Como dar vuelta la pirámide de la historia desde Egipto…

17/02/2011
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Solo vale la pena luchar y vivir, por lo que se está dispuesto a morir. Manuel Alcántara

 

La revolución Egipcia, está gestando una muy peculiar forma del pueblo por tomar las riendas de su destino, el pueblo egipcio ha descubierto que la miseria, la opresión y el atropello colectivo de su dignidad los ha unido y por eso autoconvocados han salido a la calle y ha gestado un movimiento que ha tomado por sorpresa  a la CIA y a los analistas políticos de occidente, que están tratando de hacer control de daño en ese estratégico país, que funge de frontera continental y encrucijada de los caminos…

Estamos entrando en la etapa más delicada de la revolución, el gran trabajo del venezolano Roberto Hernández Montoya, publicado en entrañable portal de ALAI (Agencia Latinoamericana de Información), en donde hace un brillante paralelismo entre la situación latinoamericana y en particular venezolana de los años de finales de los 50 y la regiones de África y medio oriente (especialmente referida a la situación egipcia)  en la que hoy se movilizan los pueblos, buscando justicia, pan y libertad.

Este brillante análisis de la Venezuela de la época de Rómulo Betancourt   proyecta muchas de la situaciones allí vividas a la situación egipcia con particular maestría, este análisis nos demuestra que esta es la etapa más peligrosa, en donde el pueblo debe estar más vigilante y movilizado, se acerca una época de definiciones, para ello es bueno conocer a los actores y a tales efectos nos vamos ayudar, con lo que en mi modesto parecer es el análisis más incisivo, asertivo y claro de los que he leído…Es el análisis hecho por el paulista Pepe Escobar para Asia Times Online y publicado en el comprometido portal rebelión.org  describiendo a los personajes presentes sobre el terreno egipcios.

Escobar nos dice “¿Qué hay de todos esos comunicados a los que se ha vuelto tan adicto el Consejo Supremo? La calle sabe que todos ellos son compinches de Mubarak, que la mayoría tiene más de setenta años –empezando por el líder del golpe, el Mariscal de Campo y Ministro de Defensa Mohammed Hussein Tantawi, 75 años- y que están muy próximos a Robert Gates, el del Pentágono (y algo que es crucial: Tantawi llegó a la cumbre después de ser el comandante del ejército privado de Mubarak, los Guardias Republicanos). Todos ellos son accionistas, propiciados por EEUU (mediante los miles de millones de dólares de “ayuda” año tras año), de una inmensa dinastía empresarial de propiedad militar que controla sectores enteros de la economía egipcia. No hay forma de que pueda nacer un nuevo Egipto sin echar abajo todo ese sistema al completo. Ergo, la calle tiene que enfrentarse al ejército.”(1)

 Y coadyuvando con esta situación, las fuerzas extranjeras que jugaban su ajedrez geoestratégico… “¿Qué puede hacer un Presidente demócrata de EEUU y Premio Nobel de la Paz excepto apoyar un golpe militar? (Otra reminiscencia de las décadas de los sesenta y los setenta). Resumiendo: la Casa Blanca y el Departamento de Estado querían que Hosni Mubarak se fuera. Pero Arabia Saudí, Israel y la Agencia de Central de Inteligencia de EEUU (CIA) estaban empeñados en que siguiera. Aunque Mubarak –como en una mala versión de Luis XVI con el pelo teñido- luchó por su propia supervivencia, el Vicepresidente Omar “Jeque al-Tortura” Suleimán, apoyado por Washington y Bruselas, luchó por la supervivencia del régimen (eso de la “transición ordenada”), y Washington luchó por la supervivencia de uno de los pilares cruciales de la “estabilidad” en el Oriente Medio. La calle luchaba por su vida… Muy pronto, verán como todo el mundo, y hasta su vecino, se dedica a cortejar a los Hermanos Musulmanes como si no hubiera un mañana: Turquía (para avanzar en su papel de faro de la moderación en Oriente Medio); Irán (incluso aunque sean chiíes, para recordar a los Hermanos Musulmanes su lucha por Palestina); EEUU (para que puedan creer que controlan una corriente yihadista , aunque los HM no tengan ninguna); y Arabia Saudí (con toneladas de dinero en efectivo, para colar como sea las maquinaciones estadounidenses). ” (1)

En este puzzle político entran en forma silenciosa la influencia de potencias como China o en forma angustiante la presión de Israel sobre los palestinos (ataques aéreos- el último destruyó una fábrica de insumo médicos, para que los palestinos no puedan acceder a los insumos médicos…mientras del lado egipcio le han estado bloqueando la entrada alimentos e insumos médicos…).  Sin lugar a dudas Estados Unidos, está,  al decir de Hernández Montoya,  buscando su Rómulo Betancourt en Egipto y, obviamente,  el mismo está en el Consejo Supremo de la Fuerzas Armadas.

En estas circunstancias, una diversidad de potencias exteriores intenta influir y en especial Arabia Saudita, Israel y EE.UU., para poder controlar el proceso de la revolución árabe y el poder (como hasta ahora) en Egipto, presentan como fundamental los caminos, las acciones y las aspiraciones que el pueblo pueda tomar y la organización con que lo vaya hacer.

Veamos que nos dice de este tema Escobar en su artículo Bajo el Volcán (egipcio)…  “En la batalla de comunicados, al menos los líderes del 25 de enero saben cómo llamar la atención. Entre sus demandas principales –llámenlas la hoja de ruta de los deseos políticos de la calle-, nos encontramos con el fin inmediato del estado de emergencia; la liberación inmediata de todos los prisioneros políticos; la creación de un consejo de gobierno colectivo y transitorio; la formación de un gobierno interino que integre las tendencias nacionalistas independientes que supervisen unas elecciones libres y justas; la formación de un grupo de trabajo que redacte una nueva constitución democrática que se vote en referéndum; la eliminación de cualquier restricción a la libre formación de partidos políticos; libertad de prensa; libertad para formar sindicatos y organizaciones no gubernamentales sin que se necesite permiso del gobierno; y abolición de todos los tribunales militares. Cualquiera que sea capaz de creerse que los generales del Consejo Supremo entregarán en bandeja todo eso al pueblo es que debe de estar viviendo allá por la meseta tibetana. (Nota del Editor. En Uruguay diríamos en la luna) (2)

Está claro que en el mismo sentido caminan la organización sindical y el campesinado… “Ésta no ha sido sólo una revolución dirigida por los jóvenes, también es ahora un movimiento masivo de la clase trabajadora. En la próxima etapa la clase trabajadora –y el campesinado- serán cada vez más importantes. Como el bloguero Hossam El-Hamalawy ha señalado: “Ahora toca a las fábricas tomar Tahrir”. La ofensiva final del régimen se produjo cuando las huelgas se extendieron como un reguero de pólvora. Se ha intensificado la conceptualización de la democracia directa desde abajo que conduce a un estado de revolución permanente. “Occidente” tiembla en sus Ferragamo .” (3)

Obviamente esta dos tendencias que son antagónicas, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, con una tendencia continuista y una claro disposición de que algo cambie para que todo siga igual y por el otro  la poderosa y organizada corriente de jóvenes 25 de enero, seguramente con las organizaciones sindicales y el campesinado, levantando la bandera del poder popular,  la democracia real y la justicia distributiva van a colisionar, por eso creemos con Escobar que “No hay forma de que pueda nacer un nuevo Egipto sin echar abajo todo ese sistema al completo. Ergo, la calle tiene que enfrentarse al ejército.” (4)

El como sea ese enfrentamiento y cuál su desenlace, depende de la actitud de otro actor que no hemos nombrado, pero que dada la circunstancias se vuelve en un actor muy importante, como son las bases del ejército egipcio. Los soldados en la calle han demostrado, incluso bajándose de sus tanques o ayudando a pintarles consignas,  que están más cerca del pueblo que de sus mandos naturales y esto parece darse por dos hechos: el primero es que todo Egipto está en la calle, es posible que en la multitud estén sus familias, pidiendo por una vida más digna,  y en segundo lugar,  ellos son las bases de ejército. Los soldados de a pie han sido tan explotados, oprimidos y humillados como el resto del pueblo, por lo que parecen haber tomado conciencia de que su pertenencia al pueblo, es decir a la clase oprimida…Si esto es así y actúan en consecuencia, estaremos en un escenario en que el pueblo pueda llegar a tomar el timón de su propio destino, para esto hace falta superar otro aspecto no menor…Es el superar las divisiones y los sectarismos…No olvidemos la lección de Rómulo Betancourt , la revolución vencedora es traicionada por uno de sus gestores, no olvidemos que tras la traición de Betancourt y tras la situación egipcia, está el mismo Leviatán, intentando tragarse al pueblo…una lección que buena parte de los oprimidos de la Tierra hemos aprendido a sangre y fuego…

Montevideo, 17 de febrero de 2010

 

Notas

(1)      http://www.rebelion.org/noticia.php?id=122445

(2)      Ibid

(3)      Ibid

(4)      Ibid

https://www.alainet.org/es/articulo/147642
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