La incertidumbre normativa del proceso electoral del 2011
02/05/2011
- Opinión
Una de las peores cosas que pueden suceder en un Estado es que exista incertidumbre sobre las normas que regulan ciertos aspectos de la vida social. Un ejemplo de esta situación se evidencia en los procesos electorales. Usualmente se dice que la claridad en las normas que rigen los procesos electorales es una de las condiciones esenciales para que se desarrollen de manera legítima y, de paso, sin mayor riesgo de fraude.
Pues bien, la nueva, y todavía no vigente, ley estatutaria de partidos y elecciones, sobre la cual la Corte Constitucional acaba de pronunciarse y que está pendiente de ser sancionada por el Presidente de la República, es un ejemplo de cómo la incertidumbre sobre las normas puede afectar el normal desarrollo de un proceso electoral.
El mismo día en que el Presidente de la Corte Constitucional dio a conocer el sentido del fallo sobre el proyecto de ley, los medios de comunicación se apresuraron a concluir que AntanasMockus se encontraría inhabilitado para participar en la contienda por la Alcaldía de Bogotá, toda vez que en la nueva ley se prevé que cuando los directivos de los partidos políticos deseen aspirar a un cargo de elección popular por un partido distinto deberán renunciar al primero con un año de antelación a la inscripción de la candidatura.
Sin embargo, para tristeza de algunos y júbilo de otros, se debe decir que la mayoría de las normas que incluye la nueva ley sobre partidos políticos y elecciones no será aplicada en las elecciones de octubre de 2011. Todo esto provocado por un afán legislativo.
La que será la nueva ley de partidos, reemplazando la ley 130 de 1994, fue presentada y aprobada el semestre pasado. Los promotores de la Ley, organizaciones internacionales, organizaciones de la sociedad civil y el Gobierno Nacional, sabían que los tiempos para que la ley rigiera en el proceso electoral de 2011 iban a ser apretados.
En primer lugar, se necesitaba que la ley fuese aprobada a finalizar el período legislativo de diciembre y, en segundo lugar, se necesitaba que la Corte Constitucional realizara el control previo de constitucionalidad antes del mes julio. Como se sabe, todo eso sucedió. El Congreso aprobó el Proyecto de Ley en diciembre de 2010 y la Corte Constitucional publicó el comunicado de prensa de su fallo sobre el proyecto esta semana.
No obstante, lo que al parecer no tuvieron en cuenta los promotores de la ley es que tendrían una nueva legislación alrededor del mes de julio de un año electoral. Es decir, cuando ya la etapa preelectoral del proceso ha arrancado.
Y es allí en donde surge el problema de la vigencia y la observancia de la ley. Si bien ya se conocen los contenidos de la misma, ésta no podrá regir sino hasta que sea sancionada, promulgada y pase el período para que inicie su observancia. Así, se tiene que, cuando se escriben estas líneas, la nueva ley no ha sido sancionada por el Presidente de la República, para lo cual por disposiciones constitucionales tiene hasta 20 días, ni ha sido promulgada, acto que sólo se podrá cumplir después de la sanción presidencial.
En consecuencia, la observancia de la nueva ley de partidos y elecciones sólo podrá ser iniciar, aproximadamente, a inicios de septiembre. Hasta entonces, las normas que han regulado los procesos electorales durante los últimos 25 años seguirán vigentes. Razón por la cual Mockus si podría ser candidato, puesto que las normas vigentes no contemplan la inhabilidad que se lo impediría. Y, una vez entre a regir la nueva ley, no podrá tener efectos retroactivos.
Es allí en donde se genera la incertidumbre legal en un proceso electoral. En los próximos meses tendremos dos regulaciones sobre el mismo tema y ellas deberán ser compaginadas por el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Mientras tanto, la ciudadanía, que ha recibido reportes de los medios de comunicación sobre algunos contenidos de la nueva ley, no entenderá las razones por las cuales: AntanasMockus sí puede aspirar a la Alcaldía de Bogotá, un candidato sí podrá financiar la totalidad de su campaña política con fondos propios y no habrán anticipos de financiación para las campañas políticas, sólo por mencionar algunos aspectos.
Si normalmente la ciudadanía desconoce las normas electorales, la nueva ley de partidos y elecciones sólo llegará a complicar más las cosas.
El problema no es el contenido de la ley. De hecho, en su articulado se encuentran aspectos que, si se aplican correctamente, deberían tender a mejorar la práctica política del país en el largo plazo. Por el contrario, en el corto plazo, la nueva, y todavía no vigente, ley sólo producirá incertidumbre
- Nicolás Montoya Céspedes es Abogado y Magíster en Derecho
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 261, Semana del 1 al 7 de Julio de 2011
Corporación Viva la Ciudadanía.
https://www.alainet.org/es/active/47804
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