Terror, anarquía y muerte

24/07/2003
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La muerte del periodista Héctor Fernando Ramírez, personas intoxicadas, el secuestro de 1,200 personas; caos vehicular, terror y anarquía, son parte de las consecuencias de los disturbios ocasionados la mañana del \"jueves negro\" 24 de julio por un grupo de manifestantes que desde tempranas horas se ubicaron desde muy temprano en el obelisco de la capital guatemalteca, llamaba la atención ver que estas personas se cubriéndose el rostro con gorras pasamontañas armados de palos, machetes, piedras, armas de fuego y radios de comunicación. Responsables de dirigir posteriormente los disturbios que se apoderaron de una de las zonas más comerciales de la ciudad capital. Al paso de las horas, se fueron uniendo a este primer grupo más personas que claramente se fueron identificando como simpatizantes de Ríos Montt, exigían la inscripción como candidato presidencial de este oscuro personaje. Los eferregistas, se enfilaron a varios puntos ya previstos: Corte de Constitucionalidad, Tribunal Supremo Electoral y Corte Suprema de Justicia. Organismos en cuyas manos se encuentra la última palabra para la inscripción del ex golpista. Lo que llama la atención en esta oportunidad es que hayan escogido la zona 10 para iniciar la manifestación convertida casi inmediatamente en disturbios y los ataques a periodistas. ¿Qué mensaje estaban tratando de dar? No cabe duda, que se dirigía hacia los empresarios ya que se dirigieron directamente al edificio Centro Empresarial donde se encuentran las oficinas de un conocido empresario guatemalteco, zona en donde también se ubican oficinas de varios medios de comunicación. Los hechos demuestran que sus objetivos eran los empresarios, los periodistas y además, alterar el orden y legalidad del país. La situación política-electoral que desde su inicio se tornó violenta, fue superada por estas actitudes violentas de los seguidores del riosmontismo. Y es que es absurdo aceptar que esta manifestación no fue organizada por el mismo FRG, los hechos lo demuestran y los propios manifestantes lo dieron a conocer en los medios de comunicación. Hay que recordar que el mismo Ríos Montt instigó a la violencia, días atrás. Tiró la piedra y escondió la mano, pues ahora ni él, ni el FRG se hacen responsables de los acontecimientos; otra muerte más que lleva sobra la espalda el ex golpista. En conferencia de prensa la cúpula del FRG negó haber organizado la manifestación. Sin embargo, las características de esta \"manifestación\" es igual a otras organizadas por ellos, buses que acarrean a la gente, utilización de vehículos oficiales, alimentos y logística plenamente coordinadas, machetes palos y pistolas son comunes en sus actividades, pero la característica que sobresalio fue que no se quedaron solo en la intimidación, salieron a relucir las actitudes terroristas. El esquema se rompió, también, con el punto de partida, la agresión violenta y criminal en contra de los medios de comunicación y el pernoctar frente a la CSJ. Los ataques a la prensa guatemalteca ayer confirman que las agresiones han ido de menos a más, los discursos se fueron enardeciendo hasta llegar a la agresión física y a la muerte de Héctor Ramírez, que hoy lamentamos. Al igual que lamentamos el asesinato del periodista Mynor Alegría, en manos de David Pineda, diputado oficial de este Gobierno. Terror, anarquía y muerte en Guatemala que fueron claramente dirigidos y provocados ¿por quiénes? No es necesario responder, esta identificado el responsable de esta zozobra. Este grupo de choque que actuaba con plena libertad, más parecía un grupo paramilitar que simple población Indígena-campesina y pobre. Este grupo actuó con toda impunidad gracias a la pasividad y complicidad de la Policía Nacional Civil, cuyo número de efectivos en las calles era sumamente diminuto. No cabe la menor duda de que esta institución recibió órdenes superiores de no actuar, tal y como lo manifestó uno de los disciplinados oficiales de PNC \"tenemos la orden de no actuar, de mantenernos a distancia\". Esta demostrada la incapacidad del gabinete de seguridad del gobierno del FRG, incluyendo al Presidente Portillo y a su Ministro de Gobernación y demuestra una vez más, la ineficiencia de la PNC ante actos de violencia. Una verdadera institución de seguridad pública hubiese actuado desde el momento en que se presentó el grupo de hombres cubiertos con pasamontañas para que se identificaran, ya que esto es un acto ilegal que vulnera la seguridad ciudadana. Y es que fue precisamente este grupo clandestino armado el que mantuvo desde el principio la agitación de los manifestantes, mantuvieron en cautiverio a más de 1,200 personas, persiguieron, intimidaron y dispararon contra los reporteros. Estos actos vandálicos tiene otras implicaciones. Crea un ambiente de ingobernabilidad algo sumamente parecido al caso peruano en tiempos de Alberto Fujimori, pues tanto los niveles de violencia y actitudes del crimen organizado, así como el tipo de gobierno que tiene Guatemala, no podría ser comparado con ningún otro caso. Contribuye al descrédito de la clase política y estimula el abstencionismo en la elecciones programadas, hasta ahora, para el 9 de noviembre. Cabe preguntarse qué sigue; ¿Un golpe de Estado? Eso podría ser algo extremo; ¿la implantación de un Estado de excepción o de sitio? restringir los derechos políticos de la ciudadanía es un riesgo y una medida que profundiza la crisis y profundizaría el ambiente desolador que hay en la ciudad capital desde el medio día ayer jueves, calles vacías, pocos vehículos particulares, escasez de buses urbanos y extraurbanos. El tiempo se acaba y la desesperación del FRG por inscribir a Ríos Montt se manifestó ayer. Ante las negativas para inscribirlo y la perspectiva de que ello no será posible si se siguen presentando más recursos ante la Corte de Constitucionalidad o la Corte Suprema de Justicia o el Tribunal Supremo Electoral, no le quedó más que reorganizar a las bandas delincuenciales que tienen entre sus bases para crear todo este ambiente violento. Y es que tienen claro que el tiempo para poder inscribir a sus candidatos se acaba. Sin duda, seguir violentando el proceso electoral es otro de los propósitos del FRG. Las palabras que el Presidente Portillo ofreció en cadena nacional ayer por la tarde, dejaron de ser populistas y cayeron en la burla a la inteligencia del pueblo guatemalteco. El \"señor Presidente\" se comprometió a garantizar elecciones \"limpias\", pero no así de asumir el papel de Jefe de Estado para poner orden en los lugares en donde se suscitaron los hechos de violencia. Además anunció la inmediata salida a las calles de fuerzas combinadas de policía y ejército. Algo que no ha ocurrido. Los disturbios continuaron hasta entrada la noche, bajo la amenaza de darle muerte a las personas que tenían secuestradas en el Centro Empresarial de la zona 10 y bien planeados los hechos los delincuentes seguían recibiendo llantas, gasolina, agua y comida de vehículos no identificados –por carecer de placas-, intimidando constantemente a los periodistas con armas de fuego y disparos al aire. Según información circulada ayer en los medios el Procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, con la anuencia de Naciones Unidas y de la OEA, puso un ultimátum al Ministro de Gobernación para que movilizara a la policía hacia el edificio prácticamente capturado, si no lo hacía, sería el mismo Sergio Morales quien trataría de rescatar a los secuestrados, bajo la responsabilidad exclusiva del Estado de Guatemala, del FRG y de Ríos Montt de lo que ocurriera. Sin embargo, los agentes nunca llegaron. Se prefirió ordenar a las huestes envalentonadas bajo el pasamontañas y el manto del FRG que se movilizaron hacia la CSJ donde pasaron la noche, fue hasta ese momento cuando los cuerpos de socorro, luego de diez horas de estar intentando un rescate, lograron evacuar a los rehenes. Aunque la primera reacción sea de temor pues la psicología de terror, tan inmediata en la historia guatemalteca aún no se ha desvanecido, no debemos caer en pánico porque es parte de lo que se pretende, inmovilizarnos por temor es la peor reacción que podemos asumir, tampoco se debe ser indiferente y tampoco se puede esperar a que llegue el 9 de noviembre para manifestar nuestra inconformidad votando en contra del FRG. * Silvia Orozco. I.Dem -Incidencia Democrática, Reporte Diario de noticias y análisis de tendencias Guatemala, 25 de julio de 2003 – Nueva Época número 304
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