La izquierda a construir y la lucha por el 5%
27/06/2007
- Opinión
La firma de la paz en Guatemala trajo aparejado consigo un sin numero de retos para la sociedad guatemalteca, pero especialmente para las izquierdas, en este nuevo escenario era imprescindible cambios esenciales en su estrategia, que sin ninguna duda debería seguir siendo revolucionaria, en el transito de la lucha político-militar, a la lucha eminentemente política. En la actualidad, estos retos siguen teniendo plena vigencia.
Una de las principales limitaciones que se tuvo que enfrentar como izquierda, luego de la firma de la paz fue la estructura del sistema político guatemalteco. Un sistema que desde su génesis limita de manera sustancial las posibilidades de ser representativo y funcionar de forma efectiva como un mecanismo que medie entre las reivindicaciones sociales y el Estado. Por esta razón los partidos no pueden erigirse como instituciones, ni representar los intereses de quienes los dirigen.
Pero además, el actual sistema de partidos políticos, a pesar de nuevas reformas a la ley de Partidos Políticos, está predestinado única y exclusivamente a legitimar al sistema, a través de un proceso eleccionario. Dando esto como consecuencia que los partidos tengan vida únicamente en época electoral, desprovistos de vida política interna, supeditados al financiamiento privado, etc.
Por su parte, la ley electoral hace lo suyo, pues está pensada para darle soporte al débil sistema, y limita de manera casi perversa la participación de las mayorías. Pues es ampliamente conocido lo complicado y costoso que resulta legalizar la participación para algunas expresiones, particularmente para las izquierdas.
A diez años de los primeros pasos en la vida política de las izquierdas en Guatemala, el hecho real es que las nuevas modificaciones a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, siguen consumiendo una enorme cantidad de esfuerzos tanto humanos como económicos, esto pudo ser observado en el preludio del actual proceso eleccionario, para poder llegar a cumplir con los engorrosos tramites burocráticos, de llegar a un numero de determinado de afiliados por partido que supera los catorce mil.
Otro de las limitaciones que se debieron superar en 1999 y que ahora en 2007 también, pero en ya no en una sino en dos expresiones claras de izquierda tiene que ver con la carencia de una estrategia política en el marco de un sistema que les es totalmente adverso.
Posiblemente, que no se haya podido superar las limitaciones, de las que se supone había completa comprensión, obedece (ya en el plano interno) a la inexistencia de espacios efectivos para librar el debate ideológico y la lucha política interna. Sumando a esto la ausencia discusión en donde las diferencia no se plantean de forma abierta, dando como consecuencia la descalificación y las prácticas conspirativas.
En el trecho del camino recorrido, es necesario hacer un alto, y llegar al fondo de las razones que siguen impidiendo o que siguen constituyéndose como un obstáculo para el desarrollo político interno y para la practica política externa.
La reconstitución de la izquierda, parte por reconocer que la izquierda va más allá de las expresiones político partidarias, pues existe una gran mayoría dispersa que no ha encontrado un espacio de expresión, en donde poder construir. Esta reconstitución de la que se habla también implica, salir de la lógica electoral, específicamente de la concepción que se tiene sobre el poder a lo interno de las organizaciones, expresada de forma autoritaria a lo interno de las organizaciones.
A nuestro entender, estas son algunas consideraciones básicas en torno a su reconstitución, a bien de contribuir a la discusión sobre el necesario debate de la izquierda, que hoy más que nunca continua abierto. Y que va más allá del 5% de votos en la lucha por la sobrevivencia como organizaciones legal.
Una de las principales limitaciones que se tuvo que enfrentar como izquierda, luego de la firma de la paz fue la estructura del sistema político guatemalteco. Un sistema que desde su génesis limita de manera sustancial las posibilidades de ser representativo y funcionar de forma efectiva como un mecanismo que medie entre las reivindicaciones sociales y el Estado. Por esta razón los partidos no pueden erigirse como instituciones, ni representar los intereses de quienes los dirigen.
Pero además, el actual sistema de partidos políticos, a pesar de nuevas reformas a la ley de Partidos Políticos, está predestinado única y exclusivamente a legitimar al sistema, a través de un proceso eleccionario. Dando esto como consecuencia que los partidos tengan vida únicamente en época electoral, desprovistos de vida política interna, supeditados al financiamiento privado, etc.
Por su parte, la ley electoral hace lo suyo, pues está pensada para darle soporte al débil sistema, y limita de manera casi perversa la participación de las mayorías. Pues es ampliamente conocido lo complicado y costoso que resulta legalizar la participación para algunas expresiones, particularmente para las izquierdas.
A diez años de los primeros pasos en la vida política de las izquierdas en Guatemala, el hecho real es que las nuevas modificaciones a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, siguen consumiendo una enorme cantidad de esfuerzos tanto humanos como económicos, esto pudo ser observado en el preludio del actual proceso eleccionario, para poder llegar a cumplir con los engorrosos tramites burocráticos, de llegar a un numero de determinado de afiliados por partido que supera los catorce mil.
Otro de las limitaciones que se debieron superar en 1999 y que ahora en 2007 también, pero en ya no en una sino en dos expresiones claras de izquierda tiene que ver con la carencia de una estrategia política en el marco de un sistema que les es totalmente adverso.
Posiblemente, que no se haya podido superar las limitaciones, de las que se supone había completa comprensión, obedece (ya en el plano interno) a la inexistencia de espacios efectivos para librar el debate ideológico y la lucha política interna. Sumando a esto la ausencia discusión en donde las diferencia no se plantean de forma abierta, dando como consecuencia la descalificación y las prácticas conspirativas.
En el trecho del camino recorrido, es necesario hacer un alto, y llegar al fondo de las razones que siguen impidiendo o que siguen constituyéndose como un obstáculo para el desarrollo político interno y para la practica política externa.
La reconstitución de la izquierda, parte por reconocer que la izquierda va más allá de las expresiones político partidarias, pues existe una gran mayoría dispersa que no ha encontrado un espacio de expresión, en donde poder construir. Esta reconstitución de la que se habla también implica, salir de la lógica electoral, específicamente de la concepción que se tiene sobre el poder a lo interno de las organizaciones, expresada de forma autoritaria a lo interno de las organizaciones.
A nuestro entender, estas son algunas consideraciones básicas en torno a su reconstitución, a bien de contribuir a la discusión sobre el necesario debate de la izquierda, que hoy más que nunca continua abierto. Y que va más allá del 5% de votos en la lucha por la sobrevivencia como organizaciones legal.
Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org
https://www.alainet.org/es/active/18325
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