El HAMBRE tiene SOLUCIÓN en el campo de la POLÍTICA
16/12/2003
- Opinión
En el transcurso del siglo pasado, miles de jóvenes eran
convocados en reuniones masivas para aprender a odiar y para
combatir los unos contra los otros. Millones de personas
vivieron el infierno de las guerras mundiales, los campos de
concentración. Hoy en pleno siglo XXI no podemos callar de
nuevo, no podemos ser cómplices con nuestro silencio de los
nuevos campos de exterminio. Hoy existen millones de personas
en campos de exterminio por hambre, que son técnicamente
suprimibles si lo quisiéramos. No podemos silenciar este
genocidio silencioso, el mayor escándalo que tiene hoy la
humanidad. No podemos permitir que "nada sea considerado
natural" como decía Bertolt Brecht, "en una época de confusión
sangrienta, desorden ordenado, capricho planeado y la
humanidad deshumanizada, no vaya a ser que todas las cosas
sean consideradas inalterables."
No podemos conformarnos con un mundo en el que otros seres
humanos mueren de hambre, son analfabetos, están sin trabajo,
viven la esclavitud. Por eso muchas personas de buena voluntad
se han comprometido a defender la vida en cada momento, a
hacer que este mundo sea más habitable para todos. "No hay
peor esclavitud que la de la mentira, hay que libertar la
conciencia del pueblo diciendo la verdad," gritaba Unamuno, y
continuaba: "Ahora bien, la verdad que hay que decir no es una
verdad cualquiera, sino aquello que se hace necesario
proclamar; es preciso decir en cada momento las verdades que
los demás callan por no ser racional ni razonable decirlas."
Por vergüenza y solidaridad con los hambrientos de la tierra
debemos empezar a decir estas grandes verdades.
Ziegler Jean, relator especial de la comisión de derechos
humanos de la ONU, afirma: "Hay hambre en el mundo porque
impera un sistema asesino; el capitalismo especulativo mata
cada día a 100.000 personas de hambre en el mundo. Antes del
capitalismo también había hambre pero era una fatalidad: no
tenía solución. Hoy sí la tiene. Hoy hay superabundancia de
alimentos. ¡el hambre es remediable!. Lo dice la FAO: La
agricultura mundial permitiría alimentar a 12.000 millones de
personas ¡el doble de la actual población del planeta!"
Más de 200 premios nobel han declarado lo que nuestros
diputados cínicamente no quieren reconocer:
"Un holocausto sin antecedentes, cuyo horror abarca en un
único año todo el espanto de las matanzas que nuestras
generaciones han conocido en la primera mitad de este siglo,
está actualmente en proceso de realización y desborda cada día
más, a cada instante que pasa, el perímetro de la barbarie y
de muerte no solamente en el mundo sino también en nuestras y
continúan:?conciencias. "Todos los que contemplan, anuncian y
combaten este holocausto están absolutamente de acuerdo en
señalar a la POLÍTICA como la causa principal de esta
tragedia".
Decía Juan XXIII que todos éramos responsables del hambrientos
y "por eso es menester educar la conciencia en el sentido de
la responsabilidad que pesa sobre todos y cada uno,
particularmente sobre los más favorecidos". Y Juan Pablo II
nos hablara de un mundo imperialista donde los pueblos del Sur
juzgaran a los pueblos del Norte. Y juzga esta situación de
ceguera fratricida. "¿Cómo juzgará la Historia a una
generación que cuenta con todos los medios necesarios para
alimentar a la población del planeta y que rechaza el hacerlo
por una ceguera fratricida ?... ¡ Que desierto sería un mundo
en el que la miseria no encontrara las respuesta de un amor
que da la vida!"
El hambre ya afecta al 82% de la humanidad; hay más de 400
millones de niños esclavos; 1500 millones de personas están en
paro y más de 2000 millones de personas no tienen acceso al
agua potable.. El hambre tiene solución, pero no hay voluntad
política para erradicarlo porque los ciudadanos no lo
exigimos. Ninguno de los grandes poderes del mundo quiere
acabar con esta canallada. ¡Alcemos nuestra voz en solidaridad
con los empobrecidos! Si los ciudadanos lo exigiéramos, se
evitarían millones de muertes inocentes. Estas navidades miles
de ciudadanos convocados por el Movimiento Cultural Cristiano,
volverán a salir a la calle en solidaridad con los hambrientos
de la Tierra y para presionar moralmente a nuestros
gobernantes, con el grito de: ¡No matarás!. Como decía Luther
King "Quien acepta el mal sin protestar realmente está
cooperando con él"
Las palabras de José Luis Sampedro, Catedrático de Estructura
Económica, expresan una gran verdad: "A nuestros abuelos el
hambre podía suscitarles solamente compasión y caridad, pero
no les creaba angustia puesto que la consideraban natural e
inevitable. A nosotros nos la presentan como técnicamente
suprimible y por eso ha de llevarnos al asombro, la
indignación y la rebeldía." Los pobres esperan nuestra lucha
solidaria por un mundo más justo y fraterno. Como dice el
poeta Neruda: ¿Quiénes son los que sufren? No sé, pero son
míos. Ven conmigo / No sé, pero me llaman y me dicen:
"Sufrimos". Ven conmigo./ Y me dicen: "Tu pueblo, tu pueblo
desdichado, entre el monte y el río, con hambre y con dolores,
no quiere luchar solo, te está esperando, amigo".
El camino es la solidaridad que remedie las causas
estructurales del hambre y la miseria, y el campo de la
solidaridad con los hambrientos es hoy el campo de la
política.
* Francisco Rey Alamillo es responsable de la Campaña por la
Justicia Norte-Sur y miembro del Movimiento Cultural Cristiano
de España
https://www.alainet.org/pt/node/108986
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