Día universal del Niño

20/11/2006
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El desarrollo de un país debe tener un rostro humano, de justicia social y equidad. El 14 de diciembre de de 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 512ª. Sesión plenaria, recomendó que “a partir de 1956, se instituya en todos los países un Día Universal del Niño, que se consagrará a la fraternidad y la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinará a actividades propias para promover los ideales y objetivos de la Carta, así como el bienestar de los niños del mundo, y también a intensificar y extender los esfuerzos de las Naciones Unidas a favor y en nombre de todos los niños del mundo…”. Aunque cada gobierno estaba en la total independencia para conmemorar este día, el 20 de noviembre fue tomado como Día Universal del Niño debido a que en esa fecha, se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño (1959).

Aunque existen esfuerzos concretos para cumplir con esta declaración, aún existen muchas deficiencias, pero algunos casos existe la falta de voluntad para lograr estos propósitos, algunos gobiernos dan muestra que actúan con énfasis en el presente y sin miras al futuro. Promover el bienestar de los niños y niñas del mundo debiera ser uno de los ejes principales de los Estados y naciones del mundo.

En Guatemala, la niñez (de 0 a 14 años) constituye el 42.3% de la población total, según datos del Instituto Nacional de Estadística, 15% son hombres y 14% mujeres en ese rango de edad, El 17% de niños y niñas viven en el área rural. Niñez en su mayoría indígena, viven en pobreza o pobreza extrema, niñas que no asisten a la escuela y realizan actividades domésticas y agrícolas al lado de sus padres. Que también se han visto involucrados en actividades peligrosas como la elaboración de cohetillos y el trabajo a la orilla de los ríos que con martillo en mano quiebran las rocas para hacer piedrín; que en su afán de conseguir alimentos trabajan en los basureros recolectando cualquier cosa “útil”.

Vulnerables a cualquier situación que ponga en riesgo su integridad física y mental. Los niños han tenido la necesidad de trabajar para contribuir al sostenimiento familiar, lo que de debe terminar, brindándole a los padres las oportunidades reales de un trabajo digno. Para aquellos niños y niñas que no tienen padres, el Estado debe estar en la obligación de atenderlos.

La vulnerabilidad de la niñez en el mundo se marca también con la pobreza y extrema pobreza en la que viven, tanto en Guatemala como en otros países se han visto sumidos en la guerra. Miles de niños y niñas han quedado huérfanos, muchos han muerto entre el fuego cruzado de los que mutuamente se llaman “enemigos”. Sin comprender en su totalidad lo que pasa, algunos han sido utilizados como fuerza militar. La calle ha sido su refugio y las drogas su “salida”, tampoco han escapado del VIH/SIDA, de la pornografía y prostitución, del secuestro y de la trata de personas.

En el informe de UNICEF, el estado mundial de la infancia 2006 “excluidos e invisibles”. Con base a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, si se alcanza: “500 millones de personas escaparán a la pobreza en 2015, 250 millones dejarán de sufrir hambre; y 30 millones de niños y de niñas que no hubieran llegado a cumplir cinco años, lograrán sobrevivir”, escribe Ann M. Veneran, Directora Ejecutiva de UNICEF.

Continúa, “De mantenerse las tasas de progreso actuales, por ejemplo, alrededor de 8,7 millones de niños y niñas menores de cinco años morirán en 2015. Sin embargo, si se logra el objetivo de reducir la mortalidad en la infancia, será posible salvar a 3,8 millones de esos niños y niñas. Cumplir con los objetivos es, por tanto, una cuestión de vida o muerte –de progreso o retroceso– para millones de niños y niñas. También será fundamental para el desarrollo de los países y las sociedades donde viven”.

Como sociedad el deber ético y moral hacia la niñez, está en su protección tanto en el ámbito privado, como público. Un niño o niña es la continuidad de uno mismo, de cada persona depende cómo quiere continuar contribuyendo en su sociedad y la extensión será a través de los niños.

La conmemoración del Día universal del niño, debe ser motivo de reflexión para los adultos de hoy, en especial para aquellos que tienen en sus manos las posibilidades de actuar directamente en el Estado, los gobiernos deben poner cartas sobre el asunto. No se debe continuar jugando con el futuro de las naciones. El desarrollo de un país debe tener un rostro humano, de justicia social y equidad.

- Silvia Orozco Santisteban - Analista de Incidencia Democrática.

Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org
https://www.alainet.org/es/active/14611
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