SIP no ve violaciones graves a la libertad de expresión

01/08/2007
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Tegucigalpa

Sus funcionarios llegaron al país a impartir un taller legislativo en donde el Congreso adoptó la Declaración de Chapultepec, en donde el Comisionado de los Derechos Humanos advirtió sobre la creciente amenaza al ejercicio del periodismo en este país centroamericano

 Directivos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) visitaron la capital hondureña para intercambiar criterios con el poder político sobre la importancia de la libertad de expresión no sólo como un derecho sino también como una responsabilidad.

El presidente de la SIP, Rafael Molina, dijo que aunque en Honduras existe libertad de prensa “observamos con preocupación las tensiones en algunos medios informativos que a través de demandas judiciales están siendo acosados”. Dueños de medios de comunicación, que conforman la SIP, estuvieron en Honduras el 26 de julio.

Con los diputados se reunieron para firmar la Declaración de Chapultepec; luego dialogaron con periodistas y líderes nacionales sobre la libertad de prensa y después platicaron con el presidente Manuel Zelaya Rosales, quien acusa a los medios de integrar los grupos de poder fáctico que tienen secuestrada a Honduras.

Compromiso con la verdad


A tempranas horas, los directivos de la SIP llegaron al Congreso Nacional en cuyo Pleno firmaron la Declaración de Chapultepec adoptada por el hemisferio en 1994, y cuyo fin es preservar los marcos legales que permitan la libertad de expresión y promover leyes que la garanticen.

Entre los principios de la Declaración, destacan que la credibilidad de la prensa está ligada con la verdad, la búsqueda de la precisión, imparcialidad, equidad, y la clara diferenciación entre los mensajes periodísticos y los comerciales.

Agrega que la observancia de los valores éticos y profesionales no se imponen porque son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios. En una sociedad libre la opinión pública premia o castiga.

Ningún medio o periodista debe ser sancionado por difundir la verdad o formular críticas o denuncias contra el poder político.

El asesinato, el terrorismo, el secuestro, las presiones, la intimidación, la prisión injusta, destrucción material de los medios, la violencia de cualquier tipo y la impunidad de los agresores, coartan severamente la libertad de expresión y de prensa. Tales actos deben ser investigados con prontitud y castigados con severidad.

La Declaración señala que la censura previa, las restricciones a la circulación de los medios o a la divulgación de sus mensajes, la imposición arbitraria de información, la creación de obstáculos al libre flujo informativo y las limitaciones al libre ejercicio y movilización de los periodistas, se oponen directamente a la libertad de prensa.

El diputado presidente, Roberto Micheletti, firmó la Declaración que se suma a otros instrumentos que obligan a Honduras a respetar la libertad de expresión y de prensa. En su intervención el parlamentario dijo que “nadie, sin importar el poder que tenga, va a detener la libertad de expresión en Honduras”.

En el Congreso Nacional expusieron los periodistas Noé Leiva y Renato Alvarez. El primero se refirió a la Ley de Acceso a la Información Pública y el segundo a las amenazas que enfrenta el periodismo nacional, y entre éstas destacó las acciones judiciales contra comunicadores y medios, cuyo fin es restringir la libertad de expresión.

Custodio advierte escalada contra medios

Durante el diálogo de la SIP con periodistas y líderes hondureños, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, expuso que la libertad de expresión implica el derecho a hablar, escribir, publicar y hasta crear.

Agregó que para Marx y Engels “la prensa libre es el ojo siempre y en todas partes abierto del espíritu popular. Y que la primera libertad de prensa consiste en no ser una industria”.

En Honduras, indicó, de 2004 a 2006 un periodista fue asesinado. Otros 22, entre reporteros, camarógrafos y fotógrafos, fueron agredidos y amenazados, y tres despedidos.

Unos 16 fueron querellados en los juzgados, la mayoría por los delitos de difamación y calumnia, y de las 12 sentencias emitidas por los tribunales, cuatro fueron condenatorias.

En este diálogo, los comunicadores expresaron sus criterios sobre la colegiación obligatoria para ejercer el periodismo con responsabilidad. A juicio de la SIP, esto debe ser voluntario porque así se respeta la libertad de expresión.

El presidente de la SIP dijo que en varios países se violenta la libertad de expresión, de distintas maneras. Destacó que en México existe la autocensura producto del miedo que provoca el crimen organizado.

En el caso de Honduras, señaló Rafael Molina, “creo que en términos generales hay libertad de prensa, y un ejemplo es que aquí estamos hablando sin restricciones”.

Sin embargo, continuó, existe preocupación por las tensiones en algunos medios que se sienten acosados por las demandas judiciales. “Existe temor a que ocurran excesos pero no me atrevo a decir que la prensa hondureña está amenazada”.

En la reunión con el presidente Zelaya, éste dijo a los directivos de la SIP que en Honduras hay libertad de expresión.

José Roberto Dutriz, miembro de la Comisión de la declaración de Chapultepec de la SIP, se refirió a los crímenes cometidos contra periodistas del hemisferio. Citó el caso de los hondureños Robert Marín y Dina Meza, que fueron amenazados por el sector de la seguridad privada.

Algunos periodistas y medios informativos están querellados por divulgar información sobre irregularidades en el sector público y uno de los afectados es Diario El Heraldo, cuyo propietario, Jorge Canahuati, junto a otros empresarios del ramo y directivos de la SIP, como Dumas Rodríguez, acompañó a los visitantes.

Fuente: CONEXIHON.COM

http://www.conexihon.com


https://www.alainet.org/es/articulo/122507
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