Arrepentidos I: El fiscal federal Guillermo Marijuan tiene en sus manos a, por lo menos, dos “arrepentidos”: un tal Leo Fariña, en cuya versión de doce horas sobre el caso Baez –bajo secreto de sumario- el magistrado se basó para “imputar” a Cristina Fernández de Kirchner por supuesto lavado de dinero. El otro de los “arrepentidos” es Hernán Arbizu, ex jerárquico del banco J. P. Morgan, que durante años intermedió para que 4.000 empresas y empresarios –entre ellos los del Grupo Clarín- huyan dólares de la Argentina, maniobra en la cual está además implicado el banco británico HSBC. Arbizu se “arrepintió” de sus andanzas e hizo denuncia penal en 2008 aportando pruebas de la mayúscula estafa a los argentinos. Se señaló que del país se habían evadido entre 350.000 y 500.000 millones de dólares, cifra que, de estar invertida en el mercado interno, hubiera generado fuentes de trabajo y no habría habido excusas para devaluar como lo ha hecho el gobierno de Mauricio Macri.

Pues bien, esta causa también recayó en el fiscal Marijuan, pero hace más de siete años que la tiene cajoneada, no la investiga, ni siquiera convocó a Arbizu. Por un lado, en solo doce horas dispuso imputar a Cristina, pero en cambio tiene frenada la investigación acerca de la huida de capitales de los poderosos empresarios que hacen sus negocios sucios empobreciendo el pueblo. Este es el Poder Judicial cómplice de la delincuencia de guante blanco. Un acto de verdadera justicia será terminar con esa impunidad y esa clase de tribunalicios.

Arrepentidos II: En la sociedad hay muchos arrepentidos, cada vez más. Son gente humilde o trabajadores engañados por la publicidad que votaron por Mauricio Macri, y que Macri les pagó con tarifazos, desocupación, aumentos desmesurados de precios en alimentos y medicinas. Son los grandes estafados. Algunos de esos votantes todavía no son conscientes, siguen aferrados a las mentiras de diarios y TV, siguen sin razonar, siguen odiando a quienes no deberían odiar y ese odio les nubla la visión. No se dan cuenta que el próximo desocupado será él. Es tiempo de que se den cuenta del engaño en que han caído y se sumen a la resistencia, que nos unamos todos los que queremos tener el derecho de vivir con dignidad. Hagámoslo por nuestros hijos, porque queremos hijos laburantes, capaces, educados en una sociedad de trabajo y de justicia, y no delincuentes empujados por la indigencia y la discriminación.

Arrepentidos III: Mejor dicho, deberían arrepentirse si aun no lo han hecho. Son aquellos que llamaron a votar en blanco o a abstenerse porque “todos son lo mismo”. Pese la contundencia de la realidad, insisten en lo mismo, hablan mal de Macri pero no pierden la oportunidad de colocar en un mismo plano a este gobierno y al del Frente para la Victoria. Y no es verdad, no todos son iguales ni en el peronismo, ni en el Frente para la Victoria, ni entre ustedes mismos. Hay que diferenciar. Esos pocos votos sectarios permitieron el triunfo del PRO y siguen haciendo el caldo gordo a lo peor, porque favorecen la división, porque están tan ciegos que no distinguen matices. Es de esperar que también se arrepientan, que ayuden a construir y no a destruir. Porque tenemos un enemigo común que es el neoliberalismo, el imperialismo y sus cómplices internos.