La indignación no sólo libera…sino que construye futuro…

17/07/2011
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"Pienso, luego me indigno (frase de los indignados, citada en el artículo “Es el trabajo asalariado estúpido”)
 
 
Hemos escrito, denunciado y anunciado…que el capitalismo neoliberal se desmorona…que las grietas sistémicas ante la contumacia de sus principales mandamases, la poca visión de sus analistas y técnicos a sueldo (incluyendo más de un cuadrática de alguna universidad de gran renombre) y la genuflexa obediencia de los políticos, que han sido la polea de transmisión del status quo del neoliberalismo salvaje…Nos asombro la profunda idiotez de algunos “organismos oficiales”, “voceros autorizados” y analistas…de gran renombre defendiendo sus sueldos, que han salido hablar de recuperación…cuando ya se puede hablar que en todo el mundo las estadísticas… (No están cometizadas), están directamente falsificadas…Hablar en la situación actual de recuperación es…algo más que un delirio fantasioso, es un atentado a toda lógica y un verdadero terrorismo mediático…
 
En estos pensamientos ocupaba mi mente, cuando me encuentro con el excelentísimo análisis del un periodista Argentino del que no había leído nada hasta ahora, lo que obviamente me hizo perderme de muy buenos artículos, el Sr. Alberto Ravilotta…al que me voy a permitir llamar por su nombre, una modalidad que intenta (a pesar de que no tengo el gusto de conocerlo), marcar mi profunda coincidencia con su análisis…
 
Veamos, su primera aproximación panorámica…de este fabuloso análisis que lleva sugestivo titulo de “Es el Trabajo Asalariado, entupido!”... Una recaída en la recesión económica está en marcha en el mundo industrializado. Los niveles reales de desempleo en Estados Unidos están por las nubes. No se trata ya de cesantía a corto o mediano plazo, sino del aumento de un desempleo crónico, que supera los dos años y alcanza hasta los cuatro años y que rememora los niveles de desempleo durante la Gran Depresión de los años 30 del siglo 20, y quizás por eso la Oficina de Estadísticas Laborales de Washington ha decidido reincorporar en sus estadísticas a los cesantes que están más de dos años sin empleo (1). En junio pasado la tasa oficial de desempleo en Estados Unidos fue de 9.2 por ciento. La tasa ampliada, llamada U6, estaba por encima del 17 por ciento, y si se utiliza la antigua definición de desempleo del Departamento del Trabajo estadounidense (SGS-Alternate, abandonada en 1994 pero utilizada aún por economistas para calcular la cesantía a corto, mediano y largo plazo) es de 22.8 por ciento de la fuerza laboral del país (2).  Y dejaremos de lado el subempleo o empleo a tiempo parcial, que afecta a una creciente proporción de trabajadores y en las estadísticas oficiales es considerado como “empleo” a tiempo completo.
 
La situación es similar en países europeos no afectados directamente por la “crisis de la deuda”, como Francia o Gran Bretaña, donde las estadísticas oficiales tampoco computan el desempleo a largo plazo, la exclusión definitiva del mercado laboral y el subempleo. Pero la situación laboral es y será mucho peor en los países afectados por la crisis de la deuda y que están siendo obligados a aplicar severos programas de austeridad, como Grecia (16 por ciento de cesantía sin computar el desempleo a largo plazo y la imposibilidad para los jóvenes de incorporarse al mercado laboral) o España (21 por ciento de desempleo oficial), para citar dos casos. Y el crecimiento anémico de la economía real apunta a que lejos de disminuir la cesantía aumentará en los meses venideros” (1)
 
El asunto que esta en la base del problema, es justamente la relación de lo que llamamos aumento de la riqueza o del valor agregado, o la renta que genera un trabajador con su trabajo…con el capital y otro elemento que debe ser destacado…que es obvio…es que cualquier producción, debe para rentabilizar ser vendida por alguien…es decir ser comprada alguien…
 
Esto que parece obvio, se les está escapando a todas las cabezas del sistema…que toman por el peor camino, la contracción salvaje del costo salarial (para nosotros es del salario- llevando su poder adquisitivo a su mínima expresión), lo notable es que muchas empresas, entiende que esto les da ganancias… ¿Pero porque sucede esto? …sigamos el desarrollo del análisis de Alberto (el periodista Alberto Ravilotta)… “El 5 de julio pasado el diario The Wall Street afirmaba que mientras la economía estadounidense está pasando por una de “sus más lentas recuperaciones desde la Gran Recesión”, las grandes empresas están listas para reportar “sólidos ingresos para el segundo trimestre, exponiendo una dicotomía entre el comportamiento de las corporaciones y la salud general de la economía…”… “El analista Stephen King escribe en The Independent (4) sobre la falta de creación de empleos y el anémico crecimiento (2.0 por ciento) de la economía estadounidense que persiste desde la presidencia de George W. Bush en Estados Unidos, y señala que las empresas que están “sentadas” en ese billón y medio de dólares prefieren ahorrar ese capital en lugar de invertirlo, destacando que cuando deciden invertir prefieren hacerlo en China y Brasil en lugar de su propio país.
 
En el caso de las “economías avanzadas”, exceptuando el especifico caso alemán, no se trata de una “recuperación económica sin creación de empleos”, como avizoraban algunos economistas para la “salida” de la Gran Recesión del 2008 y 2009, sino de una vigorosa “recuperación de beneficios” de la clase capitalista en medio de un evidente estancamiento económico que amenaza convertirse en una nueva recesión global por la aplicación generalizada de políticas fiscales de austeridad, por el creciente desempleo y subempleo, y la consiguiente baja del consumo” .
 
La rentabililización…y el capital, apuestan a  la depresión del mercado de los países desarrollados, y prefieren invertir en los emergentes…Esto esta generando un fenómeno en los mismos…lo primero es que los grandes capitales importan inflación…y normalmente producen un crecimiento descontrolado de la producción industrial y agrícola, Lo que le sucede a los emergentes es que cambian papeles, por riqueza real…normalmente, el costo laboral en los emergentes se mantiene controlado, a tal punto que en muchos países ya se habla de trabajo esclavo…Y mientras algunos emergentes, imitan la formula que llevo al norte geopolítico, están sosteniendo el capitalismo…creando una circulación de papeles (monedas….etc.), por la mayoría de las veces riqueza naturales y en el caso de la minería, riquezas naturales no renovables… sostenibles… 
 
De aquí, y de la succión del poder adquisitivo de los asalariado esta viniendo la rentabilidad de muchas empresas…Sin embargo…esto esta contrayendo la capacidad de compra de todos los asalariados del mundo, lo que hará que la actividad económica, baje sustancialmente…Así que desempleo creciente, subempleo y precarización creciente y baja del poder adquisitivo de los salarios…
 
Pero el magnifico análisis de Alberto, nos marca otro fenómeno coadyuvante, que tiene que ver con la configuración de la creación tecnológica del capitalismo… “Ya no se puede dudar de los efectos que sobre el empleo produjo la revolución informática y la automatización de la producción, que en las últimas cuatro o cinco décadas permitieron aumentos inimaginables en la “productividad” –la producción de bienes o servicios respecto a la cantidad de mano de obra empleada en ella- y aseguraron la rentabilidad de las empresas transnacionalizadas en sectores cada vez más concentrados y sometidos a una competencia extrema.
 
La contraparte de esta revolución en el modo de producir fueron los despidos masivos en los centros industriales del capitalismo y, con la liberalización del comercio y las inversiones desde hace poco más de una década, la mudanza también masiva de la producción industrial de artículos de consumo hacia países de Asia, en particular China.
 
Este proceso para reducir los costos de mano de obra, que al comienzo afectó a la producción industrial de bienes de consumo directo, se ha ido propagando a ramas de la producción de bienes de capital, como las maquinarias y componentes de los mecanismos destinados a la producción.
 
En los países avanzados, como puede observarse desde hace más de tres décadas en Japón, Alemania, Estados Unidos, Canadá y Francia, entre otros más, la carrera de las empresas por reducir costos laborales para obtener la máxima rentabilidad posible llevó inexorablemente a reemplazar donde fuera posible los trabajadores y los empleados de servicios por la maquinaria e informática de todo tipo imaginable: las sofisticadas excavadoras, grúas, topadoras, los camiones gigantes y demás maquinarias sustituyeron a millones de trabajadores de la construcción, la minería y la explotación forestal, para citar tres casos.
 
Esto podría extenderse a prácticamente todas las ramas del sector primario, de la minería a la pesca y la agricultura, que tuvieron que adaptarse a la aplicación de métodos industriales generados por esta revolución científico-técnica, lo que explica que para crear un empleo real en esas ramas se requiere de una millonaria inversión en maquinaria y equipos. Y lo mismo sucedió con el sector secundario, las industrias productoras de bienes.
 
El sector terciario, los servicios, se suponía iba a ser la panacea del empleo que reemplazaría con salarios decentes y empleos estables a los desaparecidos empleos industriales. En efecto, durante las últimas décadas el crecimiento de ese sector fue reemplazando en términos de creación de empleos a los declinantes sectores, como la agricultura, minería y la industria.
 
Pero en realidad la informática se infiltró en todas las esferas de los servicios -con las computadoras, impresoras, copiadoras y sofisticados sistemas de telecomunicación que multiplicaron la capacidad de trabajo en las oficinas de todo tipo; en los bancos con la recepción y el retiro de dinero a través de “cajeros automáticos” y no de las cajeras o cajeros de carne y hueso; lectura óptica de precios que redujo el número de cajeras en los centros de comercio, por ejemplo- con el consiguiente efecto de reducir el número de puestos y el nivel de los salarios. Y el alto desempleo unido al empobrecimiento de la clase trabajadora hizo que se multiplicaran en la última década los empleos muy mal pagados en los McDonald y Wal-Mart de este mundo.”
 
Es interesante leer a este magnifico periodista, no se despega del detalle real y estadístico, pero no pierde la mirada panorámica…, lo que claramente nos muestra es que esta tendencia se globalizada que apunta a la perdida de empleo, a la precarización y a la perdida del poder adquisitivo de los salarios se extenderá en el tiempo…debido a los respuesta que a la crisis, esta dando el capitalismo global…
 
Podía agregar dos aspectos, el primero es que los recursos se agotan rápidamente, el planeta esta sometido a stress sistémico por sobreexplotación y por la intensa, salvaje y global destrucción de ecosistemas…y seguramente esto terminará rompiendo equilibrios que cambiarán drásticamente el clima y el planeta…volviendo amplias zonas inhabitable para el hombre en un futuro…no tan lejano como algunos creen…
 
Es interesante es que en medio de esta debacle, insignes premios noveles y otros no menos famosos y respetados analistas, proponían a los cuatro vientos soluciones keynesianas…y muchos de ellos inspiradas en la New Deal de Roosvelt…Pero el comportamiento voraz de los grandes capitalistas, lo ha hecho imposible…a generado una situación, que haría la aplicación de esas políticas ineficaces como bien dice el asertivo periodista argentino… “En suma, en los países capitalistas avanzados donde las grandes empresas privadas están “sentadas” en billones de dólares no hay demanda  de los consumidores que permita la reactivación de la economía real porque no es posible ni rentable, en términos capitalistas, generar una masa crítica de nuevos empleos con salarios decentes, o aumentar los salarios en términos generales, para elevar el consumo de bienes.
 
Y como no hay falta de capitales para inversiones en el sector privado se puede dudar de la coherencia de querer aplicar, como proponen muchos respetados economistas, las recetas keynesianas, de que las inversiones públicas sustituyan la ausencia de inversiones de capital del sector privado.
 
Más aun, las inversiones públicas para la construcción y reparación de las infraestructuras no tienen efecto multiplicador en materia de empleos porque esa rama de la construcción, que hace tiempo ha pasado a manos del sector privado en todo el mundo capitalista, ha hecho todo lo posible para aumentar al máximo el empleo de maquinaria y reducir al mínimo el número de trabajadores empleados. Y a menos que el sector público se involucre en le reactivación de otras ramas y sectores dominados por la inversión privada, asumiendo un papel gestor de la economía como se está viendo en países de Sudamérica, la creación de empleos seguirá siendo un objetivo ilusorio.”
 
Es interesante, ver el como la evolución del sistema que ha privatizado y tercerizado, hasta la saciedad, mediante muchísimos mecanismos la gestión estatal, termina siendo una obstáculo para la recuperación de empleos y salarios… Es decir para la recuperación económica…Y en algunos países de Sudamérica…”por suerte” el sector público se involucra en la recuperación de ramas y sectores dominados por la inversión privada, asumiendo el papel de gestor de la economía (Cfr.)
 
Pero, uno tendería a pensar si las empresas obtienen ganancias, que les va a importar el poder adquisitivo de los asalariados…
 
Se olvidaron de la verdad evidente…que en realidad tiene dos vertientes…la primera la contracción del poder adquisitivo salarial global, hace que la demanda caída, los mercados se contraigan y las empresas acumulen producción, sin tener a quien venderla…
 
El trabajo de Rabilotta, nos marca esta verdad obvia…
 
“En suma, el capitalismo y el trabajo asalariado son inseparables. El trabajo asalariado permite al capitalista crear la plusvalía y los salarios constituyen el único medio por el cual, a través del consumo, los capitalistas pueden realizar esa plusvalía. No hay capitalismo sin trabajo asalariado, y menos aun puede pensarse en un capitalismo pujante con tasas de desempleo crónico, con un empobrecimiento creciente de todas las clases trabajadoras y los jubilados, y perspectivas nulas de trabajo para los jóvenes como las actuales.”
 
Agregaríamos, que salvo que se globalice la esclavitud…nos parece que es tiempo de los trabajadores organizados o no…tengan la capacidad de hacerlo si no lo están…salga a la calle a demostrarle al capitalismo, que la riqueza sale de sus manos, o de su mente y que no están dispuesto a esclavizarse para que estos vampiros corporativos mantengan su nivel de renta, es decir mantenga su dotación de sangre de los trabajadores y salgamos a reclamar, democracia y libertad…esto necesariamente necesita de las grandes movilizaciones, pero el trabajo de concientización en los barrios y la articulación política, parecen frentes necesario si se quiere ser protagonistas, no ya en la caída del sistema que se desmorona, sino en la creación de algo nuevo…la creación de lo nuevo…
 
Montevideo, 18 de julio de 2011
 
https://www.alainet.org/es/articulo/151274
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