Los dilemas del hombre común

13/04/2011
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Cuando leyendo algún diario español se sabe que un asesino de más de 20 personas condenado a casi 3.000 años de prisión por tales actos aberrantes sale en libertad, sonriente y aplaudido, el lector queda abrumado y no logra en base a cualquiera explicación jurídica que aparece como un criptolenguaje, entenderlo. Con el brazo en alto, una copa en la mano y los amputados de la vida, no jurídica, ni socialmente sino en una facticidad abrumadora están muertos, no solo para sí, también para los suyos….
 
Los sicólogos posiblemente, en su momento, los ayudaron para hacer el duelo, no el de la vida sino el de la técnica de una teoría de la mente. Es obvio que la muerte de un ser querido produce dolor pero en la vida también se hacen alegrías, proyectos, desafíos, y es bastante pobre la idea que sólo el dolor requiere un proceso especial. El dolor real no se va nunca, puede salir de la piel pero no de la mente, adquiere nuevos significados, se ubica en la biografía de nuestra existencia en un lugar especial y se transforma en el pasado presente, más presente aún cuando la muerte acontece de un modo traumático y terrible como los crímenes de ETA o de cualquier acto terrorista.
 
Porque allí se esperan respuesta más contundente de la sociedad, de los colectivos políticos, de la cultura- entiendo que no de la farándula que está allí para ganar dinero y darnos catarsis modestas y que se les considera parte de la cultura, dado que lo que no es naturaleza y actúa el hombre es cultura aunque sea de la muerte, como la perversión de la naturaleza que hoy se llama elegantemente, cambio climático.
 
Lo del Juez Garzón limita la estupidez, es incomprensible, si se piensa en la idea de justicia y no en los jueces donde se leen claramente motivos extra jurídicos. Esta peligrosa situación que crea un relativismo ético y como decía un juez argentino hace ya varios años. Quien roba un millón de dólares o más es raro que vaya a la cárcel.
 
Acontece también un dilema poco digerible la ambivalencia ética. Un viejo profesor de periodismo estadounidense decía que si un nieto mata a su abuela con un arma a 500 metros de distancia es indudablemente un perfecto tirador pero es notoriamente un pésimo nieto. En la cultura artística un hijo de puta se salva en su genialidad literaria, pictórica, o en su talento intelectual.
 
La sociedad actual sólo magnifica las inmoralidades religiosas.
 
Pero los miles y miles de desplazados del planeta, parias de las guerras sospechosas donde el hombre común es aritmética solamente, no logran ver más allá de la incertidumbre y sobre eso los sicólogos saben bastante porque es el estado vital más duro de vivir.
 
Y finalmente lo que hoy plantea Uruguay con la Ley de Caducidad donde surgen ideas valiosas para meditar, porque quiéralo o no el hombre común juega un papel decisivo. Si está bien informado, asentado en valores compartibles y se mueve en una comunicación orientada al entendimiento puede coordinar acciones y ser parte de un nuevo nivel ético tan necesario     hoy para que la vida tenga sentido. Solamente dejo algunas preguntas.- ¿Que hubiese pasado si Pilatos hubiese soltado a Jesús y no a Barrabás? ¿Si Pinochet hubiese decidido que la mayoría estaba equivocada en el plebiscito que dio término a la dictadura cívico militar que hubiese pasado?
 
La razón decía Ortega y Gasset es un tren que no llega a hora fija. Si las mayorías en dos oportunidades decidieron no eliminarla lo que queda es crear las condiciones informativas, conceptuales que permitan a un ciudadano votar con el máximo rigor ético y responsabilidad y revertir correctamente esa posición pero no saltarse la decisión. Considero peligroso para una convivencia sana y democrática no llevar a la mesa de debate social estos puntos, porque la gran mayoría, el hombre común, pensará que su voto solamente es válido cuando quien gobierna lo considere pertinente porque una ciudadanía confundida no es bueno aunque en la reflexión más fundamentada se pueda pensar que lo que votó no fue suficientemente clara la respuesta popular.
 
- Walter Dennis Muñoz es Periodista
https://www.alainet.org/es/articulo/149020
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