Debate universitario

12/03/2015
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El Consejo General Universitario de la Universidad de Panamá, en el segundo semestre de este año, debe convocar la elección del nuevo rector para el período 2016-2021, que se realizará en junio de 2016. Naturalmente, esta convocatoria abrirá un debate sobre la situación de la Universidad de Panamá, la cual carece que dé una hoja de ruta académica, más allá de ofertar servicios de formación profesional. La pérdida de vinculación de nuestra institución con los problemas nacionales, se ha debido a la pobre gestión de las máximas autoridades universitarias.
 
El actual rector, en acto público, ha anunciado su participación en la próxima contienda electoral con el fin de ocupar por sexta ocasión la rectoría. Este anuncio ha generado un sinnúmero de críticas y de denuncias que son el resultado de una administración aferrada al poder. Mi sentido de pertenencia a la Universidad de Panamá me motiva a advertir que el profesor García de Paredes a través del referido anuncio, ha transgredido limitaciones establecidas en el Reglamento General de Elecciones Universitarias de la Universidad de Panamá; y ha incurrido en faltas electorales, tales como: la obligación de las autoridades, mientras ejerzan el cargo, de ser imparciales y la prohibición de participar en campañas electorales o ser candidatos (Artículo 120). Sobre este hecho, el 13 de febrero de 2015 hice entrega de una petición de investigación al presidente del Organismo Electoral Universitario.
 
Por tener el profesor García de Paredes más de 75 años de edad, su postulación como candidato a rector sería ilegal. De acuerdo al Artículo 182-A del Estatuto Universitario, al cumplir un profesor los 75 años, termina su relación laboral con la institución. Bajo esta norma, que estableció el actual rector, se han retirado de la Universidad de Panamá a más de 300 profesores. En este Artículo también se establece que los profesores que ocupen cargos de autoridad y cumplan 75 años podrán proseguir hasta finalizar el periodo. Es decir, que el actual rector deberá acogerse al retiro forzoso cuando culmine su periodo el 30 de septiembre de 2016. Es lamentable que este desmedido afán reeleccionista, implique someter a la Universidad a un clima de inestabilidad y a una creciente crítica de la sociedad.
 
También es deplorable que no haya debates. Porque a lo interno de la Universidad los docentes y administrativos conviven en un ambiente de temor generalizado, debido a prácticas de intolerancia, el irrespeto a la libertad de pensamiento y del disentimiento, y a las amenazas de procesos disciplinarios. Hay que señalar que el nuevo Sistema de Evaluación del Desempeño del Docente, por su carácter eminentemente punitivo y por atentar contra la estabilidad de los profesores, podría ser utilizado como instrumento de persecución.
 
Los universitarios deseamos que nuestra Institución sea modelo de las mejores prácticas ciudadanas y no el reflejo de los vicios del clientelismo, la violación de nuestras propias normas y una pobre participación en los temas trascendentales. Aspiramos a que en la Universidad de Panamá, la principal universidad del país, se priorice la mejora de la calidad académica, se practique una real transparencia, sea ejemplo de una gestión consultiva y los procesos electorales se realicen en libertad, sin presiones ni intimidación.
 
Dr. Eduardo Flores Castro
Catedrático de la Universidad de Panamá
 
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/168190
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