“Tenemos un señor partido”
26/11/2006
- Opinión
Fueron las palabras de Alberto Casas Santamaría en la W radio, una vez conocidos los primeros datos del ejercicio democrático del Polo Democrático Alternativo, PDA, del pasado domingo 19 de noviembre. Así lo confirman los 558 mil votos obtenidos en todo el país de los cuales, 92 mil se dieron en la ciudad más importante: Bogota. Casi 34 mil los aportó Antioquia, la tierra del presidente Uribe.
Los datos reflejan la magnitud de la movilización política y ciudadana lograda el pasado domingo. En algunas regiones se obtuvieron más votos que los de las elecciones a la Cámara de Representantes, por ejemplo Córdoba y Sucre, creció en votación 10 veces con relación a las elecciones de delegados al Primer Congreso del PDI (Polo Democrático Independiente) que sumó 50 mil sufragantes, el Partido Liberal con sus casi 200 años de historia en el año 2005 obtuvo 428 mil votos en una consulta interna para reformar estatutos y elegir algunos delegados. Estamos entonces ante un señor partido.
Asistimos a la configuración de una segunda o tercera fuerza partidista en las grandes ligas y no en la marginalidad como algunos han calificado a la izquierda Colombiana. Sin duda se avanza hacia el surgimiento de un nuevo liderazgo desde las mismas bases del Polo. Un importante número de hombres y mujeres, sometieron sus nombres a un proceso de elección popular con la idea de no solo ser observadores de la política, sino, también, de hacer la política. En hora buena la reglamentación interna que permite mayor participación de las mujeres (30 %), los jóvenes (20 %) y las minorías étnicas y diversidad sexual (10 %). Sin embargo, dicha reglamentación debería ser más agresiva, 50 % hombres y 50% mujeres, en correspondencia con la distribución de la población que, incluso, hoy es mayoría en las mujeres. No olvidemos que los hombres nuevos son también hombres viejos con ideas nuevas.
Puede entonces el Polo con orgullo dar un parte de victoria. Fue un verdadero ejemplo de civismo, democracia y construcción de partido. La jornada se desarrolló sin contratiempos, excepto por la superación de las expectativas de la organización y la Registraduría Nacional. No alcanzaron los tarjetones; se agotaron los formularios de afiliación (requisito indispensable para poder sufragar); se tuvieron que habilitar nuevas mesas; fue necesario extender la jornada electoral una hora más. Una fiesta democrática que contrasta con la seguidilla de hechos vergonzosos que vive el país y que se puede resumir en la lamentable “narcoparamilitarización” de la institucionalidad pública. En solo una semana pusieron tras las rejas a varios congresistas de la bancada del presidente Uribe, por nexos con grupos paramilitares.
Entre tanto este movimiento político, el Polo Democrático, fortaleció sus bases sociales, en un ejercicio de democracia política, donde se demostró que está creciendo, que está afianzando su unidad en torno a unas nuevas propuestas con relación al ejercicio de la política. Estos importantes resultados, en un gobierno unanimista y autoritario, bien pueden leerse como el reflejo de la inconformidad de la gente con lo que se está develando por fin en Colombia.
El reto es enorme, no sólo responder con altura a todas y todos los que asumieron el compromiso de apoyar este proceso en construcción, que ya empieza a dejar de gatear para caminar con firmeza, sino también y sobre todo, con una sociedad que requiere transformaciones urgentes, en lo social, lo político y lo económico. Ello implica asumirse como obrero convencido del partido, la paz, la democracia, la justicia social y la seguridad ciudadana en condiciones de equidad. También, construir, proponer y liderar una propuesta política y programática para la actuación regional y nacional que permita acceder al poder local como el mejor aporte a la construcción de partido y de país.
Tareas muy importantes debe sacar adelante el próximo congreso a realizarse en noviembre 30 y diciembre 1 y 2, cuya responsabilidad recae en todos y cada uno de los delegados y delegadas electos el pasado domingo. Mantener la unidad de la izquierda como primer y más importante compromiso, elegir de la mejor manera a quienes orientarán y operarán en lo sucesivo las decisiones políticas de la colectividad, que son las necesidades y expectativas de las mayorías excluidas.
El debate está abierto, la oportunidad servida, de cara al país y con pleno respaldo popular. Se escuchan voces y propuestas. Es el momento de establecer una ruta de debate, reflexiones y acercamientos que permitan medir las fuerzas reales y medirlas bien, así como de participar y decidir, no es el momento de equivocarse a cuenta de viejos dogmas y posturas excluyentes, macartizadas y satanizadas que no permiten tomar decisiones sensatas sobre lo importante. Puede que Dios perdone pero la historia no lo hará. Que no se escape el momento y la vida que es lo que se juega a diario Colombia.
Señores delegados y delegadas al Primer Congreso Constitutivo de Unidad del Polo Democrático Alternativo ¿Qué hay que refundar la política y los partidos? ¿Qué sin poder político no es posible acceder a unas mínimas condiciones de desarrollo equitativo? ¿Qué no es posible una democracia sin partidos? Entonces, éste es el momento, de ser partido y tener poder, y desde las regiones. Las posibilidades se dan sí y solo sí, se decide con sensatez. Colombia lo necesita.
- Patricia Fernández Correa, directora Regional Antioquia de Corporación Viva la Ciudadanía.
Fuente: Corporación Viva la Ciudadanía. Semanario Virtual Caja de Herramientas
semanariovirtual@viva.org.co
www.vivalaciudadania.org
Los datos reflejan la magnitud de la movilización política y ciudadana lograda el pasado domingo. En algunas regiones se obtuvieron más votos que los de las elecciones a la Cámara de Representantes, por ejemplo Córdoba y Sucre, creció en votación 10 veces con relación a las elecciones de delegados al Primer Congreso del PDI (Polo Democrático Independiente) que sumó 50 mil sufragantes, el Partido Liberal con sus casi 200 años de historia en el año 2005 obtuvo 428 mil votos en una consulta interna para reformar estatutos y elegir algunos delegados. Estamos entonces ante un señor partido.
Asistimos a la configuración de una segunda o tercera fuerza partidista en las grandes ligas y no en la marginalidad como algunos han calificado a la izquierda Colombiana. Sin duda se avanza hacia el surgimiento de un nuevo liderazgo desde las mismas bases del Polo. Un importante número de hombres y mujeres, sometieron sus nombres a un proceso de elección popular con la idea de no solo ser observadores de la política, sino, también, de hacer la política. En hora buena la reglamentación interna que permite mayor participación de las mujeres (30 %), los jóvenes (20 %) y las minorías étnicas y diversidad sexual (10 %). Sin embargo, dicha reglamentación debería ser más agresiva, 50 % hombres y 50% mujeres, en correspondencia con la distribución de la población que, incluso, hoy es mayoría en las mujeres. No olvidemos que los hombres nuevos son también hombres viejos con ideas nuevas.
Puede entonces el Polo con orgullo dar un parte de victoria. Fue un verdadero ejemplo de civismo, democracia y construcción de partido. La jornada se desarrolló sin contratiempos, excepto por la superación de las expectativas de la organización y la Registraduría Nacional. No alcanzaron los tarjetones; se agotaron los formularios de afiliación (requisito indispensable para poder sufragar); se tuvieron que habilitar nuevas mesas; fue necesario extender la jornada electoral una hora más. Una fiesta democrática que contrasta con la seguidilla de hechos vergonzosos que vive el país y que se puede resumir en la lamentable “narcoparamilitarización” de la institucionalidad pública. En solo una semana pusieron tras las rejas a varios congresistas de la bancada del presidente Uribe, por nexos con grupos paramilitares.
Entre tanto este movimiento político, el Polo Democrático, fortaleció sus bases sociales, en un ejercicio de democracia política, donde se demostró que está creciendo, que está afianzando su unidad en torno a unas nuevas propuestas con relación al ejercicio de la política. Estos importantes resultados, en un gobierno unanimista y autoritario, bien pueden leerse como el reflejo de la inconformidad de la gente con lo que se está develando por fin en Colombia.
El reto es enorme, no sólo responder con altura a todas y todos los que asumieron el compromiso de apoyar este proceso en construcción, que ya empieza a dejar de gatear para caminar con firmeza, sino también y sobre todo, con una sociedad que requiere transformaciones urgentes, en lo social, lo político y lo económico. Ello implica asumirse como obrero convencido del partido, la paz, la democracia, la justicia social y la seguridad ciudadana en condiciones de equidad. También, construir, proponer y liderar una propuesta política y programática para la actuación regional y nacional que permita acceder al poder local como el mejor aporte a la construcción de partido y de país.
Tareas muy importantes debe sacar adelante el próximo congreso a realizarse en noviembre 30 y diciembre 1 y 2, cuya responsabilidad recae en todos y cada uno de los delegados y delegadas electos el pasado domingo. Mantener la unidad de la izquierda como primer y más importante compromiso, elegir de la mejor manera a quienes orientarán y operarán en lo sucesivo las decisiones políticas de la colectividad, que son las necesidades y expectativas de las mayorías excluidas.
El debate está abierto, la oportunidad servida, de cara al país y con pleno respaldo popular. Se escuchan voces y propuestas. Es el momento de establecer una ruta de debate, reflexiones y acercamientos que permitan medir las fuerzas reales y medirlas bien, así como de participar y decidir, no es el momento de equivocarse a cuenta de viejos dogmas y posturas excluyentes, macartizadas y satanizadas que no permiten tomar decisiones sensatas sobre lo importante. Puede que Dios perdone pero la historia no lo hará. Que no se escape el momento y la vida que es lo que se juega a diario Colombia.
Señores delegados y delegadas al Primer Congreso Constitutivo de Unidad del Polo Democrático Alternativo ¿Qué hay que refundar la política y los partidos? ¿Qué sin poder político no es posible acceder a unas mínimas condiciones de desarrollo equitativo? ¿Qué no es posible una democracia sin partidos? Entonces, éste es el momento, de ser partido y tener poder, y desde las regiones. Las posibilidades se dan sí y solo sí, se decide con sensatez. Colombia lo necesita.
- Patricia Fernández Correa, directora Regional Antioquia de Corporación Viva la Ciudadanía.
Fuente: Corporación Viva la Ciudadanía. Semanario Virtual Caja de Herramientas
semanariovirtual@viva.org.co
www.vivalaciudadania.org
https://www.alainet.org/es/active/14725?language=en
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