UNASUR con Dilma Rousseff debiera crecer 10% anual

03/01/2011
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Dilma Rousseff es parte de UNASUR ya que Brasil es co-fundador junto al resto de los países suramericanos de esta nueva institución que aspira a desarrollar integralmente la región en base a la cooperación y planificación integral en mutuo beneficio y aprovechando las ventajas comparativas y competitivas de cada país de la región en particular.
 
Dilma Rousseff acaba de recibir el mando de esta nación suramericana de manos del líder obrero y socializante Luiz Inácio Lula da Silva, con muchos indicadores económicos y sociales buenos y mejores que en el pasado, ya que Brasil ha creado una gran clase media de al menos 100 millones de personas y ha eliminado la miseria extrema de 30 millones de brasileños pobres en los últimos ocho años de gobierno del Partido de los Trabajadores ( PT ) en alianza con otras fuerzas progresistas.
 
Pero los desafíos para Brasil siguen siendo gigantescos debido a su excesiva deuda externa, las desigualdades sociales extremas que persisten, el tema de los sin techo y los sin tierra que sigue irresuelto. En definitiva Brasil puede crecer 3-5% anual en los próximos años con Dilma Rousseff, pero de ninguna manera podrá alcanzar el crecimiento que se merece Brasil y su población pobre para salir del atraso total y miseria de regiones enteras, que debiera ser de al menos 10% anual.
 
La clave para que Brasil crezca al menos 10% anual como PIB nacional es la integración activa y consciente y la planificación agregada o planificación integral en los sectores claves de la economía para la región como son la seguridad energética, seguridad alimenticia, desarrollo con tecnologías top de la pequeña y mediana empresa privada, generación y distribución en sistemas unificados de la electricidad generada en la región, libre comercio y creación de empresas mixtas entre las empresas públicas con inversiones privadas endógenas y con inversiones directas del extranjero, respetando la preeminencia natural de los intereses soberanos de la región y de cada país en particular.
 
Además de fomentar la educación, salud pública y el sistema conjunto universitario, tecnológico y de investigación/innovación en CyT.
 
Brasil exporta materias primas y alimentos a los países asiáticos y europeos con altos precios de mercado, pero con alta degradación de sus suelos y sin valor agregado alguno o con poco valor agregado. Esta situación debiera ser tenida en cuenta en la integración de UNASUR para que cada proyecto conjunto entre países y empresas de la región eleve el valor agregado de minerales, hidrocarburos, maderas, alimentos y otros.
 
Bolivia, por ejemplo, necesita crecer al 10% anual mínimamente también, para demostrar ante propios y extraños que el Gobierno de Evo Morales es superior a los gobiernos neoliberales anteriores. Pero evidentemente para este objetivo se necesita de una planificación superior a la actual. Por ejemplo acerca de la venta de fertilizantes naturales y orgánicos que se posee en los salares bolivianos que debieran ser favorecidos con precios incentivados por la integración.
Bolivia puede y debe vender fertilizantes y alimentos orgánicos a Brasil y Suramérica toda como son el cloruro de potasio y los cereales andinos que no tienen mayor competencia y los últimos son ricos en proteínas.
 
Los mercados de UNASUR y ALBA debieran estar abiertos para la compra y recepción de alimentos por parte de Bolivia, por ejemplo, que tiene en su haber 10 mil comunidades campesinas que necesitan pedidos para poder planificar su propio desarrollo interior con ayuda del Estado. Con la venta de 10 millones de toneladas de quinua y amaranto o quiwicha se podría convertir el Altiplano y valles andinos en un emporio agro-industrial de grandes proporciones superior a la agricultura privada.
 
Evo Morales y Dilma Rousseff - como todos los líderes progresistas de Surmamérica - necesitan de la gran producción sostenible y sustentable pero también de la distribución democrática de las utilidades, eso se llama en nuestro concepto tecnosocialismo productivo y sostenible, que debiera devenir en políticas de Estado a nivel regional.
 
En 2019 se termina el contrato de compra-venta de gas natural de Bolivia hacia el Brasil y la pregunta que surge es, ¿ debe YPFB prolongar el contrato o usar dicho gas en el desarrollo interno de Bolivia ?.
 
La respuesta es que se debe analizar y planificar en función del beneficio mutuo. A Bolivia le conviene más desde todo punto de vista endógeno industrializarse con el gas natural en lugar de exportarlo sin ningún valor agregado como actualmente sucede. Se necesita además en el consumo interno los líquidos que se van con el gas natural hacia Brasil y Argentina para la incubación de la petroquímica tradicional de base etano.
 
La futura ciudad del acero del Mutún necesita mucho gas natural para la reducción del mineral de hierro y para generar electricidad a ser usada plenamente en la electrosiderurgia y producción de aceros de alta calidad. Las cementeras, fábricas de vidrio y cerámicas, que tiene el país y otras por construirse, necesitan del gas natural como combustible. La construcción de viviendas, caminos, infraestructura, puentes, aeropuertos, industrias y agro-industrias necesitan de cemento competitivo para dar lugar al crecimiento acelerado de la gran construcción que genera empleos directos e indirectos y una serie de industrias privadas medianas y pequeñas colaterales.
 
El reto en UNASUR es planificar ya que con Brasil se pudiera generar hidro-electricidad, en forma conjunta con sus vecinos en los ríos limítrofes, en cantidad suficiente para industrializar la región en forma conjunta. Lo mismo el uso mejorado de las hidrovías existentes y el transporte intermodal de cargas del Océano Atlántico al Pacífico.
 
Nada importante debiera impedir que Bolivia como país bioceánico pudiera trasportar la carga de MERCOSUR hacia el puerto BoliviaMar-Ilo a través del sistema intermodal hidrovías-carreteras-ferrocarril. Y viceversa de la CAN hacia Puertos Busch y Quijarro. En todo caso UNASUR debiera invertir porque le conviene en los puertos bolivianos a pedido expreso de Evo Morales para mejoraralos y agrandarlos tanto en Puerto Busch ( Atlántico ) como en BoliviaMar ( Ilo-Pacífico ).
 
Este transporte a través del territorio boliviano y por ende suramericano se puede considerar como una especie de Canal de Panamá de tipo seco. Es una tarea conjunta con Paraguay y para los países URUPABOL.
 
China ya ha propuesto construir un ferrocarril eléctrico moderno y rápido entre ambos puertos bolivianos, especialmente si se debiera transportar el acero boliviano del Mutún hacia su propio país que importa aceros de calidad cada vez en mayor cantidad de todas partes del mundo. Bolivia pagaría las inversiones chinas con hierro y acero.
 
Con Venezuela Bolivariana se debiera afrontar grandes proyectos que hasta el presente no se han ejecutado, como la construcción de una refinería de petróleo en la ciudad industrial de El Alto de gran capacidad como de 100-300 mil barriles día de tratamiento de petróleo venezolano, el que debe ser importado en este caso por Puerto Ilo-BoliviaMar a través de la construcción de un oleoducto especial en tiempo record. El valor agregado para Bolivia en diesel, gasolinas, aceites y grasas duplica el valor del petróleo que se pagará desde YPFB-EIH a PDVSA.
 
El gasoducto a occidente GABO desde Villamontes hasta Potosí-Uyuni-Río Mulatos-Huari-Challapata-Patacamaya-El Alto, con capacidad de 25 mmmcd ( millones de metros cúbicos por día ) convertiría al occidente boliviano en una región industrializada y exportadora de electricidad.
 
En definitiva los países UNASUR son complementarios en muchos rubros que hoy no se cooperan por falta de planificación. Brasil de Dilma Rousseff y Bolivia de Evo Morales están preparados para la gran planificación de beneficio mutuo - como todos y cada uno de los países UNASUR - todos se necesitan mutuamente para el desarrollo acelerado.
 
Queda a parir del 2011 en manos de sus líderes progresistas ganar tiempo y poner las obras claves en funcionamiento.
 
- Ricardo Ángel Cardona, es escritor y miembro de Codepanal
https://www.alainet.org/es/articulo/146470
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