Las Crisis como Método

03/08/2010
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Existen muchas formas de pretender engañar a la opinión pública mundial; los gobiernos de Estados Unidos a través de los años han venido demostrando ser expertos en la manipulación de situaciones para lograr sus objetivos finales. Con la complicidad de sus servidores; coparticipes en el empeño de demostrar las bondades del sistema capitalista, se unen de inmediato al coro dirigido por el mandante norteamericano de turno.
 
La necesidad de recordar el pasado, para analizar el presente y prever el futuro, es una herramienta necesaria, para conocer las entrañas existentes en las manipulaciones y mentiras de hoy. Si analizamos los hechos ocurridos para participar en guerras extraterritoriales; podemos ver desde el famoso y llevado al cine del Ataque japonés a Pearl Harbor; razón utilizada para justificar el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaky cuando la II Guerra Mundial estaba en fase de conclusión y tomado en cuenta que a través de los documentos desclasificados posteriormente, pudo conocerse, que el ataque era conocido con anterioridad y se dejó llegar a las tierras norteñas sin importar las bajas que causarían con el fin de obtener el producto buscado.
 
Así puede apreciarse que después de la derrota francesa en Viet Nam, su apetencia de dominio los hizo intervenir en escalada ascendente al producirse el hecho del Golfo de Tonkin, que luego demostró su falsedad; pero les sirvió para justificar el desproporcionado combate contra el pueblo vietnamita, el cual los derrotó a pesar de sus alardes de fuerza y de poder destructivo; no obstante de haber llenado al mundo de las mentiras de sus éxitos combativos en esas tierras asiáticas.
 
Con más reciente memoria para los cubanos, están los hechos de la campaña de la patria potestad de los niños; que dio lugar a la denominada “Operación Peter Pan”, y que ocasionó la salida de más de 14 mil muchachos hacia las tierras norteamericanas. También todas las mentiras e infundíos propalados previamente a la invasión de Playa Girón y las posteriores versiones para justificar, aparte de negar en las Naciones Unidas la participación de aviones en los bombardeos efectuado previos y después en la acción mercenaria. Muchas veces y descubierto todo en detalle al desclasificarse los documentos secretos de la CIA y el Pentágono; el mundo ha conocido de la habilidad manifiesta de los gobernantes del país más poderoso del mundo, para ganar el título olímpico de los más mentirosos del planeta.
 
Actualmente gobierna en los Estados Unidos, Barack Obama, experto en el uso de la palabra, sonrisa a flor de labios y cara de buena persona. Con su discurso adormecedor para la población estadounidense, trata de ocultar de forma inteligente la realidad del país; así la economía interna no sale de la crisis, sus promesas electorales incumplidas, el desempleo generalizado, las protestas de los inmigrantes latinos por leyes discriminatorias, su política guerrerista de expansión y dominio de áreas geográficas poseedoras de grandes yacimientos petrolíferos y el desastre ecológico con la explosión del pozo en el Atlántico de sus socios comerciales de la British Petroleum y de lo cual no se vislumbran soluciones reales; ni se le ha dicho a los nativos del país la verdadera dimensión de la catástrofe ocurrida.
 
Después de los sucesos del atentado en las Torres Gemelas el 11 de septiembre, durante el gobierno de George W. Bush, con muchas aristas aún sin aclarar del verdadero objetivo del sabotaje; sirvió como pretexto para implementar la denominada lucha contra el terrorismo y así permitir, la operación contra personas en cualquier área del planeta con el objetivo de preservar la seguridad nacional de los Estados Unidos. Obama no solo ha mantenido esta política, sino que la ha amplificado de forma desmedida.
 
América Latina observa con preocupación los acuerdos firmados con Colombia para la instalación de más bases militares; también reabiertas en Panamá y actualmente negocian en Costa Rica la permanencia y estancia de otro gran contingente; para todo ello el pretexto es la lucha contra las drogas y el terrorismo; a la vez que emplean su arsenal mediático con países con gobiernos fuera de su control como Venezuela y Bolivia; todo esto acompañado del encubrimiento y apoyo directo a los opositores de quienes se enfrentan por tener un país libre de su poder hegemónico.
 
En Asia y Medio Oriente sus guerras de salvación en Irak y en Irán; la primera justificada por la supuesta tenencia de armas de destrucción masiva; cuestión esta probada, que fue una información amañada por la CIA, para complacer el afán guerrerista de George Bush y continuado y ampliado por Obama, a pesar de haber estado consciente del error y falsedad de los argumentos esgrimidos por su antecesor en el gobierno. Afganistán y la escala militar para imponer un gobierno títere y supuestamente luchar contra el terrorismo, han traído a estas partes del mundo cientos de miles de bajas, que nada tienen que ver con el objetivo de las tropas norteamericanas y de sus aliados en el terreno.
 
Pero las campañas siguen, la tensión entre las dos Coreas sobre la base del misterioso hundimiento de un barco surcoreano y que trató de culparse a la Rep. Pop. Democrática de Corea del Norte, por el hecho, difundido al mundo por sus poderosos medios de comunicación, a la larga se ha demostrado que en esa zona quienes estaban realizando ejercicios de práctica bélicas eran las propias bases norteamericanas de la zona.
 
Irán no escapa a las apetencias imperiales, su lucha por el desarrollo de la energía nuclear con fines pacíficos, generó desde temprano la oposición de Estados Unidos, apoyado por Israel y sus socios de aventuras capitalistas; cosa advertida y reiterada por nuestro Comandante en Jefe; Fidel Castro.
 
El mundo en que habitamos posee suficientes pruebas y ejemplos de los verdaderos intereses que se ocultan tras los enarbolados principios del imperio; puede afirmarse que a estas alturas de la vida; el que crea sus argumentos es por conveniencia, desconocimiento y por la inercia en el pensamiento político; clase aparte la actitud desinteresada del norteamericano medio envuelto en sus noticieros, películas y cuentos dados por sus gobernantes. Algunos analistas pensamos que en realidad un “Mundo Mejor” es posible; pero hay otros empeñados en liquidar la vida en el planeta Tierra. La guerra por venir al parecer no tendrá vencedores, ni vencidos; porque todos podremos exclamar:
 
¡En esta todos perdimos! 
 
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