El asiento del Consejo de Seguridad

Washington apunta al desgaste de Venezuela

19/10/2006
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Las votaciones en la ONU se suspendieron hasta el lunes, Guatemala y el país bolivariano aún no logran obtener los votos necesarios. Mientras tanto, Estados Unidos mantiene su estrategia de impedir que Caracas acceda al puesto.

 

Una nueva jornada de tensas votaciones en la sede la Naciones Unidas (ONU) en Nueva York culminó sin conocer el nombre del país representante de América Latina que se sentará en el sillón del Consejo de Seguridad no permanente.

 

La presidenta de la Asamblea General, Haya Rashed Al Khalifa, suspendió ayer durante cinco días, hasta el próximo miércoles, las votaciones para elegir al sucesor de la Argentina.

 

En las 35 votaciones realizadas entre el pasado lunes, el martes, y el día de ayer, ninguno de los dos aspirantes, Guatemala y Venezuela, ha logrado el apoyo de los dos tercios de la Asamblea General, que supone lograr alrededor de 124 votos, para sentarse en el silón del Consejo.

 

En la última ronda de votaciones celebrada, la trigésimo quinta, Guatemala volvió a situarse por delante, con 103 votos, en tanto que Venezuela obtuvo el apoyo de 81 países.

 

Según muchos analistas, se cree que este paréntesis permitirá al grupo de países de América Latina, y especialmente a los dos candidatos, reflexionar sobre el bloqueo que existe actualmente para elegir al país que sustituirá a Argentina en el Consejo de Seguridad el próximo 1 de enero.

 

Este es el segundo paréntesis que se realiza al respecto, el día miércoles, los miembros de la Asamblea suspendieron las votaciones, que fue aprovechado por el Grupo de Países de Latinoamérica y el Caribe (GRULAC) para mantener una reunión informal con los dos países protagonistas de la contienda.

 

El presidente del GRULAC, el embajador de Ecuador ante la ONU, Diego Cordovez, explicó que el objeto de la reunión fue solo conocer las intenciones de los dos países, sin que se propusiera en ningún momento la posibilidad de promover a un tercer candidato de consenso.

 

La disputa por el asiento entre Guatemala y Caracas tiene características muy particulares, el número extenso de 35 votaciones realizadas hasta el momento sin llegar a un consenso, tienen como antecedente más directo la votación de 1979.

 

Ese año, con el escenario de la Guerra Fría de por medio, Cuba intentó ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad. El candidato de Estados Unidos era Colombia. Tuvieron que pasar por 154 rondas de votación durante tres meses –ninguno de los dos tampoco lograba alcanzar las dos terceras partes que se requieren para la victoria– hasta que finalmente México fuera el elegido en un consenso alternativo.

 

Al año siguiente, Cuba aspiró nuevamente y después de 23 rondas de votación en las cuales varios contrincantes rotaron, saliendo y entrando, Panamá terminó siendo el vencedor. La Habana tuvo hasta 1990 para poder sentarse en el sillón del Consejo.

 

Desde 1979 no ha habido disputa más intensa por uno de estos cargos que ahora presuntamente pone a Venezuela y Panamá como actores principales de la escena. ¿Por qué presuntamente? De manera evidente Guatemala juega a ser un peón movido por Estados Unidos, es sus constantes y obsesivos ataques contra Venezuela. Es importante mencionar que el país centroamericano tiene el mismo derecho que el sudamericano a participar dentro del Consejo de Seguridad.

 

Pero las declaraciones de Washington en voz de sus funcionarios, y más que todo, los paseos que efectuó por la sala de sesiones antes de cada votación el embajador estadounidense en el organismo, John Bolton, que casi como un consejero se acercaba a los representantes de los distintos países que se disponían a depositar su voto.

 

Pese a las estrategias montadas por los halcones de Washington para dejar afuera a Caracas del Consejo de Seguridad, el embajador de Venezuela ante la ONU, Francisco Aria Cárdenas, dijo que su país mantendrá la candidatura para ingresar en ese alto organismo porque de lo contrario "sería aceptar las presiones y chantajes de Estados Unidos".

 

"Estados Unidos está utilizando fuera del Consejo de Seguridad su poder de veto mediante la fuerza, el dinero y el chantaje para decirle a los miembros de la Asamblea General por cuál candidato votar y por cuál no votar", declaró Arias Cárdenas.

 

Cabe aclarar que el poder de veto en el Consejo de Seguridad está en pocas manos privilegiadas, solo son cinco países con rango de miembros permanentes los que lo poseen, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña.

 

"Si nos retiramos sería como aceptar el veto de Washington, rendirnos y humillarnos a sus presiones, a sus chantajes, pero eso no lo haremos, por el honor de Venezuela", afirmó el embajador de la República Bolivariana.

 

Sin embargo, Arias Cárdenas no descartó la posibilidad de que hubiera otra salida a este estancamiento en las votaciones, que ya suman más de 35 desde el lunes último, y afirmó que su delegación está lista para escuchar propuestas.

 

A juicio de Fermín Toro Jiménez, ex embajador venezolano en la ONU, este organismo no una reestructuración, porque ya está ahí y prueba de ello es esta lucha de poderes en el Consejo de Seguridad, además de la creación de otros organismos que vinieron a reemplazar entes que sólo servían para ejecutar las políticas de presión de Estados Unidos.

 

En declaraciones reproducidas por la ABN de Venezuela, Toro manifestó que “Washington ha mantenido una presión atroz sobre las instancias diplomáticas en la ONU, una presión que ya es descarada y obvia; esto había terminado de convertir al organismo en un ente inerte», consideró.

 

No obstante, explicó que el Gobierno estadounidense ha recuperado un interés rápidamente por la ONU, pues ha notado que su poderío no es suficiente, “si no, nos hubiesen aplastado, como acostumbraban, en la votación y no fue así”.

 

“Nuestra pelea por el puesto de seguridad es la clara evidencia de la declinación del imperio dentro del seno de la ONU”, sentenció.

 

Según fuentes, el presidente de Guatemala, Óscar Berger, pidió a sus colegas de Chile, Ecuador y Perú que "no se queden del lado de los abstencionistas" y voten a favor de su país. El mandatario guatemalteco dijo que telefoneó a sus colegas de Perú y Ecuador para pedirles apoyo a la candidatura de este país centroamericano, pero ninguno contestó su llamada. Durante las votaciones Chile, Ecuador y Perú se han abstenido de votar a favor de Guatemala o Venezuela.

 

A su vez, durante las rondas de votación el embajador de Guatemala ante la ONU, Jorge Skinner-Klee, señaló que aunque su país tiene la esperanza de lograr los votos que le faltan para ganar la elección, pero no descarta la posibilidad de deponer su candidatura.

 

"Si esto sigue así no nos queda otra", señaló Skinner-Klee, quien agregó que "en algún momento va a haber fatiga en la sala" y que entonces "cuando estemos seguros que no podemos seguir" acordarán con los países de la región un candidato de consenso.

 

Por su parte, Bolton negó que estuviera involucrado en una campaña contra Venezuela, pero admitió que Washington no desea el ingreso de ese país latinoamericano en el Consejo de Seguridad.

 

Según Bolton uno de los mas feroces halcones de Washington, la presencia Venezuela en ese alto organismo de la ONU a cargo de la paz y de la seguridad internacional "no sería útil ni constructivo". A esto se suman las declaraciones de la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice que dijo que ingreso venezolano "sería el fin del consenso en el Consejo de Seguridad. Ese es un asunto serio". Supera lo grotesco y lo hipócrita las manifestaciones de la dama de los halcones de Washington, ya que al parecer su memoria no quiere recordar que el gobierno en el cual se desempeña, en el 2003 atacó e invadió Irak por fuera de las Naciones Unidas y contrarias a la decisiones del Consejo de Seguridad.

 

Ante esta situación, desde distintos lados se empiezan a buscar alternativas para terminar con la tensa votación. Una de las posibilidades que se vertió en la jornada de ayer la hizo Perú que se basa en la irrupción de Uruguay como el candidato del consenso.

 

En ese sentido, el de Sudamérica podría decidir las aspiraciones de Uruguay de integrar el Consejo de Seguridad. El respaldo de los integrantes del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), en especial de Venezuela, sería la clave en ese sentido, según dijo a Prensa Latina un especialista de la Cancillería uruguaya que pidió no ser citado.

 

Esa variante será únicamente posible en caso que Venezuela renuncie a su aspiración de ocupar el puesto, dijo la fuente anónima.

 

El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, dijo el miércoles que el presidente Tabaré Vázquez habló por teléfono sobre el tema con su homólogo venezolano, Hugo Chávez, pero no dio más detalles sobre el contenido de la plática.

 

En una conferencia de prensa conjunta con el titular boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, Gargano opinó que la posición de Venezuela será vital en el instante en que decida si sigue o no adelante en su intento.

 

Ayer trascendió que Chile apoyaría a Uruguay para ocupar el puesto del Consejo, según declaraciones hechas en Berlín por el canciller de esa nación, Alejandro Foxley.

 

Cabe aclarar que la aceptación de un tercer candidato pasaría por la renuncia de Venezuela o Guatemala.

 

La estrategia de Washington parece estar clara, apunta a desgastar a Venezuela para que retire su candidatura. Cualquier otro país latinoamericano (menos Cuba y Bolivia) seria igual para el país del norte. Sin alguno creyó que Estados Unidos apoya de manera activa y desmesurada a Guatemala solo por ser un país chico o su más cercano vecino, lamentablemente se equivocó.

 

La tensa votación en la ONU, aun con final incierto, demuestra una vez mas como Estados Unidos, país dominado por hombres cegados en su arrogante poder económico-político-militar, impiden haciendo uso de cualquier artimaña para que un país como Venezuela, contrario a sus pretensiones imperialistas logre acceder al asiento de la ONU.

 

Resulta penoso, como este organismo con su Consejo de Seguridad, donde presuntamente sus miembros tienen la tarea de velar por la seguridad del mundo, sea manipulado y utilizado a gusto por Washington.

 

George W. Bush y sus halcones saben muy bien que si Venezuela logrará sentarse en el sillón no permanente del Consejo, su voz contraria ante cualquier pretensión imperialista sería escuchada en gran magnitud.

 

Esto sería una gran molestia para el país norteamericano, ya que hasta ahora la ONU es prácticamente manejada por la Casa Blanca, con alguna consulta hacía los otro cuatro miembros permanentes del Consejo, y hasta existen ejemplos de que hayan actuado por fuera de ella. Afganistán, Irak, el Líbano, solo por citar unos cuantos ejemplos son testigos de esa aseveración.

 

Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Mar del Plata / Argentina

 

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