Pueblo boliviano 2025: productivo, culto y tecnosocialista

22/12/2016
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Situación actual

 

El pueblo boliviano se encuentra a fines del 2016 en un estadio de transformación y evolución social y humana que, en términos generales, es mucho mejor que en décadas pasadas:

 

1) no existe analfabetismo más allá del 3% de la población,

 

2) menos del 8% de la población está desocupada,

 

3) se ha ampliado la fuente de capacitación de los jóvenes con el bachillerato técnico y humanístico, y con la oferta de numerosos tecnológicos y universidades técnicas, con lo cual se está fortaleciendo la inteligencia y la praxis de la juventud,

 

4) se ha crecido en promedio 5% los últimos diez años, aplicando la receta de la economía plural y mixta, al servicio de los agentes productivos privados y públicos, grandes y pequeños,

 

5) existen medios de comunicación (radios, TVs, periódicos, etc.) en propiedad de sindicatos, comunidades campesinas, instituciones públicas, privadas y universidades, como nunca antes se había visto en la historia del país, se ha roto de hecho el monopolio de los ricos,

 

6) se exporta e importa por valores sumados de casi 20 mil millones y el PIB nacional se acercará en 2017 a la cifra de 39 mil millones de dólares,

 

7) las reservas internacionales han disminuido pero siguen por encima de los 10 mil millones, los ahorros de la población están por encima de los 22 mil millones y las AFPs acumulan una reserva importante, que podría disminuir si no se amplía el universo de contribuyentes a todos los bolivianos,

 

8) la banca ha crecido y por tanto existen casi 9 millones de cuentas particulares y la gente sigue ahorrando,

 

9) los servicios de telecomunicaciones han mejorado, pero falta mucho por hacer todavía en agua, alcantarillado, plantas de tratamiento y saneamiento, tanto en las ciudades como en el área rural,

 

10) la descentralización del Estado boliviano es posible y se puede aspirar legalmente, con estatutos debidamente aprobados, al funcionamiento pleno de las autonomías municipales, indígenas y departamentales, según lo solicite la población, la FAM capacita a los alcaldes y munícipes en forma progresiva en gestión y desarrollo local,

 

11) el PIB se ha casi cuadriplicado en 11 años y el PIB per-cápita bordea los 4 mil dólares por persona/año,

 

12) Bolivia dirige muchas mesas, directorios y presidencias en el sistema de la ONU, CAF, G77+China, COP-2016, etc.,

 

13) la tierra está titularizada a través del INRA para todos los agentes productivos del agro, varios millones de propietarios, hombres y mujeres, sean grandes extensiones o pequeñas.

 

Finalmente, se podría decir para resumir que somos un país valiente de tercer mundo luchando denodadamente, por su propio progreso y modernización, a pasos lentos pero seguros, con buenas perspectivas de crecer aún mucho más, dependiendo de la voluntad colectiva social y de la capacidad de los líderes actuales y futuros.

 

Es un balance optimista, no pesimista, pero que sin embargo dichas cifras, mejores que el resto de la región latinoamericana, no alcanzan para transformarnos internamente, en un país mucho más productivo y eficiente, y externamente, en un país de primer mundo industrializado y energético.

 

El pueblo boliviano aspira a un PIB personal que deberá llegar primero a 10 mil dólares/persona/año hasta el 2025; y después hasta el 2035, a los 20 mil dólares/persona/año. Este es el reto que tenemos los bolivianos, para el actual proceso de cambio, conducido por Evo Morales y el MAS. Se lo acepta o se lo rechaza.

 

El pueblo boliviano, hoy más culto y organizado, exigirá esto y no menos. Unido a más eficiencia, productividad, valor agregado, investigación y modernidad. Es posible que se necesite planificar en 2017 el ingreso de mayor IED (inversión extranjera directa) en todos los rubros de la economía nacional. Dicha IED deberá unirse preferentemente a las empresas nacionales en forma mixta y plural.

 

La modernización del país exige un nuevo programa tecno-socialista productivo y energético

 

Las comunidades campesinas en Bolivia siguen atrasadas y poco productivas

 

¿Qué falta en Bolivia?

 

En Bolivia falta de todo. Porque seguimos siendo un país pobre y atrasado. Somos un pobre país del tercer mundo, ni siquiera del segundo todavía.

 

Especialmente debemos aspirar a producir mucho más y mejor, con productores más cultos y conscientes de los ciclos económicos. Con más eficiencia y calidad. Producir manufacturas y servicios con alto valor agregado y mayor cantidad de energía eléctrica, con potencia instalada, digamos de 10 Gw (10 millones de Kw), hasta 2025.

 

Nos falta que los productores sean más técnicos y científicos, es decir más cultos y eficientes de frente a la producción de calidad y normalizada, con tenencia impostergable y general, en todos los agentes productivos, de los sellos internacionales ISO de calidad, ambiental, salud ocupacional y seguridad.

 

Algunas comunidades campesinas de Chuquisaca y de Achacachi, reportan una producción de papa de 12 ton/ha/año, pero en la UE se produce hasta 50 ton/ha/año y en Israel las cosechas son 15 por año.

 

Somos todavía un país que produce poco y con baja productividad. Existe poco uso de fertilizantes como la urea y el cloruro de potasio y de semillas mejoradas. Por eso se necesita que los productores y los agentes económicos sean mucho más cultos y apliquen el tecno-socialismo para escapar de la pobreza y atraso.

 

Se denomina ingenuamente a las comunidades campesinas atrasadas y poco productivas, como lo hace el Gobierno nacional, como socialismo comunitario, pero eso no es verdaderamente socialismo. En esto se engaña el Gobierno de Evo Morales y también en la terminología usada.

 

Si no se llega a producir pronto al menos 55 ton/ha/año de papas, especialmente en las zonas andina y valluna, ya que el oriente tiene su dinámica propia y produce y exporta muchos alimentos en grandes cantidades, entonces no se tendrá socialismo, sino simplemente atraso ancestral originario.

 

Como sucede con las comunidades pobres de Potosí y Oruro, fuente permanente de rebelión contra el atraso y el abandono. Las consecuencias evidentes son que el país debe importar mil millones en alimentos, pudiéndoselos producir en el país, aplicando más técnicas y tecnologías apropiadas.

Parecido pasa en Cuba donde se ha importado 2 mil millones de dólares en 2016, en alimentos, principalmente maíz y soya, pero no se los ha importado de Bolivia, pese a ser ambos miembros y socios en ALBA, esto debido posiblemente porque nuestro país no genera excedentes en la zona andina, pese a tener 3 millones de campesinos productores, pero pobres y atrasados todavía.

 

Aunque en el oriente boliviano sí se produce lo que necesita Cuba y también Venezuela. Las aún diez mil comunidades campesinas atrasadas junto con el Gobierno nacional, deberían ambos realizar una verdadera revolución agraria y productiva. O las mismas comunidades campesinas, sin apoyo, pero dentro del mismo proceso de cambio, deberán salir del atraso y la miseria secular y ancestral sin sentido, acudiendo a su propio deseo y capacidad para salir del atraso, mediante el incremento de la producción y la investigación.

 

Los 339 municipios y los nueve gobiernos departamentales están llamados a colaborar en la tecno-producción, que es la base del tecno-socialismo. Desde 1943-46, con el gobierno socializante del Cnl. Gualberto Villarroel y la RADEPA, se ha tratado de realizar la verdadera revolución productiva en el agro, sin éxito total, lo mismo durante la revolución nacional 1952-1964 y con la misma UDP de Hernán Siles.

 

El pueblo boliviano espera pues que la revolución agraria y productiva necesaria, sea hecha, de una vez por todas, por el MAS y sus líderes actuales y futuros. Antes que pasen otros 10 años, y no se modernice el agro. Y los campesinos rurales y las comunidades sigan sin acompañar la transformación necesaria hacia el tecno-socialismo, ideal al que se tiene derecho histórico, pese a la ineficiencia de los procesos de izquierda en Bolivia y AL, desde 1943 y antes hasta el presente. ¡Pero se puede, a no dudarlo!

 

Ricardo Ángel Cardona

Escritor, ingeniero y político boliviano tecno-socialista. Miembro ejecutivo de CODEPANAL. Comité Nacional Técnico-Político de Defensa de la Soberanía, Dignidad y Patrimonio de los pueblos de AL, Bolivia y países CELAC. rancardo@yahoo.es, La Paz-Bolivia, 20/12/2016

https://www.alainet.org/es/articulo/182553
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