Estado plurienergetico boliviano necesita plantas nucleares

07/09/2015
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Bolivia posee una capacidad energética instalada insuficiente en sentido de alcanzar con esta cantidad el nivel de país industrializado que debería ser o que tiene derecho a serlo en el siglo XXI. Por tanto para ser considerado un país industrializado de segundo mundo. Su capacidad instalada de 1.9 millones de Kw (1.900 Mw), es mucho menos que para considerarse a sí misma como país desarrollado de primer o segundo mundo, o sea poseer 12.000 Mw instalados en 2025. Pero lo más importante en este tema para el pueblo boliviano es saber que estos objetivos se los pudiera alcanzar en relativamente poco tiempo, es decir menos de 15 años. Si desde ahora se instalara en nuestro país, como política de Estado a largo plazo, la planificación energética acelerada y la gestión energética flexible. La meta es alcanzar una potencia instalada de al menos 1 Kw (kilowatio) por habitante, hecho que significaría tener una instalación mínima de 12 millones de Kw, en 10 años más, en 2025; y de 20 millones de Kw en 15 a 20 años más. Esta capacidad diese la norma para ingresar al primer mundo altamente industrializado y diversificado. Es decir de al menos 2 Kw per cápita de potencia instalada. USA tiene 10 Kw de potencia instalada per cápita. Brasil de 0,7 Kw. Y así de poco todos los países de la todavía atrasada Suramérica.

 

La realidad actual en Bolivia con potencia instalada de apenas 0,20 Kw  por habitante, indica que la capacidad de potencia a ser instalada deberá ser decuplicada en 15 años, es decir se deberá crecer 1.000% respecto al nivel actual, como objetivo mínimo. Con una capacidad instalada en 2025 de al menos 2 Kw  por habitante, se podrá pensar en ser un país con la energía necesaria para encarar proyectos industrializadores de magnitud y de servicios de alto valor agregado, como la siderurgia de hornos eléctricos para producir manufacturas laminadas y fabricación de maquinarias y equipos pesados; desarrollar la petroquímica industrial con manufacturas de valor agregado; ampliar la metal-mecánica y la manufactura de herramientas y bienes de capital; la química industrial básica; la fabricación de repuestos y autopartes; las cementeras; el transporte eléctrico; la electrificación rural y agro-industrial plena; colocar el sistema interconectado universal y la exportación de energía eléctrica y manufacturas, etc. No es tarea fácil pero sí posible de realizarla en función de convertirnos en un país de primer nivel industrializado, dentro de una era post-capitalista como la que se avecina, basado en el conocimiento globalizado y la tecnología esencial renovable energética. Varias son las condiciones existentes que - a diferencia del pasado - permiten avizorar que los sueños de los países atrasados actuales se conviertan en realidad pronto a pasos acelerados en corto tiempo, a saber son:

 

1.- Existe una preocupación real al respecto en los países top como de la Comunidad Europea, EE.UU. y Japón, por ejemplo, donde se está trabajando ahora en el mismo sentido. De hecho, la CE aspira a tener una nueva matriz energética en 2025, donde al menos 50% de la misma esté compuesta por energías renovables, como la biomasa y algas, biocombustibles, hidrógeno, eólica de baja y alta potencia, solar FV y solar TE, geotérmica de alta y baja entalpía, hidráulicas pequeñas y grandes, nuevas baterías de litio de poca y gran autonomía y almacenamiento y - algo que nos interesa en Bolivia - la generación electronuclear altamente amigable y legal. Se deberá transferir conocimientos a nuestra región, mediante la contratación de empresas especializadas en estos rubros.

 

2.- Países como Francia se autoabastecen de energía electronuclear por encima del 70% de su matriz energética y sus necesidades, como también adicionalmente de energías renovables, convirtiéndose así en un país más autónomo (el más autónomo de la UE), frente a los combustibles fósiles que son más contaminantes, y que además deberán ser importados necesariamente de países en conflicto. Existe tecnología electronuclear en la UE relativamente amigable, como la tecnología apropiada de la empresa europea BBC (Brown Boveri Co), que consiste en calentar bolas de grafito, con uranio encapsulado no visible en su interior, dentro de un reactor común que propicia la fisión en cadena, pasando a través de las bolas de grafito ya recalentadas a 1.200 C, el gas inerte helio, el que finalmente es usado y reciclado en la producción de vapor y consecuente electricidad.

 

3.- Las tecnologías amigables renovables están siendo transferidas de los países desarrollados a los menos desarrollados en forma creciente cada vez más accesible y barata. Los gobiernos de la UE, Japón, BRICS y las empresas de vanguardia comprenden que trabajar juntos beneficia a la humanidad en conjunto y en especial a los países pobres miembros de las Naciones Unidas, ya que esto permite mitigar los impactos ambientales negativos debido al uso desmesurado de los combustibles fósiles- Por tanto beneficiarse mediante la disminución del calentamiento global que está haciendo estragos en el cambio climático universal y al interior de la economía esencial de todos y cada uno de los continentes. Bolivia posee 50 millones Kw (50 mil Mw) de potencia hidráulica comprobada y posiblemente hasta el triple (150 mil Mw), más que Brasil y Colombia, dependiendo del aprovechamiento futuro intensivo de la energía potencial de nuestro país. Como país desnivelado y arrugado andino-amazónico por esencia, esto se ha convertido en regalo de la naturaleza. Los ríos discurren en desnivel de las montañas a las llanuras. Brasil, tanto como Bolivia, necesita electricidad en forma creciente para el desarrollo que se merece. El gigante Brasil es posiblemente un país poderoso pero con pies de barro. Su potencial total - considerando toda su matriz energética - apenas sobrepasa los 120 millones Kw (120 mil Mw) de potencia instalada, es decir corresponde a 0,6 Kw per cápita. Esta cifra está en el borde entre el tercer y segundo mundo. Brasil es la sexta economía mundial pese a todo, pero con UNASUR se puede llegar a ser la cuarta potencia mundial. Con filosofía pacifista, que no es poca cosa frente a los desmanes de las potencias actuales. Brasil  posee 70%, de este potencial energético global instalado, de origen en la energía hidroeléctrica. Por tanto se vislumbra que tanto Bolivia como Paraguay podrán convertirse en ideales para proveer de hidroelectricidad a Brasil y Argentina, en condiciones equitativas y mutuamente ventajosas. En el río Madera binacional se puede y debe construir una represa o varias hidroeléctricas con potencia de varios millones Kw, para beneficio de ambos países. Invirtiendo a mitad entre Bolivia y Brasil, tanto en las represas hidroeléctricas multiuso como en la mitigación emergente de los impactos ambientales negativos. ENDE también debería comprar acciones de las hidroeléctricas brasileñas ya construidas por ELECTROBRAS en el río Madeira, ubicadas cerca de Guayaramerín.  Denominadas Jirao y San Antonio. ENDE pudiera tomar en alquiler otras pequeñas hidroeléctricas actualmente abandonadas por Brasil en Rondonia, Acre y Amazonas.

 

4.- Tecnologías como la solar FV (fotovoltaica) son cada vez más barata y el porcentaje o rendimiento de conversión de los paneles más baratos de silicio amorfo es cada vez mayor, hecho que evidentemente abarata su costo. La solar TE (termoeléctrica) tiene como ejemplo a un país top y es España, con sus parques termoeléctricos de 200 hectáreas y sus espejos concentradores de calor solar, que generan prototipos de 50 Mw de potencia instalada, en el sur soleado del país. Hay proyectos europeos para instalar estos parques de energía solar TE en el norte de África y transmitir la termoelectricidad generada con cables submarinos a Europa. Se supone que los países africanos recibirán la mitad de la energía eléctrica producida por el hecho de alquilar sus territorios desérticos y altamente soleados a sus vecinos europeos. Ambos se beneficiarían si la distribución es justa. Unos poseen la tecnología, el capital y el mercado necesario en sus propios países, fríos por naturaleza. Los otros recibirán regalías y un porcentaje de la electricidad producida.

 

5.- La transformación de la biomasa excedente en electricidad es un hecho altamente eficiente y generalizado en Europa, con proyectos de primera, segunda y tercera generación, utilizando desechos de la agricultura, agro-industria, forestal, algas, etc. En Bolivia y Brasil se queman árboles y maleza para agrandar la frontera agrícola autorizada legalmente, contaminando con humo millones de hectáreas, en lugar de acudir a la quema simple en reactores apropiados para generar vapor y electricidad, proceso realizado dentro de los planes debidamente aprobados del manejo forestal sostenible.

 

6.-La energía eólica es una realidad en Suramérica y localmente ya se tiene instalado un parque eólico de 3 Mw, que debiera agrandarse por mil. Dinamarca y Alemania son los líderes top en este rubro y su experiencia pudiese volcarse fácilmente a nuestra realidad, con las negociaciones técnicas apropiadas entre UNASUR y la UE.

 

7.- La energía geotérmica de alta y baja entalpía existe en Bolivia y otros países andinos y centroamericanos. La primera es para producir electricidad con la instalación de plantas geotérmicas de 50 Mw. El potencial máximo de los yacimientos de Laguna Colorada es de hasta 10 millones Kw (10 mil Mw) de potencia instalada. La segunda es proveniente de yacimientos de vapor de baja temperatura o entalpía,  existe como subproducto final de la primera y se usa en beneficio de domicilios, hoteles de turismo, pequeñas industrias, calentamiento de establos, limpieza de ganado, cría de peces, etc.

 

8.- Las pequeñas baterías de litio en actual producción en Bolivia son importantes para la electrónica y telecomunicaciones, pero las grandes baterías de mayor autonomía y almacenamiento, a ser fabricadas en los próximos años, permitirán su uso en vehículos híbridos auto-recargables, como en autos de enchufe que necesitan captación extra de electricidad externa.

 

9.- Los biocombustibles tienen un gran futuro siempre que cuenten con una ley específica, especialmente en la producción de etanol y diésel a partir de plantas no comestibles. Una hectárea plantada en el triángulo Beni-Pando-la Paz con 200 árboles de palma aceitera africana produce entre 8 y 24 toneladas de aceite de palma por año. Plantando 100 mil hectáreas se puede alcanzar hasta dos millones de toneladas de aceite de palma con valor de 1.000 millones de dólares. Esta cantidad es suficiente para abastecer el mercado interno de biodiesel y para ser exportado. Lo más importante sin embargo no es la producción renovable de biodiesel, que convertiría a Beni, por ejemplo, en un gran productor sostenible de biocombustible, sino la cantidad  inmensa de empleos fijos que se crearía en la región, a razón de  tres  obreros tecnificados por hectárea.

 

10.- Finalmente, la generación de electricidad vía plantas electronucleares es posible en la actualidad en forma regulada a nivel internacional. La AIEA como agencia internacional de la energía atómica, dedicada a regular la producción de electricidad mediante plantas electronucleares, con empleo legal de uranio escasamente enriquecido (no apto para producir armas atómicas), es la institución encargada de aprobar proyectos electronucleares de cualquier país que así se lo solicitara. En el caso boliviano se puede acudir a los países aprobados por la AIEA para la provisión legal de uranio pobremente enriquecido, como son Francia, Rusia, China, Italia, India, entre otros. Luego, se deberá comunicar a la AIEA sobre el proyecto endógeno para instalar una o varias plantas de generación electronuclear, con financiamiento asegurado, proveniente de la misma inversión de las empresas interesadas en el mercado de electricidad suramericano. El destino y aprovechamiento previsto de la generación eléctrica, será para industrializar el país y exportar el excedente a los países UNASUR. Se requiere la aceptación de provisión continua a largo plazo, por parte del país proveedor, del uranio pobremente enriquecido. Sin embargo, lo más importante en este tipo de generación nucleoeléctrica renovable es la eliminación de residuos, donde Francia y sus empresas y otros países afiliados a la AIEA tienen una gran experiencia. Ideal sería la incubación de plantas pequeñas de 500 Mw de potencia instalada cada una. Se necesitaría - por tanto - para el año 2025 al menos 10 módulos o plantas electronucleares de este tipo, como las mencionadas anteriormente. Argentina sería el aliado natural para la capacitación de recursos humanos. Lo mismo que el centro de investigación nuclear de mínima potencia a instalarse en Mallasilla, previsto para fines pacíficos, dentro de los rubros de la medicina, metalurgia, química industrial, medio ambiente, agricultura, etc.

 

La Paz-Bolivia-Suramérica

 

- Ricardo Ángel Cardona es ingeniero industrial y energético Ph.D. de la Universidad Técnica de Berlín. rancardo@yahoo.com

https://www.alainet.org/es/articulo/172247
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