosas de vida y política produciría un mundo ordenado y justo con libertad, igualdad y fraternidad. O sea el fin de la historia.

Teóricos franceses y europeos de la llamada Enciclopedia y filósofos como Descartes querían conducir a la humanidad - no sólo a franceses - a un mundo racional. Un mundo donde la última palabra la tendrían filósofos y científicos de la naturaleza y sociedad. Planteamiento estaba correcto pero falla consistió en que la clase burguesa emergente tenía límites en la propiedad privada como argumento absoluto para construir esta supuesta nueva, justa y solidaria sociedad.

Hechos demostraron que no fue fin de la historia y que todo se podía discutir y negociar siempre que pobres y ricos por igual aceptaran leyes, reglas y normas emergentes de relaciones de propiedad privada y medios de producción. Esto en siglos XIX y XX iba a conducir a explotación brutal de obreros, campesinos y clases medias en Europa y Norteamérica, y de países enteros en el sur planetario. El proletariado, acompañado de intelectuales, campesinos y revolucionarios, emergió en la historia como alternativa a la democracia burguesa actual.

Junto a teorías marxistas de lucha por socialismo, ideología bolivariana planteaba un poco antes que eran los mismos pueblos oprimidos - especialmente de naciones en formación del sur del planeta - los que darían la pauta de adónde ir y cómo avanzar, siempre que existiese poder popular protagónico en forma permanente. Esto se ha hecho realidad con emergencia de países y pueblos pobres como Rusia, China, Alemania Democrática, Polonia, Yugoslavia, Cuba, Viet-Nam y otros en África y Latinoamérica, pero éxito o fracaso relativo se ha debido a falta o supresión en rol protagónico del poder popular institucionalizado en estos países emergentes.

En este siglo XXI todo apunta a que países como Venezuela Bolivariana, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Argentina, entre otros, saben qué hacer y cómo hacer para eliminar deudas externas astronómicas, generar desarrollo integral eco- sostenible, eliminar hambre y miseria y poner bases definitivas de integración latinoamericana y tercermundista. Cuando Evo explica que interesa ahora a Bolivia otro MERCOSUR y CAN, para reemplazar concepción integracionista formal por otra que tenga en cuenta producción campesina, de PyMES y empresas públicas estatales, de comunidades y cooperativas, de artesanos y empresarios innovadores, entonces significa que Evo se ha convertido en líder bolivariano y no sólo indígena.

Ideología indígena y originaria es acompañante ideal del esfuerzo por inventar una nueva civilización social en Bolivia y Latinoamérica. Ciencia y tecnología ancestral hoy se revela con todo su esplendor al descubrir grandes obras de ingeniería hidráulica y alimenticia tanto en zonas andinas como moxeñas y amazónicas. Esto trasciende más cuando se toma en cuenta bases esenciales bolivarianas que van más allá de razas y culturas indígenas, pero con todo su potencial asimilado en el presente, hacia un futuro popular optimista, científico, tecnológico y social.

Latinoamericanos y bolivianos en concreto podrán entenderse y hablar idioma único de progreso integral si se lo hace en base a la ciencia integral, que habla idioma irrefutable de comprobación cierta de cada acto, movimiento, acción o puesta en práctica de teorías. Epistemología es análisis de verdades que apuntan a dar crédito al método científico como criterio de certeza y justeza.

Evo ha emergido del medio indígena y originario, pero su objetivo sería la humanidad y en lo cercano diez millones de bolivianos que moran en Bolivia y cinco que trabajan en el exterior. Bolívar creía en la humanidad como un todo y creía que pueblo español era igual o más oprimido y explotado que el latinoamericano por reyes de España acaparadores y sistema feudal. El libro Novelas Ejemplares de Miguel Cervantes revelaba que de trillones de euros actuales trasladados desde Potosí, Perú y México a España, en minerales y metales y otros recursos naturales, muy poco o nada quedaba en Europa para mejorar nivel de vida de españoles y europeos de entonces.

Ideología bolivariana es universal porque apela a conceptos trascendentes al espíritu y cultura humanos como libertad, democracia popular y protagónica, dignidad humana y social, integración, solidaridad, equidad, desarrollo integral sostenible, cooperación de pueblos y Estados, investigación e innovación científica, industrial y tecnológica.

De la misma forma que Simón Bolívar se sintió atraído por Revolución Francesa, líderes bolivarianos de la región y tercer mundo deberían sentirse atraídos por el deseo de construir nuevas civilizaciones ordenadas, libres, solidarias y socialmente justas. Algo posible de practicar, integrar y realizar en el sistema indoamericano actual de raíces milenarias y mestizas.

En esta reunión MERCOSUR en Brasil líderes bolivarianos y bolivianos están planteando la creación de una moneda común, solución al hambre y desnutrición inmediatamente, eliminación del analfabetismo, salud y calidad de vida, construcción masiva de viviendas y hábitat ecológicos, control e industrialización de materias primas, democracia desde abajo para controlar, fiscalizar e impedir que el imperio del norte divida países apoyándose en oligarquías, integración laboral de la población y plan de inversiones estratégicas en Latinoamérica.

Los planes se dirigen a reactivar instituciones como la extinta Corporación Boliviana de Fomento, donde el Estado decide planificar e invertir recursos donde mejor, más conveniente y rentable sea. Ejemplo, hidro- y termoeléctricas, petroquímicas, carreteras bioceánicas, producción alimenticia, fabricación de medicinas baratas, uso racional y reciclaje del agua en campo y ciudades, conservación continental de megabiodiversidad latinoamericana, capacitación masiva de juventudes y programas sectoriales de investigación científica y tecnológica.

Si se considera que el PIB de Venezuela Bolivariana se está acercando a 200 mil millones de dólares y llegará a no dudarlo a 500 mil millones en corto plazo. Es decir será la mitad del Brasil y el doble de Argentina. Si países latinoamericanos deciden construir Patria Grande para emular el crecimiento venezolano y nivelar economías, entonces el PIB latinoamericano hasta el 2015 deberá aproximarse a seis trillones de dólares, o sea mitad del PIB estadounidense actual. Esta meta económica y social es posible de alcanzar si se une, complementa y nivela economías de países grandes y pequeños de la región, para eso la reunión MERCOSUR de Brasilia deberá trabajar concientemente por unidad real y planificada de repúblicas y pueblos de Sudamérica.