Una charla con Alfred Mc Coy

Robert Mc Namara: una vida al servicio del imperio

08/07/2009
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Alfred Mc Coy sacudió el mundo hace unos años con su libro: “La Política de la Heroína en el Sudeste Asiático,” revelando los nexos del opio convertido en heroína en Indochina, y elevó el calor de la discusión poco después con una edición ampliada que incluía el narcotráfico en Afganistán y Colombia.

Al revelarse los abusos de prisioneros en las cárceles de Abu Ghraib y otros centros de detención controlados por Estados Unidos, Mc Coy publicó algo adecuado al tema del día: “Una Cuestión de Tortura; interrogación de la CIA desde la Guerra Fría hasta la Guerra contra el Terror”. Y esta semana, el escritor entregó las páginas de “Policing America’s Empire”, el cual esta por publicarse en octubre del 2009.

Este último es un examen de la relación de 100 años entre Estados Unidos y las Filipinas, primero como colonia y luego como laboratorio para probar técnicas de contra insurgencia en los últimos 60 años.

Quien fue Robert Mc Namara

En estos días, los medios corporativos anunciaron la muerte de Robert Mc Namara, ex secretario de defensa norteamericano, y llamamos al escritor Alfred Mc Coy para que nos diera su opinión sobre el hombre que acaba de partir.

Robert Mc Namara, dice Mc Coy, fue un ejemplar conocedor de estadísticas que sirvió a los intereses norteamericanos diseñando los bombardeos de Alemania, Japón e Indochina, estuvo detrás de la fracasada invasión de Playa Girón en Cuba, y la tristemente célebre invasión estadounidense de la República Dominicana, eso supuestamente porque según Mc Namara, Fidel Castro estaba metido en los asuntos de Santo Domingo.

En todas las instancias, los efectos de las acciones militares surtieron un efecto contrario al deseado por Washington, dice Mc Coy.

En los bombardeos a Vietnam en donde tres millones de personas murieron, los vietnamitas redoblaron sus esfuerzos para luchar hasta el fin, Europa se distanció de Washington y se evaporó el apoyo internacional para la guerra en Indochina.

En su desesperación, Mc Namara anuncio la creación de una gigantesca cerca electrónica en la zona desmilitarizada entre el norte y sur de Vietnam, la cual probó ser otro fracaso.

Luego construyó el primer campo de batalla electrónica en el sur de Laos donde poco después se arrojaron sobre el área más de dos millones de bombas, el bombardeo más grande en la historia de la humanidad. Y no funciono.

Mc Namara en el Banco Mundial

Mas tarde, dejó su puesto como Secretario de Defensa para hacerse cargo del Banco Mundial, donde, en el nombre de la guerra contra la pobreza en el Tercer Mundo, insistió en la construcción de presas hidroeléctricas.

De nuevo, Mc Namara no tomó en cuenta algunos factores, ni siquiera los lugares donde estas presas serían construidas y el resultado fue, deforestación, y lo que se suponía duraría cincuenta años, pronto se convirtió en una colección de lodo.

En sus últimos días hizo una película que llamo’ “La Neblina de la Guerra,” en la que supuestamente hablaría sobre lo que hizo en su vida. Pero cuando uno compara la película con los fracasos del hombre, dice Mc Coy, uno concluye que este tenía una ceguera completa que no le permitía ver sus propios errores, los errores cometidos por el imperio como un poder global.

El hombre pensaba que estadísticas, manipulación, y masivas intervenciones militares, económicas y civiles en el mundo, podrían de alguna forma derrotar la ecuación humana.

Y esa es la tragedia humana de Robert Mc Namara.

Los lucrativos “errores” de Mc Namara

No obstante, sus empleadores no tenían muchas quejas, pues veían crecer sus ganancias.

La Compañía Ford hizo una fortuna con Mc Namara como empleado, y el Departamento de Estado aumento’ su presupuesto anual de 48 mil millones de dólares en 1962 a 75 mil millones de dólares anuales en 1968, el último año que Mc Nmara trabajo con ellos.

Esa fortuna no fue gastada en los soldados pues ellos eran reclutados por la fuerza, sino que se destinó en el financiamiento de una gigantesca armada que se utilizo en asediar y bombardear al pueblo vietnamita.

En lo que va a las presas hidroeléctricas, financiadas por el Banco Mundial, las compañías constructoras europeas y estadounidenses, así como las elites del Tercer Mundo, hicieron cuantiosas ganancias.

Los países pobres terminaron con grandes deudas externas, y construcciones mal hechas, pues como se acostumbra en los proyectos del Banco Mundial, se hicieron con poca supervisión.

Un servidor fiel al imperio

El escritor Alfred Mc Coy describe a Robert Mc Namara como una persona integra, que nació en la pobreza, estudio’ en la universidad de Berkeley, un estudiante brillante que después se convirtió en profesor de la Universidad de Harvard.

Un hombre que no tenia dinero para pagar el tratamiento medico de poliomielitis para su esposa, y que subió hasta presidente de la Compañía Automotriz Ford, en esencia, un servidor fiel a un imperio.
Mc Coy añade que Mc Namara fue un hombre bueno, y un fracasado, y eso es la tragedia.

Mc Namara movilizo tres armadas aéreas y convirtió Inglaterra en una plataforma gigantesca de lanzamiento de aviones de guerra, que dieron a muerte a cientos de miles de personas en Alemania y Japón, campañas que serán vistas en el futuro como, no solo fracasos, sino colosales y brutales fracasos.

Filipinas: el laboratorio militar

Alfred Mc Coy habla de su nuevo libro sobre las Filipinas, un país convertido en laboratorio de técnicas de contra insurgencia y experimentación militar.

Explica que el siglo diez y nueve, Estados Unidos encontró formas de acumular grandes cantidades de información las cuales tenían aplicaciones militares que no se podían poner en práctica en la Unión Americana debido a restricciones legales.

En los primeros años de ocupación en las Filipinas. Washington enfrento’ una feroz resistencia.

Haciendo uso de su habilidad para acumular información, Estados Unidos logró construir la fuerza policial más efectiva en todo su territorio, fuerza que llevó a la derrota del movimiento revolucionario y que logró convertir la resistencia en colaboración.

Las técnicas van a casa de sus inventores

Durante la movilización y preparativos para la Primera Guerra Mundial, los veteranos de guerras coloniales estadounidenses regresaron a casa donde participaron en el diseño de la primera estructura de seguridad interna.

Uno de esos veteranos se convirtió’ en el padre de la inteligencia militar, y el padre y fundador de la policía militar norteamericana era el ex jefe de policía en las Filipinas.

Las formas de espionaje adquiridas en las islas del Pacifico fueron aplicadas por el próximo medio siglo en forma tal que grupos civiles, policiales y militares se convirtieron en un arma efectiva para espiar a la población.

Ejemplos de la aplicación de esa estructura de espionaje y control se pueden ver en las redadas de los “Red Squads” después de la Primera Guerra Mundial, el encierro de japoneses americanos en campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, y la cacería de brujas contra supuestos comunistas en la época de Mc Carthy, durante la Guerra Fría.

Y una vez más, las técnicas de reconocimiento biométrico y espionaje electrónico usadas contra la resistencia en Irak, están encontrando un camino con destino a la Unión Americana.

En los últimos 60 anos el las Filipinas han sido un importante laboratorio en el que se ponen a prueba técnicas diseñadas a enfrentar retos al poder estadounidense.

El los años 60’s había el problema de las guerrillas y el primer programa de contra insurgencia de la CIA y el Pentágono fue desarrollado en las Filipinas, técnicas que después fueron aplicadas en el resto del Tercer Mundo.

Y cuando aparecieron movimientos estudiantiles en ciudades de todo el globo, Estados Unidos experimentó con técnicas anti disturbios contra estudiantes en el centro de Manila.

Y en los años 80’s, después de la derrota desmoralizadora sufrida en Vietnam, Estados Unidos desarrolló en las Filipinas una técnica avanzada de contra insurgencia llamada “Conflicto de Baja Intensidad,” la cual fue’ usada después en el resto del mundo.

Desde septiembre del 2001, las fuerzas especiales de Washington han estado desarrollando una técnica llamada “Guerra Ubicada en Centros de Población,” en la que se combinan la sociedad civil, fuerzas de Estados Unidos y efectivos extranjeros.

Esta técnica es ahora introducida por el General Makristal y el Presidente Barack Obama en Afganistán.

La misma suerte de los afganos y los filipinos les espera a los estadounidenses; en la medida en que se reduce la democracia en el extranjero, se contraen las libertades civiles en la Unión Americana, dice Mc Coy.

Control de la mente y tortura

Explica el autor que durante la guerra fría, Estados Unidos llegó a la conclusión que los soviéticos a través del Instituto Pavlov habían logrado derribar la barrera de la conciencia y que conocían técnicas de control de la mente.

Subraya que en su afán de lograr derribar la barrera de la conciencia, la CIA gastaba un promedio de mil millones de dólares al año, usando choques eléctricos, mescalina, hypnosis y LSD, y que descubrieron que ninguno de esos mecanismos funciona.

Nadie, dice Mc Coy, pudo borrar todos los pensamientos de alguien y programarle para obedecer órdenes al estilo “Candidato de Manchuria” (una referencia a la película de propaganda anti comunista en la que aparece Frank Sinatra).

Las universidades, el dinero y la tortura

Pero descubrieron técnicas mundanas de comportamiento patrocinadas por la CIA y desarrolladas por el científico Donald Hebb de la Universidad de Mc Gill, de Canadá , las cuales eran efectivas para interrogar prisioneros.

En los experimentos de Hebb, los sujetos fueron puestos en cubículos cómodos, manos con guantes, y ojos y oídos tapados, los cuales en 48 horas experimentaban alucinaciones y después venía el desplome total de los nervios.

Esa técnica se convirtió’ en la base para la tortura de la CIA conocida como “Privación Sensorial,” usada hasta fechas recientes en Guantánamo, Abu-Ghraib y otras prisiones.

Otra técnica favorita de la Central de Inteligencia es conocida como “Posición de Estresamiento,” desarrollada por dos neurólogos del Centro Médico de la Universidad de Cornell bajo contrato de la CIA.

Nazis alemanes en Estados Unidos

Alfred Mc Coy señala que el gobierno de los Estados Unidos fue’ uno de los ma’s vocales críticos de los Nazis en los Tribunales de Nuremberg.

Sin embargo, poco después de haber criticado los abusos perpetrados por científicos en el Campo de Concentración de Dachau, en Alemania, Washington contrato’ a varios doctores involucrados en los mismos abusos, algunos de ellos, conocidos criminales de guerra.

Esos doctores Nazis desarrollaron la "Unidad de Investigación de Aviación" en Randolph Field en Texas.

Los norteamericanos también se mostraron horrificados ante la experimentación con humanos en la Alemania Nazi, sin embargo en los años 50’s, cientos de miles de estadounidenses fueron utilizados en pruebas de armas nucleares, químicas y biológicas, lo mismo que sujetos experimentando mescalina y LSD.

El escándalo producido por los abusos llevó a la creación de códigos de conducta que ahora se usan en hospitales a través de la nación, pero eso se logró después de una década de abusos.

En los últimos cinco años, especialmente después del escándalo de Abu ghraib, se ha generado un debate interno en la "Asociación de Psicólogos Americana," algunos de ellos han participado en sesiones de tortura (interrogación) de prisioneros.

Y contrario a lo que hicieron los miembros de la "Asociación Nacional de Psiquiatras," los psicólogos todavía debaten sobre su participación con los militares en técnicas de “interrogación.”

Mc Coy explica la intensidad del debate de psicólogos que buscan un código de ética mientras sirven a un imperio, con una cita de Mark Twain: “Tu’ no puedes tener un imperio afuera, y democracia en tu casa.”

Alfred Mc Coy es autor de los libros: “La Política de la Heroína en el Sudeste Asiático,” en su edición revisada con secciones sobre el narcotráfico en Afganistán y Colombia

“Una Cuestión de Tortura; interrogación de la CIA desde la Guerra Fría hasta la Guerra contra el Terror,” y el que está por publicarse en octubre del 2009: “Policing America’s Empire: un examen de la relación de 100 años entre Estados Unidos y las Filipinas, primero como colonia y luego como laboratorio para probar técnicas de contra insurgencia en los últimos 60 años.

- Fernando Velásquez es director del Proyecto “Informativo Pacifica,” Los Angeles.

https://www.alainet.org/es/articulo/134901
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