Luego de concluida la gira del presidente estadounidense George Bush por cinco países de Latinoamérica: Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México, en el caso nuestro queda varias percepciones así como una serie de lecturas que reafirman la falta de resultados para nuestro país. Sobre todo si tomamos en cuenta, que uno de los mayores problemas que se enfrenta el actual gobierno está relacionado con la deportación de cientos de guatemaltecos residentes en EEUU con estatus de “ilegales” y con ello las subsecuentes consecuencias sobre todo en el ámbito de la economía tanto de las familias como a nivel nacional.

Pero además queda la indignación por parte de varios sectores sociales organizados y no organizados sobre los abusos cometidos en contra de los guatemaltecos departe del servicio secreto de EEUU y cuando decimos esto nos estamos refiriendo al veto contra la libertad de expresión, de locomoción y la enorme perdida en cuanto a términos económicos se refiere. Cosa aparte resulta mencionar la grotesca demostración de poderío por quienes debían de garantizar la seguridad del presidente Bush.
De lo que no hay duda, y en esto coinciden muchas opiniones, es que la razón principal de la visita de Bush está centrada en el tema de seguridad. Específicamente el combate de lo que ellos llaman terrorismo que incluye a las pandillas juveniles sus operaciones a escala transnacional y el narcotráfico.

No obstante, a nuestra consideración la lectura en el ámbito nacional está incompleta, puesto que la gira de Bush se entiende de mejor forma si se le ve desde un plano global, ya que poco se menciona sobre la torpeza de Departamento de Estado de dar a conocer el informe que hace cada año sobre el respeto a los derechos humanos. Cuando por todos es conocida las incontables violaciones de derechos humanos cometidas por EEUU en las guerras de Afganistán e Irak, talvez el ejemplo más claro son los prisioneros afganos torturados en Abu Ghraib; las detenciones ilegales e inhumanas de los presos en Guantánamo y, los vuelos secretos hacia cárceles clandestinas de la CIA en Europa.

Reacciones ante semejante sutileza fueron señaladas por el presidente Brasileño Lula Da Silva, al decir de forma tajante que “no reconoce la legitimidad” del informe. Otro dato importante sobre estas reacciones vino departe del presidente mexicano Felipe Calderón quien por primera vez asume una posición alejada de la obediencia, al decir que “los informes unilaterales, como es el caso del emitido por el Departamento de Estado, no contribuyen a la cooperación”. Tan es así que el periodista Andrés Oppenheimer conocido por su afinidad y defensa de Washington en la columna de opinión publicada en un medio escrito nacional señala la inconveniencia de haber publicado el informe en materia de derechos humanos antes de que Bush iniciara su gira por cinco países de Latinoamérica. Conclusión Bush empezó perdiendo la batalla, evidenciando que las decisiones emanadas desde la Casa Blanca tienen cada vez más rechazo.

En suma lo que la “diplomacia del elefante” mostrada por EEUU evidencia una de la tantas fisuras que se le están haciendo al modelo económico neoliberal impulsado por EEUU desde diferentes frentes, y sobre esto el mayor exponente hoy por hoy lo constituye la Venezuela del presidente Hugo Chávez.

Pues en una demostración de astucia e inteligencia estratégica para Latinoamérica, Hugo Chávez de forma paralela inició en Argentina, e invitado por el presidente Nestor Kirchner, una gira fortaleciendo, contrario a lo que intento Bush, los lazos con países como Bolivia, Haiti y Nicaragua. En este ultimo país Chávez -como le llaman- declaró su intención de construir una refinería en la que Venezuela invertiría cerca de $ 2 mil millones de dólares para su construcción, dándole una estocada a las aspiraciones de EEUU de seguir con las intenciones de desarrollar el Plan Puebla Panamá, PPP. La intención venezolana es poder producir suficiente petróleo para abastecer
Centroamérica y el Caribe y aún más, para comercializarlo en el mercado internacional.
Y para poner fin a su gira Hugo Chávez con un amplio apoyo concretó un convenio entre Cuba, Haití y Venezuela, para el desarrollo de la empobrecida nación caribeña. Una medida contra la pobreza muy concreta y alejada del discurso diplomático sin acciones de Bush.

Ciertamente, la vista de Bush no ofrece nada que no sea más apoyo a sus aliados incondicionales como el Gobierno colombiano de Álvaro Uribe. Lo que le queda a EEUU, entonces, es simplemente nada. Demostrando únicamente que Bush no tuvo la más mínima posibilidad de sacar provecho de nada.

- Javier De León, Analista de Incidencia Democrática.

Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org